El titular de la Corte bonaerense habló de "abusos" y "causas armadas" en el fuero federal
Sin precisar casos ni nombres, De Lázzari señaló que se da un "panorama deplorable" que empieza a manifestarse en la provincia
El presidente de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Eduardo De Lázzari, advirtió que en los tribunales federales se dan situaciones de "abuso del proceso judicial penal", "causas armadas artificialmente", "espías", "escuchas" y "complicidades" de algunos magistrados y fiscales que, dijo, llevan "a un panorama deplorable". Acto seguido, señaló que el problema comienza a manifestarse en el ámbito de la provincia de Buenos Aires.
El llamado de atención o la acusación adquiere mayor gravedad no solo porque De Lázzari es la máxima autoridad judicial en la provincia donde dijo que se comienzan a replicar esos abusos, sino porque además evitó precisarlos. Tampoco lo hicieron voceros del máximo tribunal provincial, ante la consulta de LA NACION.
"Hay otro dato de la realidad que se podría denominar 'el abuso del proceso judicial penal'. Es un dato que empezó a percibirse con mayor nitidez en el orden federal, pero que ahora muestra sus síntomas también en el ámbito de la provincia de Buenos Aires", sostuvo De Lázzari durante las V Jornadas de la Red de Jueces Penales Bonaerenses, según reveló el portal Infocielo.
"Estoy hablando de causas armadas artificialmente, estoy hablando de abusos de testigos de identidad reservada, de arrepentidos, de factores de presión que inducen, fomentados y fogoneados por ciertos medios de prensa, a dictar condenas mediáticas", continuó, según la reproducción del discurso subida al portal de la red de jueces.
Para De Lázzari, esa combinación de factores "lleva a un panorama sinceramente deplorable, en donde influyentes de todo tipo, espías, traficantes de escuchas telefónicas, con ciertas complicidades de algunos magistrados y miembros del Ministerio Público, terminan por generar un panorama que es absolutamente preocupante".
Para el titular del Poder Judicial bonaerense, la "única herramienta para combatir todo eso es el derecho" ejercido "con firmeza, con valentía, con independencia".
Su discurso dejó flotando una duda. Si, como reza el manual kirchnerista, para De Lázzari los abusos de "causas armadas artificialmente", "testigos de identidad reservada" y la larga lista de "ademases" que enumeró se aplica para las causas que desde Comodoro Py amenazan a Cristina Kirchner y sus exfuncionarios, o si valen para el expediente que impulsa en Dolores el juez federal Alejo Ramos Padilla, como apunta el oficialismo. Y, sobre todo, queda la incógnita por esos "síntomas" que, dice el juez, comienzan a mostrarse en los tribunales bonaerenses.
La mención de los "abusos del proceso judicial penal" no fue la única advertencia que en las jornadas celebradas en Campana pronunció De Lázzari, que viene de protagonizar un intenso forcejeo con la gobernación por el nombramiento en la Suprema Corte bonaerense del exjuez federal Sergio Torres.
De Lázzari se oponía a la llegada de Torres -impulsado por María Eugenia Vidal y votado por unanimidad en el Senado- porque el exmagistrado de Comodoro Py no logró acreditar la residencia bonaerense que exige el cargo. Un detalle que legisladores y funcionarios de distintos colores políticos eligieron obviar.
"El punto es que el Poder Judicial debe tener el rol de poder del Estado que lamentablemente ha perdido. No puede ser el tributario de los otros poderes, no puede ser la Cenicienta, no puede depender de los dictados que se hagan desde los poderes políticos", fueron las palabras que De Lázzari eligió en Campana para empezar a cerrar su discurso ante los jueces penales.
Palabras que bien podían aplicarse a la puja por Torres. O a la repetida demanda a Vidal por un mayor presupuesto judicial.
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