El tren de $ 70 millones que va a paso de hombre
El insólito Ferrourbano, que inauguró Jaime antes de las elecciones
Apenas cinco minutos después de haber iniciado su viaje, el Ferrourbano de la ciudad de Córdoba detiene su marcha. No es una falla en los motores. Tampoco el final del recorrido. Se trata del cruce con una calle que, por no contar con barreras, obliga a dos banderilleros a descolgarse del tren y frenar el tránsito, para volver a treparse a la formación cuando reanuda su marcha.
La operación se repetirá media docena de veces en el trayecto de 6,3 kilómetros entre las estaciones Rodríguez del Busto y Alta Córdoba, situadas en el norte de la ciudad. La interrupción constante de la marcha y una velocidad que por momentos iguala el paso de hombre, convertirán esa exigua distancia en una travesía de 28 minutos.
Así transcurren los días del flamante Ferrourbano cordobés, inaugurado 10 días antes de las elecciones de junio por la presidenta Cristina Kirchner -desde Salta, por teleconferencia- y fogoneado por el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, que aseguró haber destinado subsidios por 72 millones de pesos para que la empresa prestataria del servicio, Ferrocentral, pudiera completar su primer tramo.
Por suerte, no hay reclamos durante el viaje de la soleada mañana del lunes 21. En parte, quizá, porque sólo hay dos pasajeros a bordo del tren, incluyendo a este cronista.
Al llegar a la estación de Alta Córdoba, el panorama es un poco más alentador. Ya no son dos, sino una veintena de pasajeros quienes esperan subirse al tren de regreso a Rodríguez del Busto. Desde allí tomarán el Tren de las Sierras rumbo a la comuna de San Roque, cercana a Villa Carlos Paz.
Necesitarán dos horas y media para recorrer 52 kilómetros, casi el doble del tiempo que emplea un colectivo interurbano. Pero es el día de la primavera, lo que explica la falta de apuro y el entusiasmo de "la nutrida concurrencia", según la expresión irónica de un empleado de la boletería.
Los millones de pesos invertidos contrastan con la escaso interés de los cordobeses en subirse al andén. En su primer mes de funcionamiento, y a pesar de que el servicio era gratuito, viajaron en el Ferrourbano unas 200 personas por día, de acuerdo con los datos de Ferrocentral. Entonces existían cinco frecuencias diarias.
Hoy apenas subsisten dos frecuencias, que coinciden con los horarios de partida del tren serrano. Con un costo de $1 por pasaje -60 centavos inferior al del boleto de colectivo- el tren parece destinado a transportar sólo a los curiosos y periodistas. Pero ésos no son todos sus problemas.
Poco seguro
A poco de partir de la estación Alta Córdoba, el Ferrourbano atraviesa las villas El Galpón y El Nailon. Básicamente, sus dos vagones pasan por lo que hasta hace poco era el "patio" de las precarias viviendas, como sintetizó a LA NACION uno de los técnicos de la obra, que prefirió no publicar su nombre.
En esos tramos, y particularmente cuando las vías parecen rozar algunas de las precarias habitaciones y corrales con animales, la velocidad de la formación apenas excede los 5 kilómetros por hora. Se pueden ver ciclistas circulando a mayor velocidad en las calles aledañas.
Son pocos los habitantes de El Nailon que saludan con sonrisas el paso del Ferrourbano. La mayoría prefiere los insultos, motivados tanto por la ensordecedora bocina que el maquinista debe accionar intermitentemente, como por el recuerdo del último accidente en el lugar.
El 17 de agosto, una locomotora del tren de cargas atropelló a una niña de 11 años en El Nailon. Tras la embestida, su cuerpo pegó contra un muro y rebotó hacia las vías, donde perdió cuatro dedos de una mano.
El episodio provocó la airada protesta de los vecinos, que cortaron las vías y exigieron medidas de seguridad. No fue la primera interrupción del servicio, que ya había entrado "en receso" luego de la renuncia de Jaime, el 3 de julio.
Ahora es el intendente de Córdoba, Daniel Giacomino, quien desea que se suspenda el servicio. Tras compartir con Jaime la inauguración, que incluyó la transmisión nacional del saludo presidencial, el miércoles 16 le solicitó al actual secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, que el tren no se pusiera en marcha hasta completar las obras de seguridad.
Giacomino, según reconocen en su entorno, desea que la obra avance con la incorporación de otras estaciones para poder conectar de norte a sur la ciudad. Sabe que sólo así podrá despertar el interés de los cordobeses que, por ahora, observan pasar un tren de 72 millones de pesos, para un viaje de seis kilómetros, en 28 minutos.
$ 72
millones
- Es la suma que Ricardo Jaime dijo haber destinado al primer tramo del Ferrourbano.
6,3
kilómetros
- Es la extensión del recorrido entre las dos estaciones habilitadas. Le seguiría un tramo de 4,8 km.
$ 340
millones
- Suman los subsidios a Ferrocentral, encargada del Tren de las Sierras y el Ferrourbano, según Transporte.
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