El riesgo de meterse con la universidad pública y el peligro de atacar al periodismo: las definiciones de José Del Rio sobre el gobierno de Milei
El secretario general de redacción del diario LA NACION compartió su análisis sobre la coyuntura política
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El secretario general de redacción del diario LA NACION, José Del Rio, analizó cómo puede repercutir en el gobierno de Javier Milei la segunda marcha estudiantil en defensa de la educación pública y qué consecuencias tiene poner en tela de juicio valores e instituciones largamente arraigadas en la sociedad. El periodista especializado en periodismo económico y negocios planteó que el Ejecutivo corre un “gran riesgo” de sufrir “explosiones” sociales como las sucedidas en Chile y Perú en los últimos años por “tirar de la cuerda”. Pero además, repudió el ataque a los medios de comunicación y la profesión periodística de parte del jefe de Estado y aseguró: “Si no tuvieras periodistas que denuncien la corrupción, no tendrías a Milei como presidente”.
“Estamos en un momento muy difícil. Es muy complicado para el periodismo en general. Tratamos de dejar en claro que no somos enemigos por criticar”, consideró Del Rio entrevistado por Luis Novaresio en el ciclo +Entrevistas de LN+. En ese sentido, planteó que se percibe una división en las audiencias “en tres tercios”. “Antes, tenías al antikirchnerismo y el kirchnerismo, conceptualmente hablando. Hoy tenemos el antikirchnerismo, el kirchnerismo y el mileísmo explícito, que no es lo mismo que el antiguo antikirchnerismo. Hoy recibimos críticas por todos lados. Digas lo que digas, te encontrás en una situación incómoda. Hay que intentar dormir tranquilo con las convicciones que uno tiene”, reflexionó.
En la misma línea, el conductor de los programas Comunidad de Negocios y Mesa Chica de LN+, se refirió a las recientes críticas de Milei contra LA NACION, sus directivos y periodistas. “Me duele y me parece horrible todo eso. Trabajamos con gente muy honesta intelectualmente. No hay en la Argentina un mejor equipo que el que tenemos, por honestidad, valores y convicciones. La gente trabaja con libertad, con convicción, y eso no implica estar “ensobrados”. Que no te guste lo que uno publica no implica que estemos en el ‘siglo 20 cambalache todos revolcados’. Es peligroso. Y en materia de liberalismo o libertarismo, la libertad de expresión es un valor que le hace bien a cualquier gobierno. Si no tuvieras periodistas que denuncien la corrupción, no tendrías a Milei como presidente, porque gracias al periodismo los que tienen que ir presos, van presos, y los que no, caminan por la calle”.
Marcha universitaria
Consultado acerca de la marcha universitaria y el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, Del Rio cuestionó el manejo de la situación desde la Casa Rosada, se mostró a favor de la universidad pública y criticó a los líderes y dirigentes políticos “oportunistas” que se sumaron a la convocatoria que tuvo alcance nacional. “Lo que pasa con la universidad y la movilización es que el riesgo que tenés es que este tipo de explosiones suelen producirse por algo pequeño y no por una gran sucesión de hechos. Lo que pasó en Chile con el boleto universitario, el cansancio en Perú... Podés tirar de la cuerda, pero cuando unís los puntos en una línea recta, todo se te va de las manos”, remarcó.
“El veto a los jubilados no tuvo un costo político tan grande, lo mismo con el conflicto con Aerolíneas Argentinas. Pero si te metés con la salud y la educación pública, veo un riesgo. Con la universidad pública hay que ser muy necio para estar en contra. El costo de las universidades en la ley de financiamiento era solo el 0,14% del PBI”, recodó el también director de contenidos de LA NACION.
Sin embargo, apuntó: “No me gusta el oportunismo. Me alejo cuando veo a los mismos de siempre tratando de sacar ventaja. Hay que hacer auditorías, mirar la gestión de las universidades con nombre y apellido, examinar la ‘caja política’, y eso no es estar en contra. Que siga abierta para siempre. Yo lo veo como una inversión, no como un costo”. ”Entiendo que se intenta construir la idea de que, ‘si Lousteau está al frente de la marcha’, eso me distancia del reclamo, pero por otro lado tengo una afinidad con lo que la universidad pública representa”, analizó.
“Lo que me une a la marcha es la defensa de la universidad pública. Creo que la educación es un mecanismo de superación social, y si nivelás el acceso a la universidad pública, podés generar una sociedad mejor”, razonó Del Rio y siguió: La gente que fue a la primera marcha: 430 mil personas, una de las más masivas que hubo, no dejaron que Kicillof subiera al escenario. La gente lo detectó y les decían que se corrieran, incluso el Gobierno también reconoció que ese no era el camino. Me había parecido interesante la decisión del Ejecutivo de decir que por ahí no es. Pero pasan unos meses y volvemos a lo mismo, y pensás: cuidado, no es la casta lo que está en juego aquí, es un valor que la Argentina no pone en duda. No hay una sola encuesta que lo cuestione”.
Milei, Macri y Cristina
En otro tramo de la entrevista, Del Rio opinó acerca de las características que le permitieron llegar a la Casa Rosada al presidente Javier Milei, pero señaló el detalle que aun le resta conseguir a la administración de La Libertad Avanza (LLA). “¿Basta con la voluntad de querer hacer algo distinto?”, se preguntó. Además, brindó sus impresiones sobre los exmandatarios Cristina Kirchner y Mauricio Macri.
“Javier Milei es un distinto, por donde lo mires y por donde lo interpretes. No le estoy poniendo connotación ni positiva ni negativa. Es un tipo que llega a la presidencia con su hermana y dos celulares”, planteó Del Rio sobre la llegada al poder del líder libertario. “Para una etapa inicial, fue una ventaja porque fue lo que la gente compró: antipolítica, anticasta, antitodo”, consideró.
Pese a la estrategia que siguió el movimiento mileista para imponerse en la urnas, identificó un problema en el armado de LLA que deviene de su corta trayectoria. “El 63% de los cargos públicos están ocupados por la gestión anterior. ¿Basta con la voluntad de querer hacer algo distinto? El Estado es muy complejo como para no tener estructura, por más que seas antiestructura”.
En otro tramo de la entrevista emitida a partir de la medianoche del jueves, Del Rio se refirió a Cristina Kirchner. Opinó que se trata de “una política capaz en términos de hacer política”, pero “que terminó sumida en la corrupción, por un gobierno que terminó siendo corrupto”. Sin embargo, la destacó como “una persona muy inteligente”. “Creo que, para el armado de la política, una persona que logró mantenerse tanto tiempo, me puede gustar o no, pero es alguien que supo construir”, argumentó el periodista. “Le diría, señora córrase”, tras haber salido a saluda desde un balcón en el Instituto Patria.
De la misma forma, analizó al expresidente Mauricio Macri y lo que significó su mandato entre 2015 y 2019: “Macri tuvo buenas intenciones, pero su electorado le cuestiona no haber llevado el país al puerto que esperaban”. “Fue una gran esperanza para gran parte de la población y es un gobierno que terminó con el kirchnerismo de regreso. Lo respeto muchísimo y considero que hubo una intención real de cambiar el país, pero no alcanzó”, profundizó el conductor de los programas Comunidad de Negocios y Mesa Chica de LN+.
La denuncia contra Alberto Fernández
Por último, Del Rio habló sobre las denuncias de violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández. “Me sorprendió mucho el caso”, indicó. “Por mi trabajo, he ido a entrevistar y a visitar a la mayoría de los últimos presidentes, y no me imaginé que eso pasaba en la Quinta de Olivos”.
“Conocí a [Fabiola] Yañez y a [Alberto] Fernández para hacer algunas entrevistas off the record, algo habitual en nuestro trabajo, pero nunca me imaginé que todo era tan desastroso. Violencia física”, reflexionó.
“Veía desprolijidades políticas, y me pareció un horror la gestión de la pandemia con el diario del lunes, pero también me pareció un error el plan económico inicial, las relaciones bilaterales, y que no se supiera quién era quién. Sin embargo, la violencia física es un límite que no se puede cruzar”, analizó.