El Presidente resiste frente a la presión de Massa y el kirchnerismo contra las PASO
Mantiene su postura de evitar cambios en el sistema electoral
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Mientras el Presidente volaba a San Pablo para saludar a Lula da Silva tras su triunfo en las elecciones brasileñas, Sergio Massa sumó presión a Alberto Fernández para que anule las PASO. El kirichnerismo quiere forzarlo a que llame a la mesa de conducció del Frente de Todos para torcerle el brazo entre todos. Pero Fernández, cada vez más en soledad dentro de su propia coalición, mantiene las primarias en pie, con la idea de que es la forma de preservar su incidencia dentro de las definiciones electorales de cara a 2023.
Este lunes, desde Brasil, Fernández repitió una frase sugestiva: “los procesos electorales deben ser debidamente respetados”. En la Casa Rosada aseguran que se refirió a la amenaza de Jair Bolsonaro de desconocer el resultado. Pero en el interior del oficialismo, el mensaje tuvo sabor local.
Las diferencias se hicieron más palpables a lo largo de los últimos siete días. El primero en encargarse de eso fue Máximo Kirchner, quien en una entrevista periodística dijo que era “raro” que un Presidente participara en las PASO. Luego fue el turno del propio Fernández, que ratificó su decisión. Y más tarde, el camporista Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del Interior, extremó las presiones contra el Presidente, con el argumento de que los intendentes y los gobernadores querían eliminarlas. Este lunes, Massa apareció para incorporarse a las filas kirchneristas contra Fernández.
“Está claro que se está operando en un sentido: Alberto no puede pensar todo en función del interés más chiquito”, resumió a LA NACIÓN una fuente del kirchnerismo duro, para reconocer que las palabras de Massa estuvieron lejos de ser casuales. En cambio, el massismo juraba que había sido “solo una opinión”, en un intento por disimular la presión. Una tarea difícil.
La negativa de Fernández a eliminar las primarias, su manifiesta voluntad de presentarse como candidato para ser reelecto y su visión de que aún no es tiempo de convocar a una mesa de diálogo interno son tres de los principales puntos que lo dejan en soledad interna dentro de su propia coalición. Quienes lo vieron en los últimos días aseguraban que a Fernández se mantiene firme y transmite seguridad con lo que está decidiendo. Cuentan que dialoga con Cristina Kirchner vía Telegram y que el trato con Massa es “excelente y permanente”.
Desde Balcarce 50, por lo pronto, apuestan al tiempo como un factor a favor de que no se trate el tema de la posible suspensión de las primarias en el Congreso. A fin de mes terminan las sesiones ordinarias. Y durante las extraordinarias solo se pueden tratar los proyectos que pida el Poder Ejecutivo. A favor de la estrategia de Fernández juegan tambien los menos de dos meses que restan para el fin de las sesiones y que entre medio tienen los “tiempos del Mundial” de fútbol de Qatar. “No se pueden cambiar las reglas de juego con el partido en marcha”, insisten cerca suyo con una metáfora futbolera en referencia a las PASO.
Convencido de que es un debate que debe dar el Congreso, Massa pidió que el Presidente llame “a la mesa política del Frente de Todos para fijar una única posición”. “No lo digo desde la cosa imperativa, lo digo desde la cosa inteligente; hay cosas que en la coalición las tenemos que discutir cara a cara en una mesa, a puertas cerradas”, argumentó Massa.
La idea de una convocatoria a una “mesa política” la impulsa el kirchnerismo para forzar a Fernández a que allí se resuelva las candidaturas para 2023. Como contó este fin de semana LA NACION, el objetivo es doblegar al Presidente en su intención de ir por la reelección bajo la convicción de que, si los máximos líderes del oficialismo y los distintos sectores del peronismo se reúnen para discutir la estrategia electoral, se escenificaría la falta de respaldo interno al jefe de Estado.
Fernández, al menos por el momento, resiste la embestida. “Es por una cuestión táctica, no es el momento propicio, ahora hay mucha pirotecnia interna”, dijo en la intimidad la última semana sobre la decisión de no convocar por el momento a los otros sectores de la coalición al debate.
Massa también se mostró a favor de eliminar las PASO. “Traigo una opinión respecto de cómo funcionan las primarias que es pública, basta con googlear qué dije en el 21, en el 19, en el 17. Google me manda en cana en ese sentido”.
El kirchnerismo viene exhibiendo su apoyo a Massa, ya sea a través de Máximo Kirchner, como también de Wado de Pedro. “Sergio Massa tiene todo el apoyo”, contestó el ministro del Interior en la entrevista donde embistió contra las PASO.
En la línea de reconocimiento a Massa también había ido Máximo Kirchner previamente. “Sergio Massa está administrando las consecuencias de la gestión económica anterior. Tiene un conocimiento enormemente superior del Estado al de Martín Guzmán”, dijo comparándolo con su antecesor. La declaración casi quedó opacada por lo que Kirchner vertió sobre Fernández. “Creo que él ha dicho que sí, pero para un oficialismo, que su Presidente vaya a PASO con otros competidores es cuanto menos extraño”, fueron las palabras del santacruceño para el mandatario.
Massa, que insistió en su idea de no presentarse para 2023 sostuvo: “aspiro a hacer bien esto y a mirar de lejos la batalla electoral de lo que viene”. Luego de lo cual se mostró en sintonía con la vicepresidenta Cristina Kirchner al decir que no está de acuerdo con el incremento de la medicina prepaga autorizado para diciembre, tal como lo hizo la exmandataria la semana pasada. “El aumento de la prepagas no tiene ninguna explicación. Comparto lo que dice el tuit de Cristina [Kirchner]”.
“El dio su posición, no es que está alineándose o tomando partido por nadie”, aseguraban hoy, lejos delo público en su entorno. “Él lo que dice es que las prepagas subieron más más que el promedio de la inflación”, completaban. “Da su posición, es uno de los tres lado que componen la coalición”.
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