Elecciones 2023 | Myriam Bregman: “Milei enfoca el descontento únicamente en los políticos y no en el poder económico”
La precandidata a presidente del Frente de Izquierda acusa al libertario de incluir solo a los políticos en su cuestionamiento a “la casta”; criticas al Gobierno y a JxC por adoptar “un modelo de salarios bajos”
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El Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U) dirimirá su candidatura presidencial el próximo domingo, cuando sus cuatro partidos se enfrente en dos listas por separado en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Mientras que de un lado se encontrará la fórmula del legislador porteño Gabriel Solano (PO) y la dirigente del MST, Vilma Ripoll, el otro binomio estará encabezado por la diputada nacional Myriam Bregman (PTS), quien estará acompañada en la boleta por Nicolás Del Caño.
Acusada por su rival interno de haberse “kirchnerizado”, la abogada prefiere “no hablar en contra de otros compañeros de izquierda”. En cambio, en diálogo con LA NACION, se centra en criticar al Gobierno y a la oposición de Juntos por el Cambio, ambos socios, a su criterio, en lo que describe como “un modelo económico de salarios bajos y extractivismo feroz”, cuyo único fin sería el de “juntar los dólares para pagarle al Fondo Monetario Internacional”. Bregman también lanza sus dardos contra Javier Milei, a quien denuncia por no cuestionar a “los verdaderos dueños del poder económico”. “Milei permite que el descontento se enfoque únicamente en los políticos”, desliza la dirigente.
–¿Cómo llega la izquierda a estas PASO?
–Con Nicolás Del Caño realizamos una campaña muy intensa recorriendo todo el país. Tenemos una fuerte presencia en muchas provincias, donde obtuvimos buenos resultados en varias de ellas. En Córdoba, por ejemplo, hace muy poco, ante una polarización muy grande y un voto en blanco y abstención también importante, mi compañera Laura Vilches logró ingresar como concejal de la ciudad capital. En Neuquén obtuvimos dos diputados y en Chubut hay por primera vez un legislador electo del FIT-U. El caso de Jujuy, en tanto, puso en cuestión ese razonamiento de que el descontento solo se expresa por derecha. Se demostró que hay un descontento profundo, lógico, con la dirigencia política tradicional que también tiene expresión por izquierda.
–¿Por qué entonces, en lo que hace al menos a la intención de voto a nivel nacional, una figura como la de Javier Milei interpela más que la izquierda?
–Como te decía, en las provincias eso no se ha visto. Es más, el FIT-U viene de hacer en Jujuy la mejor elección legislativa de la izquierda del 83 a esta parte. Tuvimos seis convencionales constituyentes en la polémica convención que acordaron la UCR y el PJ en Jujuy. Y en el 2021 fuimos la tercera fuerza nacional. A Javier Milei se lo construyó desde los sectores de las clases dominantes, del poder económico más concentrado de nuestro país, que han invertido mucho para que el descontento con la dirigencia política se canalice a través de él. Y en eso radica su particularidad: Milei permite que el descontento se enfoque únicamente en los políticos. Él viene a cumplir ese rol, que es el opuesto al nuestro. Nosotros queremos cuestionar de raíz, no solo a la dirigencia política que nos trajo hasta acá, sino también al esquema económico que rige en la Argentina y que están decididas a profundizar las principales fuerzas. Milei no cuestiona a los verdaderos dueños del poder económico, que se enriquecen año a año. Porque la Argentina no se hundió, sino que se hizo más desigual. Los ricos se hicieron más rico, y las y los que trabajan se hicieron más pobres.
–¿A su criterio, fue exitosa esa instalación?
–Eso lo veremos después de las elecciones. En las provincias no lo lograron. Por otro lado, es cierto que hay mucha gente que puede votar a Milei porque lo ve como una manera de protestar contra la situación que están viviendo, pero los estudios de opinión que se hacen, los más profundos, demuestran que una cosa es el apoyo al ajuste en abstracto y otra muy distinta cuando se le pregunta a la gente si está de acuerdo con el ajuste, por ejemplo, en educación y en salud. En ese caso, categóricamente la enorme mayoría de la población responde que no. Y Milei viene a atacar ahí, a terminar con la escuela pública, a terminar con la salud pública. Por eso, si creen que con el voto van a lograr frenar ese descontento, me parece que se equivocan muchísimo. Una cosa es anunciar tempestades y otra aplicar el ajuste y que haya un acompañamiento en el conjunto de su política, sea Milei o sea Patricia Bullrich.
–¿Por qué decidió pedirle un debate a Juan Grabois, que forma parte de otro espacio político, y no aceptar el que le propusiera Gabriel Solano, su contrincante en la PASO del FIT-U?
–Creo que son dos cuestiones diferentes. Yo no creo que en una situación como la que está viviendo nuestro país, donde la mayor parte de los pibes y pibas viven en situación de pobreza, donde aun trabajando no llegás a fin de mes, donde las mujeres enfrentamos situaciones de violencia de género increíbles, la discusión tenga que centrarse en un debate entre la izquierda. Mal haríamos si nos centráramos en discusión internas de la campaña electoral.
–¿Y por qué a Grabois?
–Me interesaba particularmente discutir con Grabois porque él mismo reconoce que es un canal de contención del voto desencantado del gobierno del Frente de Todos. De un voto que hace años que viene haciendo una experiencia de votar solo para que no gane la derecha, para evitar males mayores. Y así llegamos al sexto año de caída consecutiva de salario, así sigue aumentando la pobreza, la indigencia. El otro día lo escuché a Grabois con declaraciones que me parecieron muy equivocadas, cuando dijo que el empresario Pyme no duerme tranquilo porque tiene miedo a un juicio laboral. Yo veo ahí una concesión innecesaria a la derecha, que quiere aplicar la reforma laboral. Lamentablemente Grabois no aceptó el debate, porque hubiera sido un intercambio de ideas muy interesante sobre si se puede seguir apostando a que esos cambios que él declama vengan desde el peronismo, o si es el momento de levantar una clara alternativa de izquierda que cuestione la orientación central que está llevando este gobierno en la economía.
–¿Cuál sería la razón por la que un votante del FIT-U deba optar por la fórmula Bregman-Del Caño y no por Solano-Ripoll? El dirigente del PO la acusó de haberse “kirchnerizado”.
–Yo no utilizo un centímetro del diario LA NACION para hablar en contra de otros compañeros de izquierda. Dicho esto, lo que está claro es que tanto los candidatos de Juntos por el Cambio como Sergio Massa adoptaron un modelo económico de salarios bajos, basado en un extractivismo feroz, para juntar los dólares para pagarle al Fondo Monetario. Un modelo que tiene a la dirigencia sindical guardando silencio y especulando electoralmente. Por eso, para nosotros es un orgullo que nuestra lista esté integrada por decenas de compañeros y compañeras de esos que cada día dan la pelea en los lugares de trabajo. El voto al FIT-U es un voto para cuestionar todo de raíz, desde la coherencia, como nos lo reconocen en cada una de las recorridas que hacemos. Para decir basta a la resignación y dejar de aceptar que hay que bajar la cabeza. Es el momento de dar un mensaje político diciendo que somos miles y miles en todo el país los que no queremos seguir en este esquema.
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