El Senado absolvió al juez Oyarbide
El Senado, con el apoyo casi total del bloque del PJ, absolvió ayer al juez federal Norberto Oyarbide y le devolvió el cargo de titular del juzgado federal N° 5, que había abandonado en mayo de 1998, primero por licencia médica y luego porque fue suspendido por la Cámara alta.
Tal como adelantó LA NACION en su edición de ayer, fue la bancada peronista la que aportó mayoritariamente los 21 votos en contra de la destitución, que le permitirán a Oyarbide mantener sus fueros y su condición de magistrado.
La posición en favor de condenar al juez fue sostenida también por 21 votos, aportados en su mayoría por el bloque de la UCR y los partidos provinciales aliados.
El artículo 59 de la Constitución establece que ninguno de los acusados en juicio político "será declarado culpable sino es a mayoría de los dos tercios de los miembros presentes". Para alcanzar esa proporción, tendrían que haber votado 28 de los 42 legisladores presentes en favor de la destitución del juez. Como fueron 21 a favor y 21 en contra, Oyarbide seguirá siendo juez y no podrá ser juzgado en las tres causas en las que está imputado.
El clima de absolución se perfilaba anteayer cuando algunos miembros justicialistas de la Comisión de Juicio Político habían adelantado sus "dudas" sobre la culpabilidad del juez.
Oyarbide había sido acusado de seis cargos por la Cámara de Diputados: falta de ética por concurrir a un prostíbulo masculino (Spartacus), haber omitido denunciar el delito de promoción y facilitación de la prostitución y de tráfico de influencia por parte de su ex amigo Luciano Garbellano, haber incurrido en inconductas en su vida privada, e incurrido en enriquecimiento ilícito y presunto delito de amenazas contra el empleado de un restaurante de la Recoleta.
De hecho, tres jueces habían reclamado la destitución de su par para poder indagarlo por los delitos de amenazas, enriquecimiento ilícito y cohecho, cargo por el que ya fue procesado Garbellano.
Un solo cargo
Sin embargo, durante la sesión secreta en la que se debatió el caso esas acusaciones se redujeron a un solo cargo: mal desempeño por actitudes y omisiones incompatibles con el decoro e insospechabilidad de conducta exigibles a un magistrado judicial.
El voto del PJ -sólo apoyaron la destitución José Carbonell (Tucumán), Beatriz Raijer (Córdoba) y Osvaldo Sala (Chubut)- terminó por absolver a Oyarbide. Fue el resultado de un extenso debate en la reunión de bloque antes de la sesión. Allí el PJ decidió proteger al juez a partir del "beneficio de la duda" que muchos plantearon porque "no había pruebas suficientes, salvo su homosexualidad, para condenarlo", dijeron los legisladores.
Es más, varios peronistas destacaron que no existían fallos de tribunales de alzada que hubieran revocado decisiones de Oyarbide, lo que impedía demostrar su mal desempeño en el cargo, y que los reportes financieros daban por tierra con la acusación por enriquecimiento ilícito.
Quienes votaron por la destitución apuntaron sus cuestionamientos a los cargos de conducta indecorosa incompatible con la función pública y de omisión de denuncia de prácticas de prostitución en un local público.
Largo proceso
- El juez federal Norberto Oyarbide pidió licencia en mayo de 1998, luego de que LA NACION publicó que había sido denunciado por amenazar de muerte al recepcionista de un restaurante. Estuvo en esa situación casi dos años.
- El juez que investigó las amenazas y otros dos magistrados pidieron el juicio político de Oyarbide para indagarlo también por enriquecimiento ilícito y cohecho.
- En marzo de 2000 el Senado suspendió al juez, que fue nombrado por el menemismo y mantenía buenos vínculos con la Policía Federal. Ahora el PJ lo confirmó en el cargo.
Disgusto
- La noticia de que el Senado absolvió a Oyarbide tras una ajustada votación causó disgusto en Tribunales y en el Ministerio de Justicia, donde esperaban que el magistrado no regresara a su despacho. "Las causales de acusación fueron lo suficientemente graves para fundar la remoción y creo que lo inhabilitaban para ejercer la magistratura", dijo el secretario de Justicia, Melchor Cruchaga.
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