El viaje de Milei a lo criollo y el drama por los spoilers en el Gobierno
Los errores no forzados y los movimientos anticipados del libertario tienen consecuencias; el pedido para que los ministros defiendan la gestión y el refuerzo de la agenda local tras otra gira internacional del Presidente
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El martes, Guillermo Francos, Luis “Toto” Caputo y Santiago Caputo mantuvieron un encuentro reservado en lo que supo ser el ministerio del Interior de la planta baja de la Casa Rosada. Javier Milei, recién llegado de Praga, estaba con los efectos del jet lag en el cuerpo y no fue ese día a la sede de gobierno. El jefe de Gabinete y los dos Caputo son hoy los principales tomadores de decisiones debajo del líder libertario. La política, la macro, las cajas, la estrategia, la comunicación, la inteligencia, la relación con las corporaciones. Todo se cocina entre ellos tres. La chica superpoderosa es Karina Milei, que define los ascensos y descensos en La Libertad Avanza, además de la promoción internacional del experimento.
Al inicio de la semana, los tres hombres fuertes del gabinete se enfrentaban a uno de los momentos más cruciales para el Gobierno. Finalmente llegaron los días del “punto de inflexión”. Por esas horas, “Toto” preparaba el anuncio del “cierre de la canilla de la emisión” para tratar de renovar la confianza de los mercados e intentar que no se escurra la inflación ni que el dólar continúe con su alza; Francos ajustaba las clavijas de la votación de la Ley Bases y el paquete fiscal; Santiago Caputo preparaba el clima de épica para el día después.
Junio fue un mes difícil para Milei, que pasa buena parte de su día monitoreando datos económicos. El BCRA tuvo que vender reservas, el blue pegó un salto al igual que los dólares financieros y las proyecciones privadas hablaron de un freno en el descenso de la inflación. Por la estacionalidad -el pago de aguinaldos- es posible que no haya superávit. El último día hábil, el Congreso ofrendó las leyes al Poder Ejecutivo. “La caja de herramientas”, a ojos de la política. Así las cosas, se redobló la presión del sistema para que los libertarios comiencen a mostrar más resultados concretos para la gente.
A la complejidad del panorama general se suman los errores no forzados. Casi siempre son problemas de timing. Milei es el principal vocero de su gestión y, cuando habla, suele anticipar movimientos que generan ansiedades. Los libertarios defienden su genuina verborragia, pero hay funcionarios que padecen los climas que genera.
Es lo que pasó con el desembarco de Federico Sturzenegger, anunciado hace más de un mes. “Javier se adelantó mucho”, comentó un ministro que conoce de cerca a los dos economistas. Deshojando la margarita a la espera del “Coloso” crecieron los resquemores internos. “No hay forma de que no haya roces. Federico no puede evitar decir lo que piensa y es muy aferrado a sus ideas”, pronosticó un funcionario que conoce bien al extitular del BCRA.
Se cree que cuando Sturzenegger quiera hacer realidad los tres cuartos de reformas que, literalmente, dejó afuera del DNU 70/2023 podría tener choques con Francos, que quiere llevar al Gobierno por el camino de lo factible. Sturzenegger es padre de la Ley Bases 1 y el jefe de Gabinete es el artífice de la ley que quedó.
Además, hay temor a cortocircuitos con Luis Caputo, que en este momento necesita estar blindado. Un colaborador oficial que fue testigo de la trama libertaria explicó: “Muy al principio se pensaba que Toto iba a dedicarse a la estabilización y el ajuste de los primeros meses y que eso lo iba a desgastar. Pero ahora sigue con buena imagen. Milei lo quiere y él se quiere quedar”. Cerca del ministro remarcan que en todo momento su plan fue de largo plazo.
El último foco de tensión con Sturzenegger asoma con Santiago Caputo, el tercero del cónclave de la Casa Rosada y que siguió ayer en persona, a un costado, los anuncios económicos. Él, que está sumando cada vez más áreas de influencia, hace el control de daños y debe evitar que se proyecten sombras sobre el ministro de Economía. Además, para todo lo normativo, colocó a una mujer de su riñón, María Ibarzábal Murphy.
En su tendencia spoiler, Milei también generó un cimbronazo cuando anticipó posibles candidaturas para el 2025 y habló del diputado José Luis Espert y del vocero Manuel Adorni. El comentario inocente cayó muy mal en Pro de Mauricio Macri. Ese sector dejó de esperar que se abra el juego para incluir cuadros de gestión y observó con desagrado que los funcionarios de Posse fueron reemplazados, en muchos casos, por figuras del peronismo bonaerense. Ahora se enturbia también la expectativa de la confluencia electoral.
El reloj oficial
La otra dimensión del tiempo en la gestión libertaria está marcada por los viajes al exterior del Presidente. Hubo alivio en la Casa Rosada cuando se confirmó que la semana próxima Milei no viajará a China como se había especulado. Si a esa misión al lejano oriente se le sumaba el ya confirmado viaje a París para asistir a los Juegos Olímpicos, julio iba a ser otro mes de fuerte ausencia presidencial.
Cuando Milei está fuera del país, muchas cuestiones administrativas se congelan y no se firman decretos (hasta ahora Victoria Villarruel jamás se inmiscuyó). Suelen haber corridas antes de que el jefe de Estado se suba al avión. “El día que viaja Milei es mortal”, se sinceró un colaborador oficial.
Lo otro que ocurre con Milei a larga distancia es que florecen frentes de crisis. En el viaje anterior el foco estuvo puesto en Capital Humano y esta vez pareció crujir la relación con el FMI. El Presidente lo confirmó el lunes desde Europa cuando tiró un misil contra Rodrigo Valdés, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo. El Gobierno había hecho gestiones confidenciales y del más alto nivel para apartar informalmente al economista chileno de la mesa de negociación argentina. Creyó tener éxito, aunque en lo formal no quedaba en claro cómo Valdés podría desligarse, ya que su trabajo consiste justamente en supervisar las economías del continente. La visibilidad que adquirió el asunto en boca de Milei complicó todo. A los ojos del mundo, la Argentina no puede elegir a los negociadores del organismo.
En la última reunión de gabinete, sin la presencia de Milei, Caputo buscó llevar tranquilidad al equipo sobre la relación con el FMI. En política ninguna decisión importante se toma en un encuentro de muchas personas, pero los cónclaves de ministros son de puesta en común. El vicejefe de Gabinete, José “Cochi” Rolandi, es el “bastonero” que lleva la agenda del día y reparte la palabra. Siempre hay un rato para la disertación económica en manos de Milei, de Caputo y de la canciller Diana Mondino, la otra economista del team. A veces también asiste el titular del Banco Central, Santiago Bausili. Pasa desapercibido, por las dudas, aunque este Gobierno ya naturalizó que la entidad monetaria no es autónoma.
Este martes, el ministro de Economía también destiló bronca contra los operadores económicos que, a seis meses de gestión, le están reclamando una hoja de ruta para salir del cepo y encarar una senda de crecimiento. También está furioso con parte de la prensa que pone de relieve este estado de las cosas. No es el único que despotrica contra el periodismo. Desde el Gobierno crecen las señales de hostilidad, como se vio cuando el Gobierno llamó a la matriculación obligatoria de periodistas, una práctica obsoleta desde 1985. La iniciativa fue dada de baja enseguida.
Con el cambio de fase que habilita la Ley Bases, el Gobierno necesita renovar las expectativas. Ya se sabe con certeza la profundidad de la recesión (el PBI cayó 5,1% interanual en el primer trimestre) y algunos encuestadores comenzaron a percibir que empeoró la tendencia en la imagen del Gobierno. Esta semana, a los ministros que están cómodos con el bajo perfil se les pidió que hablen más, que defiendan su gestión y sean voceros del proyecto.
En el tablero de comando de actividad económica de JPM, los rojos se van atenuando y pasan a naranjas con algún que otro verde en Mayo. La eco sigue mal pero lentamente va intentando una lenta recuperación con piso en Marzo y con el proceso de desinflación consolidado 👇
— Cristian (@cristiannmillo) June 26, 2024
cc… pic.twitter.com/kVLz7ATe7D
Para mostrar que la economía comenzó a rebotar, Milei compartió en X un cuadro del JP Morgan para la Argentina, que muestra la evolución de distintos indicadores (actividades, exportaciones, importaciones, recaudación). Casi todos los ítems estuvieron en rojo furioso entre diciembre y abril, pero el Presidente celebró el pasaje a un naranja oscuro en mayo.
Para los próximos días, la Casa Rosada ya dejó trascender que habrá una agenda presidencial doméstica nutrida. Milei anunciará un plan de alfabetización desde alguna provincia, una postal novedosa. También se está planeando un evento para la firma del Pacto de Mayo, en San Miguel de Tucumán, la noche del 8 de julio con los gobernadores. La tertulia se estirará hasta la medianoche para cantar el Himno por el Día de la Independencia. Una escena más criolla y sintonizada con el huso horario local, lejos de los sueños de premio Nobel que tiene el Presidente cuando recorre el mundo.
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