Elecciones 2023: cruces por la economía y chicanas en un debate en el que ningún candidato pareció sacar ventajas
El tema inicial fue el que generó la discusión más intensa; el affaire Insaurralde se coló, pero no gravitó; Milei se mostró en modo pacífico, Massa buscó no perder y Bullrich se expresó con coraje para hacer cambios
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Cruces por la economía, varias chicanas y menciones esparcidas sobre el “affaire Insaurralde”, marcaron el tono del primer debate de candidatos a presidente, que finalizó anoche en Santiago del Estero entre Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Sergio Massa (Unión por la Patria), Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda).
Con una dinámica que mostró a los candidatos a presidente enfrascados en pedidos de réplica a las afirmaciones que se expusieron en los distintos ejes, con un fuerte intercambio en el primero de los temas en discusión, el económico, y otro duro capítulo de cruces en el tramo de las preguntas entre postulantes.
El primer segmento fue el económico y ahí quedó claro que Milei y Massa buscaron polarizar entre ellos, mientras Bullrich, Schiaretti y Bregman confrontaron con todos sus competidores. Después en el capítulo final el libertario y el ministro volvería con preguntas directas a Bullrich, por considerar que es el tema en el que menos fluidez muestra.
Milei inició el debate económico con un racconto económico. “La Argentina inició el siglo XX siendo el país más rico del mundo, hoy estamos de la mitad para abajo. Se explica por el modelo de la casta, que parte de la premisa nefasta de que donde hay una necesidad nace un derecho”, sostuvo. “Proponemos hacer una reforma del Estado, bajar drásticamente el gasto público, reducir impuestos, hacer privatizaciones para sacarnos las nefastas empresas del Estado de encima, abrir la economía y cerrar el Banco Central”, especificó.
Al libertario le respondió primero Bregman, que le reprochó: “No es casta pero hace alianzas con [Luis] Barrionuevo, le arma la lista Sergio Massa y ya se mudó a un barrio privado”. Tomó la posta Schiaretti, quien dijo que para terminar con la inflación hay que “tener equilibrio fiscal, un Banco Central independiente, ir a un tipo de cambio libre y único”.
Las respuestas a Milei las siguió Massa. Dijo que el candidato de La Libertad Avanza “plantea la vuelta de las AFJP, la privatización de YPF, que cada hijo de argentinos pague la universidad, y un modelo de dolarización que solo tienen Zimbabwe, El Salvador y Ecuador”. Milei le respondió: “¿Por qué no me cuenta el desastre fiscal que está haciendo con el plan platita”.
Ahí se planteó el momento más intenso del debate que fue claramente el económico. Si bien no llegó a producirse un debate profundo sobre los distintos planes, quedó claro que Massa buscó diferenciarse de Milei. Bullrich, en tanto, atacó la idea de cerrar el Banco Central. Planteó que, de hacerlo, la Argentina se convertiría en “un paraíso fiscal”.
Antes de proponer medidas como la de “poner en marcha la moneda digital argentina”, Massa señaló: “Tengo claro que la inflación es un enorme problema y que los errores del Gobierno lastimaron a la gente. Por ellos, aunque no era parte hasta asumir como ministro de Economía, pido disculpas”. También sostuvo que buscará, en caso de ser electo, “subir las penas de la penal, cambiaria y tributaria”.
Como ministro de Economía Massa fue el blanco predilecto en el tema y por eso se mostró autocrítico, aunque deslindó responsabilidades en quienes lo antecedieron en el cargo. Habló de Mauricio Macri y el FMI, e incluso del Gobierno, pero previo a asumir él en el Ejecutivo. “Viene una etapa nueva, mi gobierno, no este Gobierno”, en un gesto muy claro de diferenciación con Alberto Fernández.
A esa altura del debate, Massa se convirtió en blanco de las réplicas. Bregman le reprochó que “el presupuesto del año que viene ya lo ató al Fondo Monetario Internacional”. Bullrich cruzó al ministro e incluyó el escándalo de Martín Insaurralde en el debate, tema al que también apeló Bregman en algunos tramos. “Massa, explicales a los argentinos cómo, siendo el peor ministro de Economía, podés ser un buen presidente. ¿Querés hacer una ley penal? Ahí tenés el primero, [Martín] Insaurralde, andá a buscarlo”, le espetó la candidata de Juntos por el Cambio.
“¿A ustedes les mejoró la vida Massa ministro? Seguramente, no”, señaló Schiaretti. “Qué lindo que suena todo lo que dice, lástima que no lo puede hacer si no baja la inflación”, dijo Milei. El libertario no pareció sacar demasiada ventaja en su tema preferido, aunque tuvo la ventaja de no cargar con la mochila del pasado de Massa y Bullrich.
El libertario y Massa machacaron sobre Bullrich en temas económicos. “Señora. Bullrich, usted dice que va a bajar la inflación, pero no esbozó ninguna medida para eliminarla”, aseveró Milei. Massa le dijo a Bullrich: “Habla de los jubilados. Me tocó a mí ver la sonrisa de los jubilados cuando tuve que devolverles el 13% que ella recortó”. La candidata de JxC no fue muy contundente en este tópico.
El eje educación siguió al económico, aunque el agotamiento de los pedidos de réplica (contaban con cinco cada uno de los candidatos) hizo que no existieran muchos cruces y el debate se acelerara. Massa destacó que envió un presupuesto que eleva de 6% a 8% el porcentaje del PBI destinado a educación. Bullrich reprochó al kirchnerismo por las “escuelas cerradas” y propuso declarar la educación “servicio esencial”. Schiaretti afirmó que quiere replicar el modelo educativo cordobés y destacó la baja deserción escolar en su provincia. Bregman destacó la “lucha” de los docentes y propuso “que los funcionarios políticos cobren como un docente”. Milei se afirmó sobre su propuesta de “implementar el capital humano”. Y remarcó: “Se acabó la asistencia esclavizante de darles el pescado. Les vamos a enseñar a pescar y, si es posible, que tengan una empresa de pesca”.
El tercer eje fue el de derechos humanos, y motivó varios cruces. De entrada Bullrich se defendió por su activismo político en los 70 para neutralizar posibles ataques. “Me tildan de violenta. Pero no lo soy. Yo era parte de una organización juvenil [Montoneros]. Y siempre lo dije. Lo digo aquí frente a millones de argentinos. Lo mismo le pasó a otros líderes, como a Mandela y Mujica, que fueron líderes de sus países”, señaló.
Milei fue el más disruptivo en el tema DD.HH. al decir que no hubo 30.000 desaparecidos. “No son 30.000 los desaparecidos, son 8753. En los 70 hubo una guerra”, dijo el libertario, lo cual le generó un dura crítica de Bregman.
En el último tramo de las preguntas cruzadas Massa buscó incomodar a Milei por sus críticas al Papa, que merecieron una respuesta algo confusa. “Estas mal informado. Ya había pedido perdón con ello. Dejame hablar y se respetuoso. Yo dije que si el Papa quería venir a la Argentina, se lo iba a respetar. Dejate de chicanear y dedicate a bajar la inflación y terminar tu gobierno de manera decorosa”, respondió Milei.
Después se produjo un debate en torno del rol de los radicales, a quienes Massa incluyó como posibles actores en su planteo de conformar un gobierno de unidad. Eso partió de una pregunta de Milei que buscó ser insidiosa: “¿Usted está pensando armar un gobierno con JxC? Lo vi con muchos radiales?”.
A su turno Bullrich incomodó a Milei con sus tratativas con el sindicalista Luis Barrionuevo. “Barrionuevo es casta. Pero vos sos más casta. Haces mucha pompa de que cambiaste. ¿Acaso sos la misma montonera tira bombas? No. Bueno, nosotros vemos un problema enorme en el mercado laboral. Queremos avanzar con el seguro de desempleo, con una economía liberal. Vamos a sumar a quienes quieran ser parte de ese futuro”, se defendió el libertario.
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