El recuerdo del plan Cóndor, que se desactivó por presión mundial
Menem eliminó en 1992 el emprendimiento militar del misil
Luego de la guerra en las islas Malvinas, la Argentina desarrolló un sistema balístico denominado Cóndor, que fue cancelado diez años después por la presión internacional. La desactivación del proyecto fue uno de los hechos que estrecharon la relación del gobierno de Carlos Menem con Estados Unidos.
Hasta 1987, el emprendimiento militar del misil Cóndor se mantuvo fuera de la agenda pública. Ese año, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Alemania, Francia, Japón y Canadá establecieron el Régimen de Control de Misiles para impedir la proliferación de esa tecnología en los países periféricos.
El desarrollo argentino estaba muy avanzado ese año, con un misil proyectado con capacidad para transportar una carga bélica de 500 kilogramos a una distancia estimada entre los 800 y 1000 kilómetros. Y por entonces tenía socios que no despertaban mucha confianza internacional, entre ellos Egipto.
Con la llegada de Menem al poder, se intensificaron los gestos norteamericanos para frenar el Cóndor. En principio, el presidente Menem se mostró convencido de seguir con el plan del cohete, a tal punto que participó del lanzamiento de un prototipo menor, el Alacrán, en la base de Chamical, en La Rioja, a los pocos meses de asumir la primera magistratura.
Motores y carcazas
Los cuestionamientos en el mundo aumentaron en 1992 y finalmente se dio por cerrado el proyecto del Cóndor. Ese misil, tan polémico, nunca voló, según determinaron las investigaciones periodísticas que se hicieron en esos años. Sí, en cambio, se construyeron motores y carcazas para el cohete.
La situación con ese cohete siguió la línea del escándalo público hasta que la Argentina acordó no sólo desactivar el proyecto, sino también destruir el material y los planos. Parte de los motores fue enviada a España en 1993 para que allí se garantizara la destrucción reclamada por Estados Unidos. Además, las instalaciones hasta entonces secretas de Falda del Carmen fueron abiertas a inspecciones internacionales.
El gobierno menemista decidió cerrar el predio de Falda del Carmen y quitó las investigaciones espaciales de manos de los militares, para crear una agencia civil. También acordó el ingreso del país en el Régimen de Control de Misiles.
Algunos años después, en 1996, Menem inmortalizaría ante chicos de una escuela primaria una frase: "Atravesaremos la estratosfera y en dos horas estaremos en Japón".
Quizá pensaba entonces en el plan espacial que lanzaría antes de dejar el gobierno, pero nada se hizo. La sombra del Cóndor tapó todos los proyectos hasta esta nueva prueba del Tronador.