El Presidente logró preservar a Cafiero, pero suma presiones para cambiar el gabinete
Mientras el Gobierno dice que las salidas de Arroyo y Rossi serán las únicas, el kirchnerismo duro cuestiona a Kulfas, Moroni, Frederic y Guzmán
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“Alberto blindó su gabinete. Les dijo a Cristina y Máximo que cedía hasta acá”. La reflexión circuló por los despachos de dos de los miembros del elenco ministerial del presidente Alberto Fernández, apuntados dentro de los “funcionarios que no funcionan” y que en el cierre de listas escaparon de su hasta hace poco inexorable destino de salida. Un camino que iniciaron Daniel Arroyo (Desarrollo Social) y Agustín Rossi (Defensa), quienes serán candidatos en las PASO.
Mientras cerca de Fernández aseguran que el cierre de listas “fue tranquilo y sin sangre” y que “no se ve al Presidente con apuro por hacer cambios ni mucho menos”, distintos actores del Frente de Todos intuyen que la presión por más cambios del sector que encabezan Cristina Kirchner y su hijo, el titular del bloque de diputados del Frente de Todos, continuará en los próximos meses.
“El cierre fue terrible. El que no se sentaba con Máximo quedaba afuera del Mundial. Estuvieron durísimos y se vienen más cambios, si no es ahora será en diciembre”, pronostica uno de los dirigentes peronistas damnificados por las definiciones de los espacios, que salvo el primer lugar en la lista de diputados bonaerenses para Victoria Tolosa Paz (albertista “pura” que también se irá del Gobierno para ser diputada) se inclinaron en su mayoría hacia La Cámpora y el cristinismo.
Si bien el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, y ministros como Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Matías Lammens (Turismo y Deportes), eran insistentemente mencionados como posibles candidatos, y por ende fuera del gabinete en cuanto comenzara la campaña, nada de eso ocurrió. “Era el mejor jefe de gabinete, el mejor candidato y el mejor padre. Fue su semana”, festejaron cerca del jefe de gabinete luego de la tensión vivida durante los últimos días, jornadas de discusión internas que terminaron con Cafiero en su despacho.
Sin embargo, la salida de Arroyo y su ubicación en la lista (número 12, muy lejos de los primeros lugares) alentó los resquemores de otros integrantes del gabinete en relación a su futuro cercano. “Es muy raro lo que pasó con Daniel: ir en ese lugar de la boleta es raro”, reflexionaba una fuente del albertismo. “Se quería ir, estaba podrido de las internas en su ministerio”, coinciden dentro y fuera de la Rosada, aunque el virtual exministro fue hermético y no dejó trascender la perplejidad y resignación que sí aquejó a varios de sus colaboradores más cercanos. Con Rossi, coinciden las fuentes, la situación fue diferente: habría tenido un guiño de la vicepresidenta para presentar lista propia en Santa Fe y enfrentar a los candidatos que la propia Cristina Kirchner acordó con el gobernador Omar Perotti.
Como otro ejemplo de la presión, desde el albertismo señalan a Juan Zabaleta, el intendente de Hurlingham que será candidato a concejal en su distrito. “Lo hizo por supervivencia, si no se lo llevan puesto”, contó un referente en relación a La Cámpora y su intención de gobernar el vasto territorio bonaerense.
En la primera fila están, desde hace tiempo, integrantes del ala económica, como Martín Guzmán y Matías Kulfas, provenientes de distintas tribus del oficialismo pero hoy hermanados por ser blanco del encono vicepresidencial. También Sabina Frederic (Seguridad), protagonista de duras controversias con su par bonaerense, Sergio Berni, y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, de constante bajo perfil.
“Kulfas está en capilla desde el primer día”, reflexiona un compañero de gabinete, conocedor de la antipatía que el ministro de Desarrollo Productivo (y sus libros críticos del kirchnerismo) provoca en los leales a la expresidenta. “Guzmán también está complicado, pero hasta que resuelva la deuda con el FMI va a seguir. No se va a ir por ahora”, contesta otro referente del cristinismo, que escuchó a la vicepresidenta el sábado, cuando reinstaló el pago de la deuda externa como tema de la incipiente campaña. ¿Frederic y Moroni? “Están flojos. Pero es cero ideológico, es gestión”, justifica un funcionario provincial de buen vínculo con el kirchnerismo duro.
“Todos ganamos y perdimos. Alberto ganó al no ceder a Santiago, ellos (el cristinismo) ganaron poniendo a muchos de los suyos en las listas”, resumió un leal al Presidente, que este lunes, a las 12.30, encabezará el primer acto “de gestión” luego del cierre de listas. Será en la localidad bonaerense de Merlo, junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof y el ministro de Hábitat y Vivienda, Jorge Ferraresi. La inauguración de viviendas será eje de campaña, mientras desde el cristinismo la presión por los cambios continúa sin pausa.
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