El primer avión que aterrizó en las islas, cerca del desguace
El TC-68 bombardeó la flota británica y hoy está en la base aérea de El Palomar; le faltan piezas
Mudo testigo y activo animador de la Guerra de Malvinas, el Hércules TC-68, el primer avión militar que aterrizó en Puerto Argentino el 2 de abril de 1982, está hoy desactivado en la I Brigada Aérea de El Palomar. Se le quitó el motor, entre otras piezas, y hoy, a 34 años del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea, es una síntesis de las penurias presupuestarias que atraviesan las Fuerzas Armadas.
La tripulación que comandó el Hércules durante el mes y medio que actuó como avión bombardero contó a LA NACION detalles de sus heroicas acciones, que contrastan con la situación actual de la aeronave.
"Los recursos son escasos, los aviones no vuelan, los pilotos tienen muy pocas horas de vuelo para entrenarse", describió el brigadier mayor retirado Alberto Vianna, comandante del Hércules C 130 TC-68, que con sus vuelos rasantes sorprendió a las embarcaciones británicas que procuraban abastecer a sus tropas .
Voceros de la Fuerza Aérea confirmaron a LA NACION que el TC-68 está desactivado, pero aclararon que "se encuentra en condiciones para su recuperación". Eso significa que cuando haya plata y decisión política, se invertirá para que vuelva a volar.
Las acciones
El TC-68 aterrizó en Malvinas a las 8.45 del 2 de abril, cuando aún no habían terminado los enfrentamientos en el aeropuerto de Puerto Argentino y había obstáculos en la pista. Lo condujeron los comodoros Jorge Martínez y Carlos Julio Beltramone y el vicecomodoro Alfredo Cano.
Vianna -por entonces vicecomodoro- y los capitanes Roberto Cerruti (hoy comodoro) y Andrés Valle (hoy vicecomodoro) llegaron 15 minutos después en el TC-63 y transportaron a unos 100 hombres del Regimiento 25 de Infantería, que conducía Mohamed Seineldín. Los acompañaban el suboficial principal Pedro Razzini, el cabo primero Carlos Ortiz y el suboficial auxiliar Carlos Nazzari.
"Se armaron 15 tripulaciones, con la misión de establecer un puente aéreo entre el continente y las islas El escuadrón tenía base en Comodoro Rivadavia y desde allí trasladábamos al personal y llevábamos material, en vuelos de dos horas", explicó Vianna. Así, su tripulación aterrizó 25 veces en Malvinas, hasta que el 1° de mayo se produjo el primer ataque bélico.
"En los primeros cinco días de combate ningún avión argentino pudo aterrizar en la isla", recordó Cerruti. "El 6 de mayo hicimos un vuelo rasante, entre 12 y 15 metros sobre el mar para sortear los radares, y logramos aterrizar. Llevamos armas y 14.000 kilos de cargas, y permanecimos 25 minutos en la isla con los motores en marcha. Se bajó la carga, subieron 25 heridos y partimos al continente", completó Vianna.
Semanas después, se le adjudicó a la tripulación de Vianna el manejo del TC-68, que había sido acondicionado en Córdoba para transportar bombas. En el alfabeto aeronáutico se lo conocía como Tango Charlie 68. "En el espacio entre los dos motores, se retiró el tanque de combustible y se colocaron seis bombas de 250 kilos cada una, debajo de cada ala. El tanque se colocó adentro, en el compartimento de cargas y se agregaron otros dos tanques, lo que le dio al avión mayor autonomía de vuelo: 19 horas", explicó el comandante.
La misión era lanzar materiales en paracaídas sobre las islas, para que lleguen a las tropas, e interferir en las líneas de abastecimiento del enemigo. El TC-68 realizó, así, siete vuelos entre el 28 de mayo y el 8 de junio, en el que frenaron avances británicos.
"El 29 de mayo detectamos el buque British Wye, que abastecía a la flota inglesa y lo bombardeamos", comentó Cerruti.
Dos días después, al seguir una señal en el radar, el Hércules bombardero voló sobre el buque RFA Fort Grange, pero la niebla espesa impidió ubicarlo en la mira. Un teniente británico vio desde la popa del barco la matrícula del avión (TC-68) y dedicó los siguientes 18 años a identificar a quienes lo piloteaban. Tras mantener contacto por mail, Cerruti y el oficial John Charles Osmond se encontraron en febrero de este año en Buenos Aires y se dieron un abrazo. "Yo cumplía con mi deber", le dijo cada uno al otro.
El 1° de junio, el TC-68 avistó al HMS Glasgow y el 8 de ese mes bombardeó al petrolero VLCC Hércules, con bandera de Liberia, que se dirigía a Alaska, pero navegaba por esa ruta. Averiado, el barco llegó a Río de Janeiro y luego se hundió en el Atlántico el 20 de julio. Se sospechó siempre que aprovisionaba a la flota británica.
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