El plan para “federalizar” a Horacio Rodríguez Larreta: pragmatismo, territorialidad y perfil “popular”
El jefe porteño continuará su gira por el interior del país para reclutar aliados de cara a 2023; el rol de Diego Santilli y la apuesta a la cultura para instalarse en las provincias
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Horacio Rodríguez Larreta acelera el armado de su proyecto para llegar a la Casa Rosada en 2023. Si bien continuará cultivando su imagen de gestor municipal, lo que considera su atributo político más rentable en las urnas -es su principal activo en las encuestas-, el jefe de gobierno porteño ya puso en marcha un plan para “federalizar” su perfil y fortalecer su estructura en el interior del país.
Tras el triunfo de Juntos por el Cambio en las legislativas, en las que Larreta salió airoso en su debut como estratega electoral, el jefe porteño puso a Diego Santilli, su delfín en Buenos Aires, al frente de una mesa que trabaja en su armado nacional. Desde allí, activó una ronda de reuniones con dirigentes larretistas para interiorizarse sobre el estado de situación de la construcción política del alcalde porteño en los distritos más poblados del país.
La estrategia del larretismo para fortalecer el proyecto presidencial del alcalde porteño tiene un brazo político y una pata cultural. Está claro que Larreta cuenta con un arma fundamental para mover sus fichas y avanzar con sus objetivos: la maquinaria electoral de la Ciudad, que no se detiene pese a que este año no habrá comicios, y la caja porteña. De hecho, los detractores internos -y potenciales rivales en las PASO de 2023- consideran que el jefe porteño corre con ventaja en la carrera presidencial por los recursos que maneja la administración porteña.
Es que la Capital no solo es una vidriera política, sino que le permite al alcalde instalarse -la pandemia le dio un alto nivel de conocimiento en todo el país- y fidelizar vínculos con sus socios, desde radicales hasta vidalistas o exfuncionarios macristas ocupan sillas o tienen contratos en la Ciudad.
El equipo de campaña, que se reúne con cierta periodicidad, está integrado por el ministro de gobierno porteño, Jorge Macri, quien se ocupa de promocionar la gestión de la Ciudad en municipios del territorio bonaerense y del interior; y Fernando Straface, Eduardo Macchiavelli y Federico Di Benedetto, uno de los estrategas comunicacionales de Larreta, entre otros. Emilio Monzó, quien le pide a Larreta que arme un “scrum” de moderados, aún no se sumó de manera formal a la mesa que edifica el plan del alcalde para llegar a presidente en 2023. En su última reunión a solas, Monzó y Larreta quedaron en volver conversar durante las próximas semanas para sellar el acuerdo.
De extracción peronista, Santilli busca darle su impronta al armado nacional de Larreta. Consciente de que el Pro ya no puede extrapolar al interior su kit porteño, como ocurrió en 2015 con Mauricio Macri, el exvice de la Ciudad apuesta a la territorialidad y a priorizar a los referentes locales de Juntos por el Cambio en las provincias. Por eso, más que imponer el modelo de la Ciudad, Santilli pretende que la estructura de Larreta se sostenga en dirigentes que tuvieron una buena performance en las legislativas pasadas, como Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Claudio Poggi (San Luis), Ignacio Torres (Chubut) o Martín Maquieyra (La Pampa).
Para evitar ruidos internos, Santilli exhibió a Larreta en Córdoba y Mar del Plata, sus dos últimas incursiones fuera del terruño porteño, con representantes de las distintas facciones de JxC, como Luis Juez, Gustavo Santos y Mario Negri. Una demostración del pragmatismo larretista.
Hay ministros porteños que notan a Larreta muy inquieto por el nivel de confrontación interna en el seno de la coalición opositora. “No hay que llevar el pack de la Ciudad. Hay que terminar con eso. Necesitamos sostener y fortalecer los liderazgos locales”, comenta un ladero de Larreta. Para no provocar tensiones en el espacio y atentar contra la unidad, el alcalde prefiere mantenerse sumergido: está convencido de que no debe asumir un mayor liderazgo en la coalición y opta por no mostrarse proactivo a la hora de fijar posicionamientos frente al Gobierno.
“Ya tiene ciento por ciento de conocimiento en todo el país. No necesita opinar todos los días para posicionarse”, dicen en Uspallata, la sede del gobierno porteño. Es que Larreta considera que su atributo más fuerte es la gestión. Sabe que el electorado de JxC en todo el país no lo valora por sus discursos o su ideología, sino por su imagen de “buen gestor”.
El costado “popular”
El plan de “federalización” de Larreta también tiene una pata cultural. El jefe porteño le encargó a su ministro Enrique Avogadro que recorra el país para conectar a la Ciudad con los sectores populares del interior. En el larretismo consideran que la cultura es “un puente” para construir vínculos. Por eso, Avogadro organiza recorridas de Larreta en festivales culturales, como el de folklore en Cosquín. La intención (más allá de mostrar interés por la cultura local y forjar una relación de “ida y vuelta” con la Ciudad) es exhibir una “mirada federal” en el proyecto de Larreta. Es más, Julia Pomares, jefa de asesores de la Ciudad, teje una “narrativa” para el proyecto presidencial de Larreta que está enfocada, sobre todo, en los jóvenes y los sectores populares. Y, para salir de la óptica porteña, intentan tallar un mensaje de Larreta anclado en el desarrollo productivo federal, entre otros ejes.
Durante la última visita del jefe porteño a Córdoba, Avogadro y el hijo de Santos gestionaron un almuerzo de dos horas con Carlos “La Mona” Jiménez, un ícono del cuarteto e ídolo popular en la provincia mediterránea, donde Mauricio Macri tiene una fuerte ascendencia. “A Horacio le fue muy bien. Pero Córdoba es una provincia fundamentalmente macrista. Mauricio es visto como la contracara al kirchnerismo. A partir de Macri, los demás referentes amarillos comparten esa popularidad”, señala un alfil local de JxC. El encuentro con “La Mona”, que se concretó en la casa del músico y se coronó con una foto, se enmarca en una estrategia de la Ciudad para acercar a Larreta al mundo artístico. De hecho, Avogadro organiza con frecuencia reuniones privadas entre el alcalde y artistas en la Capital.
Desafiado por Patricia Bullrich, quien apuesta por el armado en el interior, Larreta continuará con su raid nacional durante 2022. Las próximas paradas, estiman en Parque Patricios, serían Corrientes y Jujuy, territorios gobernados por los radicales Gustavo Valdés y Gerardo Morales.
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