El regreso de Agustín Rossi: la designación de Martínez vuelve a ubicarlo en el escenario nacional
El nuevo jefe de bloque de diputados del oficialismo es un hombre de confianza del “Chivo”, como se lo conoce en Santa Fe; el exministro de Defensa podría volver a recalar cerca del Presidente
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ROSARIO.- La designación de Germán Martínez al frente del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos, tras la crisis interna que disparó el portazo de Máximo Kirchner, coloca nuevamente al santafesino Agustín Rossi en el escenario político nacional. Enfrentado al gobernador Omar Perotti y a La Cámpora en la provincia, el exministro de Defensa de Alberto Fernández ya comenzó a ser mencionado como posible refuerzo para el Gabinete en caso de que el kirchnerismo profundice su distanciamiento de la Casa Rosada.
De hecho, una versión que circula en la política santafesina señala que en marzo próximo Rossi podría asumir un cargo de relevancia cerca del Presidente: se menciona, entre las posibilidades, la jefatura de Gabinete o la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Además, según pudo saber LA NACION, el exministro de Gobierno de Santa Fe Roberto Sukerman -hombre cercano a Rossi- también figura entre los candidatos a sumarse a la gestión de Alberto Fernández.
“Rossi encarna, en este contexto tan complejo, una figura a la que no se le puede discutir su raíz kirchnerista, porque fue leal a Néstor Kirchner y a Cristina Fernández, pero ahora en este nuevo proceso está cerca del Presidente. Puede convertirse en un articulador de la coalición de gobierno”, deslizó un dirigente santafesino que lo conoce bien.
En la provincia, la designación de Germán Martínez -apadrinado por Rossi- provocó sensaciones encontradas, ya que aún quedan resabios del duelo electoral a nivel interno que se produjo en 2021 entre los sectores de Omar Perotti, que había conseguido el respaldo de la vicepresidenta Cristina Fernández, y del propio Rossi.
Salvo en el entorno al gobernador, donde mantuvieron silencio, en distintos sectores del peronismo santafesino cayó muy bien la designación de Germán Martínez en reemplazo de Máximo Kirchner, ya que se lo considera “un trabajador” de la política, que acompañó a Rossi desde 2005, con bajo perfil, pero que siempre tendió puentes con un estilo sencillo y sin estridencias. Incluso, dirigentes de la oposición valoraron su llegada a la jefatura de bloque, algo bastante extraño para el nivel de fricción de la política actual.
Martínez fue jefe de la campaña de Rossi de cara a las internas del 12 de setiembre, al que acompañó no sólo en sus años en la jefatura del bloque del PJ, lugar que ocupa él ahora, sino también en los dos períodos en que “el Chivo” ocupó el Ministerio de Defensa. Pero, además, fue siempre la principal espada de Rossi en el armado político en Santa Fe. Actualmente, es el jefe de la departamental del PJ en Rosario.
La llegada de Martínez a ese puesto de relevancia nacional se produjo en un momento en que la relación política entre el sector de La Corriente de la Militancia con Perotti no es la mejor. Hace dos semanas renunciaron, por expreso pedido del gobierno de Santa Fe, media docena de funcionarios de cuadros medios que pertenecían al kirchnerismo alineado con Rossi. En diciembre dejó su puesto de ministro de Gobierno Roberto Sukerman, otro dirigente de peso de La Corriente, por pedido del gobernador que nombró en su lugar a Celia Arenas, una asesora histórica de extrema confianza.
“El peronismo debe estar unido para volver a ganar las elecciones en la provincia y en el país, y toda decisión va en sentido contrario y atenta contra eso. Se necesita más apertura”, expresó por una red social el jefe del bloque del PJ en Diputados de Santa Fe, Leandro Busatto, un dirigente alineado con el rossimo.
Dos días antes de que fuera designado Martínez, Rossi puso al descubierto las críticas contra Perotti, con quien tiene –según admitió- “diferencias” y tomó distancia de la gestión del rafaelino. “Ejerce un liderazgo muy encerrado en sí mismo, que no comparto”, agregó en una entrevista en radio Dos.
Unas horas después, el diputado nacional Roberto Mirabella, mano derecha del gobernador, deslizó que él lo veía al legislador de La Cámpora Marcos Cleri como un posible reemplazante de Máximo Kirchner. Cleri es un dirigente cercano al hijo de la vicepresidenta desde hace mucho tiempo, y La Cámpora tiene una buena relación con el gobernador, a pesar de las diferencias ideológicas.
El crecimiento de este sector de La Corriente por su cercanía ahora con el Presidente va a repercutir también, según coinciden varias fuentes del PJ, en el armado político en Santa Fe de cara a un futuro electoral. El peronismo está fragmentado actualmente, con un gobierno, como el de Perotti, que enfrenta problemas de gestión, sobre todo en seguridad, pero que –como advierten en el peronismo y la oposición- se recluyó en el entorno más cercano. En el gobierno señalan que se hicieron cargo hace dos años de una provincia casi fundida, con las cuentas en rojo, y que luego enfrentaron las consecuencias de la pandemia. Destacan que fue el distrito que tuvo mejor recuperación a nivel económico del país.
Estas vueltas que da la política provocan también cierta desorientación en muchos dirigentes. Hace seis meses parecía que Alberto Fernández le había soltado la mano a Rossi, al que le pidió la renuncia del Ministerio de Defensa tras su decisión de ir a una interna en Santa Fe, que perdió con el actual senador Marcelo Lewandowsky, una figura popular por haber pasado por la TV.
La vicepresidenta había jugado en ese momento para Lewandowsky que era el postulante de Perotti, que se vio forzado a ese acuerdo porque nadie digería que su mano derecha Roberto Mirabella encabezara la lista de senadores, porque tenía pocas chances de imponerse. Por ahora no aparecen pases de factura al gobernador desde el espacio cercano a Rossi. Creen que con el fortalecimiento de esa línea podrán trabajar para fortalecer un PJ con “una mirada más progresista y participativa”.
Perotti no puede ser reelecto por la restricción que impone la Constitución de Santa Fe, por lo que ese sector deberá de cara al futuro tejer alianzas que hoy no se traslucen con nitidez en la gestión de gobierno, tras la salida de los dirigentes alineados con Rossi. El escenario del peronismo en Santa Fe encierra varios enigmas, pero por lo pronto lo que queda claro es que Rossi volvió a tener influencia en la Casa Rosada y también en el Congreso.
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