El soldado que abrió el camino para el reconocimiento de los NN caídos

Cuando Gabino Ruiz Díaz, excombatiente y héroe de la Guerra de Malvinas, anotó su DNI en la medalla que colgaba de su cuello, no sabía que ese número no solo serviría para identificar su cuerpo 35 años después, sino que también sería la punta del ovillo para impulsar la iniciativa de la Fundación No me Olvides. Gabino era conocido como Cambacito en Colonia La Elisa, San Roque, su pueblo natal en la provincia de Corrientes. Tenía seis hermanos, solía andar a caballo y trabajaba en el campo cuando partió como soldado del Regimiento N° 12 de Mercedes a participar de la guerra.

"Cambacito me envió dos cartas mientras estaba en Malvinas -cuenta Elma Pelozo, su madre-. En la segunda me decía que si le pasaba algo no me preocupara, que había jurado dar la vida y que iba a luchar por su patria."

Según relatan sus camaradas, Gabino murió el 28 de mayo de 1982 en la cruenta batalla de Pradera del Ganso, luego de enfrentarse durante tres días con el Segundo Batallón de Paracaidistas británico. "Gabino le puso el pecho a los ingleses y salió a pelear a campo abierto", recordaba Ramón Alegre, compañero de trinchera, durante un homenaje en la escuela de su pueblo. Cuando los soldados empezaron a volver a sus hogares, la familia de Gabino navegó en la incertidumbre, en la desazón de no saber qué había pasado con su hijo. Algo que se agravó mucho más en febrero de 1984, cuando las autoridades militares informaron a sus padres que el soldado Gabino Ruiz Díaz estaba "desaparecido", esa figura que atravesaba con dolor la historia reciente de aquella Argentina.

En 1987, Elma pudo visitar el cementerio de Darwin, invitada por la Cruz Roja Internacional. Allí se encontró con 237 tumbas, pero no encontró la de Gabino. Caminó una y otra vez por cada calle angosta del cementerio y no encontró el nombre de su hijo en ninguna cruz. Lo que sí pudo observar fue que había 121 tumbas sin identificar. Se preguntó mil veces si en alguna de ellas estaría su hijo. Dejó una ofrenda floral en la cruz mayor, pero no lloró ni se resignó. Guardó ese dolor para mantenerse fuerte hasta saber dónde descansaba su Cambacito.

Julio Aro, excombatiente y presidente de la Fundación No me Olvides, creada para ayudar a las familias de los soldados y con el objetivo primordial de lograr identificar a los NN, cuenta que en la documentación que había elaborado y les entregó el coronel Geoffrey Cardozo, el militar británico que tuvo la difícil tarea de recoger los cuerpos de los soldados argentinos de los campos de batalla y darles honrosa sepultura en el cementerio de Darwin, les llamó la atención un cuerpo identificado por un número, el 16404614. Era un DNI o un número de rol de combate. Y le pertenecía a Cambacito.

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