Alberto Fernández fortalece a Santiago Cafiero y el jefe de Gabinete levanta el perfil
CuandoSantiago Cafiero dé, la semana que viene, su primer informe ante el Congreso, llegará fortalecido. Después de meses de perfil bajo y algunos cuestionamientos internos, el jefe de Gabinete recibió en los últimos días gestos favorables del Presidente, que lo colocan en un lugar de mayor visibilidad y poder interno dentro del Gobierno.
El primer punto tiene que ver con la situación de emergencia. Desde el 11 de mayo, Cafiero cuenta con superpoderes, que lo habilitan a reasignar sin límites partidas del presupuesto. La Casa Rosada decidió no enviar el proyecto de presupuesto 2020, ni siquiera si se alcanza una acuerdo para renegociar la deuda externa, por lo que el jefe de Gabinete mantendrá esa facultad hasta fin de año. El decreto de superpoderes ya tiene dictamen favorable de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, por lo que no hay peligro de marcha atrás.
De manera indirecta, la cuarentena también le dio a Cafiero un trato más fluido con los gobernadores. Él, como administrador del aislamiento, es el encargado de firmar las excepciones y revisar los protocolos, por lo que los mandatarios llamaron a su oficina más que nunca.
Pero Cafiero ya no cumple un papel meramente administrativo en el gobierno de Alberto Fernández, sino que empezó a desarrollar, de a poco, un perfil con más peso político. El giro es sutil pero fácil de notar, si se mira con atención. El excoordinador del Grupo Callao, el círculo de dirigentes que acompaña a Fernández desde antes de que empezara su carrera presidencial, se consolida como el funcionario de máxima confianza del Presidente. Es el único que lo reemplaza en tareas importantes y que responde en nombre del Gobierno en todos los temas.
"En los primeros meses de un gobierno, el jefe de Gabinete se tiene que ocupar con muchas cuestiones que tienen que ver con poner en marcha la gestión. Las tareas fueron muy diversas, desde conseguir un edificio para que funcionara el Ministerio de la Mujer, hasta revisar cada una de las designaciones políticas, de subsecretario para abajo", dicen cerca de Cafiero, para explicar el cambio que se vio en las últimas semanas.
El nuevo rol quedó expuesto el viernes pasado. Mientras el Presidente visitaba La Pampa y Neuquén, el jefe de Gabinete viajó a Chaco, el tercer distrito del país con más casos de coronavirus. Acompañado de la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, Cafiero llegó como delegado del gobierno nacional, para intentar poner orden en una provincia en la que la crisis sanitaria amenaza con convertirse en un problema político. El jefe de Gabinete conoce al gobernador Jorge Capitanich hace muchos años. Los dos recordaron el viernes cuando, hace unos años, el hoy mandatario presentó un libro en la librería que tenía Cafiero.
"La tarea nuestra es apoyar al gobernador, acompañarlo, coordinar la gestión y traer experiencias que son valiosas y se pueden aplicar aquí", dijo en Resistencia, en un contacto con los medios locales. Esa es otra de las tareas que, por pedido del Presidente, Cafiero asumió con más intensidad en las últimas semanas, la de vocero político del Gobierno. El jefe de Gabinete multiplicó sus apariciones en radio y televisión, con el objetico de que Fernández no cargue solo con esa tarea.
"Imagínense lo que hubiese sido esta pandemia con Mauricio Macri gobernando, una catástrofe", declaró el sábado, en una nota con radio Mitre, y cuestionó al conjunto de intelectuales que publicó una solicitada contra la cuarentena. "Hay una intencionalidad política para dañar al gobierno. Es irresponsable", manifestó.
El miércoles, un día antes de los anuncios de extensión de la cuarentena, fue otro día importante para su fortalecimiento interno. Por primera vez, el Gobierno hizo una reunión de Gabinete. La convocó Cafiero y el Presidente no fue, en un movimiento acordado con su hombre de confianza. El jefe de Gabinete quedó así como maestro de ceremonia del encuentro que se desarrolló en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Aunque la agenda formal de la reunión fue el proyecto de presupuesto 2021, pronto se convirtió en una conversación sobre el presente y el futuro del Gobierno, en la que Cafiero se reservó la última palabra. "Nos ganamos el puesto", les dijo, en clave futbolística, sobre el desempeño del gabinete en los primeros seis meses de gestión.
"Está más empoderado. Es lo que corresponde. Santiago debe ocupar ese lugar, por el bien de Alberto", dijo a LA NACION uno de los funcionarios que participó de la reunión. "Es lógico que empiece a hacer más política. El Presidente le abre el juego y le tiene mucha confianza", consideró un ministro que tiene buena relación con Cafiero. El jefe de Gabinete había sido blanco de críticas internas la última semana de abril, cuando el gobierno nacional anunció una flexibilización de la cuarentena de la que los principales distritos tomaron distancia. "Los que no se animan a pegarle a Alberto, le pegan a Santiago, es parte de la función del jefe de Gabinete", respondían entonces en su entorno.
El mismo miércoles, horas antes de la reunión de ministros y secretarios, Cafiero fue uno de los funcionarios que acompañó al Presidente en la reunión con los empresarios más poderosos del país. No fue un simple participante, reveló el jueves Fernández: el jefe de gabinete organizó ese encuentro, destinado a acercar posiciones entre el Gobierno y los hombres de negocios más influyentes de la Argentina.
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