El pliego de Carlés sigue vigente en el Senado
La renuncia de Carlos Fayt, posdatada al 11 de diciembre próximo, volvió a poner luz sobre el nombre de Roberto Carlés, que no por olvidado mantiene vigente su nominación por parte del Poder Ejecutivo para ocupar la vacante dejada por Raúl Zaffaroni.
Para más de un senador oficialista el anuncio de Fayt, sumado al pliego dormido de Carlés, podría convertirse en una oportunidad para Cristina Kirchner de abrir una negociación con algún sector de la oposición -todas las miradas apuntarían al peronismo disidente-, para superar el obstáculo del voto de los dos tercios de los presentes en el Senado que exige la Constitución para designar un juez de la Corte.
Esa mayoría calificada, que el kirchnerismo no tiene, mantiene empantanada la designación de Carlés, cuestionado por senadores aliados del oficialismo por su falta de antecedentes para el cargo. Su pliego tiene dictamen de la Comisión de Acuerdos desde el 31 de marzo último.
"Con dos vacantes, lo inteligente sería sentarse a negociar", opinaba ayer un senador kirchnerista sin tener aún idea de cuál será la política que adoptara la jefa del Estado. El antecedente de Zaffaroni es similar, ya que presentó a comienzos de noviembre una renuncia que recién se hizo efectiva el 31 de diciembre.
Esta no es la primera vez que se habla de la teoría de las dos vacantes en la Corte como llave para abrir una negociación con el peronismo disidente en el Senado. El tema se mencionó en medio de la polémica por la decisión presidencial de impulsar a Carlés y el nombre que sonó en aquella oportunidad fue el de Adolfo Rodríguez Saá (PJ-San Luis). El puntano negó un acuerdo, pero admitió a LA NACION que si se producía otra vacante en el máximo tribunal y se retiraba el pliego de Carlés, se sentaría a hablar con el kirchnerismo.
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