El spot oficial por el Día de la Memoria: el riesgo de abrir más frentes de tormenta

Con las fuertes críticas a la visión ideologizada e incompleta que el kirchnerismo impuso en sus cuatro gobiernos como relato oficial del Día de la Memoria, la agenda del presidente Javier Milei profundizó la estrategia de abrir focos de tormenta cuando todavía no logró cerrar otros frentes que siguen abiertos.

Además del contenido del mensaje, un llamado a construir “una memoria completa” del pasado reciente, se incluyó como pieza fundamental la decisión de poner en duda el número de 30.000 desaparecidos, un debate interminable y un símbolo manoseado por el kirchnerismo, aunque su vigencia se extiende a los 40 años de la recuperación de la democracia. Sorprendió que el Gobierno incluyera esta determinación en momentos en que la crisis política y social lo obliga a buscar votos en el Congreso para lograr avances en la “Ley de bases” y evitar la anulación del mega-DNU. Más aún, en medio de negociaciones con el kirchnerismo para llevar al juez Ariel Lijo a la Corte Suprema de Justicia.

Se interpreta que la decisión del entorno de Milei fue “primerear” a las organizaciones políticas y de derechos humanos que se encaminaban en el mediodía del domingo a la Plaza de Mayo para recordar el aniversario del golpe militar de 1976 e instalar un nuevo debate en la agenda política. Una forma de “marcar territorio”, en momentos en que también se discute si el país incorporará a las Fuerzas Armadas en las operaciones de seguridad para frenar el avance del narcotráfico. Un debate, a su vez, que también pasará por el Congreso y para el cual el oficialismo necesitará votos de fuerzas ajenas. El riesgo es que esta ofensiva repercuta negativamente en todos los objetivos.

Al señalar que “no se contó la historia completa por varias razones”, en el video oficial se indica que “se hizo por plata”, en alusión a las indemnizaciones a familiares de damnificados por el terrorismo de Estado, una práctica favorecida tal vez en forma excesiva durante los períodos kirchneristas. Pero no se menciona que las leyes de reparación a las víctimas y sus familiares fueron sancionadas durante el gobierno de Carlos Menem, al que Milei reivindica en varias de sus facetas. Incluso, el periodista y escritor Juan Bautista “Tata” Yofre –la voz oficial del video– integraba esa administración.

Los testimonios de María Fernanda Viola –hija del capitán Humberto Viola, fallecido junto a su hija María Cristina, de tres años, en un salvaje atentado del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), en diciembre de 1974– y del guerrillero arrepentido Luis Labraña, que dice haber inventado la cifra de 30.000 desaparecidos, transmiten el sufrimiento que atravesó a una generación y reflejan una de las dos visiones enfrentadas. El mensaje oficial está lejos de comunicar señales de reconciliación y superación.

Frente a un relato sesgado que se intenta superar mediante otra “batalla cultural”, queda tal vez pendiente el camino de una síntesis que mire más al futuro que al pasado.

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