El Senado de Boudou, sin fondos por exceso de empleados
Este año deberá pedir un refuerzo de 300 millones para sueldos; desde 2011 incorporó a 2000 personas
Al vicepresidente Amado Boudou no le alcanza la plata. Deberá tocar las puertas del Ministerio de Economía si pretende pagar en tiempo y forma, hasta fin de año, los sueldos de los legisladores y empleados del Senado, cámara que él preside.
"Con el presupuesto actual sólo podremos cubrir el pago de sueldos hasta mediados de octubre. Por eso vamos a pedir un refuerzo de partidas de 300 millones, más 15 millones para otros gastos, como pasajes y viáticos", informó el director general de Administración del Senado, Carlos Dichiara, a LA NACION.
Las autoridades justifican la situación por el aumento salarial de 28% que dejó la paritaria del personal legislativo. Pero eluden un dato crucial: la catarata de nuevos empleados que se sumaron al Senado desde que Boudou asumió el comando de la institución, en diciembre de 2011. En esos dos años y medio se incorporaron unos 2000 nuevos empleados, con lo que la lista supera hoy los 5700.
La cifra cobra especial relevancia cuando se la compara con la nómina de Diputados. Según la ley de presupuesto 2014, esa cámara cuenta con 5454 empleados. Dos números parecidos, pero con una diferencia no menor: el Senado está integrado por 72 legisladores, mientras que Diputados (que no sufre este descalabro presupuestario) tiene 257.
Es decir, el Senado representa apenas un tercio de la Cámara baja, pero cuenta con similar cantidad de empleados. Empleados que no sólo pertenecen al bloque kirchnerista, sino también a los de la oposición.De hecho, buena parte de los nuevos contratos fueron a la bancada del radicalismo, que encabeza el ranking, con 173 trabajadores.
De hecho, buena parte de los nuevos contratos fueron a parar al bloque del radicalismo, que encabeza el ranking con 173 trabajadores.
Esto explica por qué muy pocos en la oposición, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, se atreven a cuestionar el manejo administrativo del kirchnerismo en ambas cámaras. Bien se sabe en los pasillos parlamentarios que los nombramientos de personal constituyen la principal caja clientelar en el Congreso.
Lo cierto es que, debido a este torrente de nuevos empleados, el Senado viene ejecutando su presupuesto de manera muy acelerada. A esta altura del año, cuando el promedio no debería superar el 50 por ciento, la Cámara alta alcanzó una ejecución del 63%, según datos oficiales del Ministerio de Economía. Otra vez, a manera de comparación, la Cámara de Diputados lleva gastado el 51,5% de su presupuesto en el mismo lapso. Si de números se trata, el Senado no se puede quejar de falta de presupuesto.
En efecto, esta institución cuenta para sus propios gastos (esto es, sin contar comisiones especiales ni otros organismos parlamentarios) con 1819 millones de pesos anuales, de los cuales la mayor parte, unos 1700 millones, se destinan a pagar sueldos de legisladores y empleados del Congreso. Si se hace un cálculo rápido, el Estado invierte 23,6 millones de pesos anuales para financiar a cada senador.
Comparaciones
La Cámara de Diputados tiene un presupuesto anual de 2220 millones de pesos anuales; como se observará, la cifra no es muy lejana de la del Senado, pese a que éste es un ámbito considerablemente más pequeño en cantidad de bancas.
Buena parte de esa partida se destina al pago de sueldos y dietas, por lo que, si se imita el ejercicio de cálculo anterior, el Estado invierte 8,6 millones de pesos anuales por cada uno de los 257 diputados.
"En el Senado asumieron algunos legisladores que son ex diputados. Y sienten que, en comparación, llegaron a un spa", ironiza un empleado jerárquico de la Cámara alta en referencia a estas diferencias del presupuesto legislativo.
Es que no sólo se trata de la posibilidad de nombrar empleados; en el Senado, los legisladores viajan al exterior en primera clase y pueden llevar consigo a algún asesor si les interesa, con los pasajes y viáticos pagos por la Cámara en dólares o euros, según sea el caso (de lo que se informa por separado).
Además, la Cámara alta cuenta con una flota de automotores de alta gama a disposición de los legisladores, como también con un servicio de custodias.
Si se observa en detalle el presupuesto del Senado, se destaca un aspecto al menos curioso: segundo en importancia después de la partida salarial aparece el rubro "pasajes y viáticos". Para este año se le asignaron 48 millones de pesos, lo que representa unos 666.000 pesos por cada senador.
Sin embargo, esta cifra no parece suficiente. Por esa razón, las autoridades del Senado reclamarán unos 15 millones de refuerzo para este y otros rubros, además de los 300 millones de pesos para pagar los sueldos del personal y llegar cómodos hasta fines de año.
En la Cámara de Diputados se estima que se solicitará al Poder Ejecutivo una cifra similar para compensar los faltantes, confiaron a LA NACION fuentes parlamentarias confiables. "Sin embargo, no se puede comparar la estructura inmensa de la Cámara de Diputados con la del Senado", se atajan cerca del presidente del cuerpo, Julián Domínguez, que se sigue negando a brindar información detallada de los gastos de la Cámara que preside.
Diputados no difunde datos
A diferencia del Senado, cuyas autoridades difunden sus resoluciones internas, la Cámara de Diputados se niega a dar información de los gastos. El 13 de marzo último, la nacion presentó a las direcciones administrativa y de contaduría de la Cámara baja, que comanda el oficialista Julián Domínguez, un pedido de acceso a la información en el que se solicitaron todas las resoluciones referidas a sus gastos desde 2004 a la fecha. Sin embargo, las autoridades no respondieron. "Se trata de una decisión política que no estamos en condiciones de tomar todavía", dijeron.
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