El plan de Mauricio Macri para 2023: jugar al misterio y eludir el papel de elector
El expresidente surfea las internas en Pro por las candidaturas para preservar la unidad; busca ser “ecuánime” en la pelea entre Larreta y Bullrich
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El diagnóstico de Emilio Monzó no causó sorpresa en el entorno de Mauricio Macri. Desde el triunfo de Juntos por el Cambio en las legislativas, el expresidente olfatea una creciente revalorización de su figura, incluso, entre sus retadores de Pro y el denominado “círculo rojo”. Más allá de que Monzó afirmó que Macri es el único que podría ordenar a la oposición y que es el dirigente con más votos en la interna del espacio, el fundador de Pro no piensa calzarse el traje de elector para “bendecir” con su dedo a ningún aspirante a la presidencia. Tampoco prevé bajarse de la contienda por la Casa Rosada, como le pidió su exarmador. “No es momento de hablar de candidaturas. Faltan dos años”, repiten sus laderos en el llano.
Es que el objetivo de Macri, avisan sus allegados, es sostener la unidad de JxC y fortalecer al Pro para que el conglomerado opositor mantenga sus chances de volver al poder en 2023. Y aventuran que no se entrometerá en las internas que sacuden el tablero de la alianza. Tanto Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal como Gerardo Morales o Facundo Manes ya miden fuerzas en la carrera hacia la presidencia. Macri quiere que todos los aspirantes muestren en la cancha durante el 2022 si están preparados para disputar la sucesión de Alberto Fernández. Cerca del expresidente subrayan que Macri será “ecuánime” en esa pulseada. El jefe de la familia de Pro ya avisó que las postulaciones se definirán a través de las PASO en 2023. Es más, en una reunión con dirigentes de Pro que lo visitaron el jueves en Villa La Angostura, comentó que imagina al menos tres fórmulas en las primarias de 2023. “No hay favoritismos. No bendice ni deja de bendecir. Todos los obispos que quieran ser Papa, tendrán que competir”, dice uno de los interlocutores habituales de Macri.
En el círculo de confianza del exjefe del Estado coinciden en un punto: Macri no se apresurará para definir si intentará o no volver a competir por la presidencia. Es optimista sobre las posibilidades de JxC en 2023. Es más, considera que el espacio tiene muchas chances de regresar a la Casa Rosada con una base de sustentación política más amplia, porque aventura un contexto muy distinto al de diciembre 2015. Es que Macri proyecta posibles victorias de la oposición en distritos clave, como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos o Chubut y Santa Cruz. Ese escenario, entiende Macri, será propicio para avanzar con reformas estructurales en la economía.
Envalentonado con la victoria electoral de JxC en las legislativas, repite ante propios y extraños que quiere decidir con libertad si es o no candidato a presidente en 2023. “Sería muy difícil ganarle a Macri en una interna. El círculo rojo ya veía lo que dijo Monzó”, señala uno de los asistentes del exmandatario. Sus armadores insisten en que Macri tejerá para que JxC llegue a la contienda presidencial “con una opción fuerte”: “Está tranquilo. No lo descarta, pero hoy no es candidato. No va a quedar preso de sus palabras”, comentan cerca del exmandatario. Ni Bullrich ni Larreta se animan a arriesgar si Macri intentará volver o no. “No lo va a dejar su entorno”, señalan cerca de la exministra, quien ya activó su plan presidencial. El alcalde es más cauto.
Si bien está recluido desde fines de diciembre en el country Cumelén, en Villa La Angostura, adonde viajó para descansar junto a su familia, Macri se mantuvo involucrado en la “rosca”. Participó vía Zoom de las reuniones de la mesa nacional de JxC en las que se debatió la postura de la fuerza ante la convocatoria al diálogo del presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, por la deuda. El jueves pasado recibió al Foro de legisladores provinciales de Pro, a quienes exhortó a “seguir dando la batalla cultural” contra el kirchnerismo y trabajar para blindar la unidad de JxC. Allí, Macri se mostró disentido -hasta “pagó una picada”, un gesto que despertó humoradas entre los legisladores-, pero “enchufado” a la hora de arrojar su visión de la actualidad de JxC y analiza la situación del país. Repasó las conclusiones de su libro de memorias y les dijo que lamenta no haber tenido “éxito” en lograr reformas en el Estado. “Está muy preocupado por la economía”, cuenta uno de los dirigentes que asistieron a la reunión.
Este fin de semana Macri se vio con Larreta, quien viajó al Sur para descansar unos días junto a una de sus hijas. “Todo perfecto”, transmitieron desde la cúpula de la Ciudad tras la cumbre entre los popes de Pro. En el entorno del exmandatario hicieron diversas interpretaciones de los dichos de Larreta en una entrevista con LA NACION sobre una eventual candidatura de Macri (”Él nunca expresó su vocación de querer competir por la presidencia en 2023″). Mientras que algunos lo tomaron como un intento del alcalde porteño de correrlo a Macri de la contienda, otros relativizan la frase: “Es lo mismo que dice Mauricio”.
Desde que volvió de Arabia Saudita, adonde viajó tras las legislativas, Macri no oculta sus matices con Larreta. No solo está disconforme con el resultado del enroque electoral ideado por el alcalde -transmitió que JxC podría haber ganado por una diferencia mayor-. También rechaza la apuesta de Larreta por la moderación. A su vez, objeta la idea que promueve el alcalde de que para tener éxito en la Casa Rosada se requiere una base de sustentación del 70%. El expresidente procura cuidar al núcleo duro de sus votantes para evitar fugas a los libertarios. No quiere un discurso light ni lo estimula el mensaje “antigrieta”, sino que se defiendan sus ideas. Se aferra al 41% de sufragios que se llevó a su casa tras la derrota de 2019.
Quienes hablaron con el expresidente durante los últimos días lo notaron muy crítico sobre el rumbo económico y pesimista sobre la chance de que el Gobierno cierre un acuerdo con el FMI. Aventura que el país podría atravesar una crisis grave en los próximos meses. “Lo ve como una oportunidad para que se produzcan cambios culturales”, indica uno de los legisladores que lo visitó en Cumelén.
Otros dirigentes de Pro lo perciben preocupado por las denuncias por supuesto espionaje ilegal durante la gestión de Cambiemos, sobre todo, tras el estallido del caso “Gestapo”. “Quiere que haya un respaldo más importante de la coalición, pero algunos en la mesa nacional piden explicaciones sobre el accionar de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani (exjefes de la AFI)”, comenta uno de los caciques de JxC.
Cerca de Macri sospechan que la Casa Rosada intentó “desviar la atención” con la denuncia de la AFI contra el vidalismo. “Hay una persecución política contra Macri. Siempre aparece algo de espionaje en momentos críticos para el Gobierno”, dicen. Y afirman que Vidal ya dio explicaciones sobre la polémica reunión en la sede del Banco Provincia: “Es un tema de la provincia”, deslizan.
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