El PJ, un gran bazar de jarrones chinos
Un perfil de García Cuerva, el nuevo arzobispo porteño; Cristina Kirchner y la polarización con Milei; aparece Máximo en el rompecabezas de candidaturas; Marijuan, al servicio de Massa
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Ha habido una noticia importante para una institución extraordinariamente gravitante desde siempre en la vida pública argentina, más allá de lo confesional, como lo es la Iglesia. Y es la sorpresa que ha dado Jorge Bergoglio con la designación del nuevo arzobispo de la ciudad de Buenos Aires. Sorpresa por varias razones, que van a tener derivaciones a largo plazo. La primera peculiaridad de esta designación es la juventud de este obispo, un hombre joven de 55 años. Es muy probable que sea el arzobispo más joven de la Ciudad. Por esa condición, es seguro que vaya a ser cardenal. Va a ser tal vez el cardenal más joven del colegio cardenalicio que va a tener que elegir al próximo Papa. Y seguramente va a tomar decisiones en la vida de la Iglesia aún con este Papa. Entonces, es una primera decisión que tiene que ver con poner al frente del Arzobispado de Buenos Aires a alguien que va a estar ahí probablemente 20 años.
La segunda novedad tiene que ver con la personalidad de García Cuerva, que es una especie, para las clasificaciones que uno podría tener dentro de la iglesia, de hombre anfibio, de hombre de dos mundos. ¿Cuál es la historia de García Cuerva? En principio nació en Río Gallegos. Es hijo de una familia militar, su padre, oficial de la Fuerza Aérea, fue destinado a Río Gallegos, que es donde él nació. Llegó al sacerdocio después de haber sido catequista en el lugar donde se crió, que es San Isidro. Pasó casi toda su vida en villas de emergencia hasta que el Papa lo designó obispo auxiliar de Lomas de Zamora y después obispo de Río Gallegos. Y sin embargo, no es el prototipo o no responde al cliché de lo que llamaríamos un cura villero, en el sentido de cultivar el “pobrismo”, esa idealización de la pobreza que caracteriza a muchos de los curas que llevan adelante su actividad en barrios sumergidos. Cuando estaba en la Cava, la villa de San Isidro, García Cuerva solía decir “yo estuve acá con la hiperinflación de Alfonsín, con el 1 a 1, en el 2001, y cuando repartían de todo en la época de la expansión kirchnerista. Siempre esto estuvo igual porque para sacar a los pobres de la pobreza la clave principal es la educación”. Esa es otra de sus características: un compromiso extraordinario con la educación que dejó un rastro muy importante en Tigre, sobre todo en un barrio que se llama San Pablo, donde fundó un jardín de infantes de lujo que todavía está en esa localidad. Y también en La Cava donde puso muchísimo empeño en fortalecer las instituciones educativas ligadas a la villa, sobre todo una escuela parroquial que está en ese barrio tan castigado de San Isidro.
García Cuerva podría ser conocido por muchas razones. Si uno quiere conocer su pensamiento religioso, podría ir a un escrito que es una interpretación que él hace del pensamiento de Bergoglio. Se trata de un documento reciente, del mes de marzo de este año, cuando se celebraron los 10 años del pontificado de Bergoglio. Es una carta pastoral que escribió en Río Gallegos tomando textos que, para él, son fundamentales del Papa y sacando conclusiones respecto de la vida práctica de la iglesia y de su diócesis. Son páginas muy originales que revelan que se trata de un cura dedicado a la pastoral en las villas y que tiene, como decíamos, es segunda dimensión de anfibio que lo constituuye como intelectual.
Ha tenido buena relación con toda la dirigencia política. Yo diría más: es probable que García Cuerva haya tenido mejor relación con dirigentes de PRO, como María Eugenia Vidal, como Carolina Stanley, que con gente del peronismo, donde biográficamente estaba más cercano en su juventud. Y si uno va a la provincia de Santa Cruz, donde hace poco fue mediador en un conflicto entre docentes y la gobernadora, probablemente la persona más cercana a García Cuerva de la dirigencia política de Santa Cruz sea la diputada radical Roxana Reyes, que es una furibunda antikirchnerista que un lugar impugnado por el kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura. Es por eso que para lo que serían los prejuicios respecto del encuadramiento ideológico-político de Bergoglio, el mismo Francisco ha dado una sorpresa con la designación de este arzobispo para la arquidiócesis que él condujo. Es decir, después de Mario Poli, es otro sucesor del propio Bergoglio.
Decimos que es un anfibio porque hay otra dimensión de García Cuerva menos conocida, que es su vida intelectual. Es Licenciado en Historia, egresado de la UCA. También doctor en Derecho, abogado, egresado de la UBA. Y doctor en Derecho Canónico, otra vez por la UCA. Se ha dedicado mucho tiempo a estas tareas y a escribir libros sobre derecho canónico e historia de la Iglesia. Esta es una zona de confluencia con su antecesor, el cardenal Poli, que también es historiador. En este horizonte intelectual de García Cuerva es interesante el discurso, la homilía que él pronuncia el 25 de mayo en el Tedeum de Río Gallegos, donde hace una historia constitucional del origen del gobierno de Mayo de 1810 y una defensa muy republicana de la división de poderes. Se muestra a sí mismo como experto en educación, experto en sistemas carcelarios y dedicado a la lucha contra la drogadependencia, tres tareas en las que se destaca.
Conociéndolo, creo que es un hombre brillante, de gran profundidad y compromiso con su vocación, que va a ser una sorpresa en la vida pública porteña, más allá de los malentendidos que pueda haber con su designación, sobre todo por una gran polarización que hay en la Argentina, que se extiende a la vida de la Iglesia y que tiene como centro a Bergoglio. Probablemente esta polarización que hay alrededor de la figura de Franciso ha sido el factor más inhibitorio que ha tenido el Papa para viajar a la Argentina, cosa que está meditando hacer desde hace un tiempo pero que tampoco se sabe si va a concretar precisamente por este nivel de enfrentamiento que desata su figura y que se proyectó en estos días, sobre todo desde sectores muy conservadores de la Iglesia, respecto de la figura de García Cuerva. Estas novedades, que a mi juicio constituyen una sorpresa de Bergoglio por nombrar a alguien absolutamente inclasificable dentro de los sectores en que se divide hoy la Iglesia y la política argentina, han sido recibidas con muchos prejuicios en figuras de la vida eclesiástica. Y eso forma parte de una polarización que se va a mantener en el país.
La confrontación, de la que en alguna medida ha sido víctima Bergoglio con esta designación, va a seguir siendo el signo principal, en los próximos meses, como estrategia política de Cristina Kirchner. La vicepresidenta todavía no tiene candidato, no sabe cuál será, pero sabe que tiene que lograr algún tipo de confrontación con Javier Milei y opacar en el medio a Juntos por el Cambio. Este es un eje central de lo que va a ser la estrategia electoral de la vicepresidenta de aquí hasta las PASO. Una de las claves de esa estrategia es que para ella no debe haber elecciones primarias. Y eso tiene que ver con una polémica que se va a hacer cada vez más clara a medida que se avance en el proceso electoral hacia las primarias, que es la de la presentación de los resultados esa noche. Según vayan apareciendo esos resultados, va a quedar una impresión distinta de qué pasó en la vida política y cómo quedó parada cada fuerza y cada candidato para la primera vuelta electoral después de las primarias.
Para entender cómo está mirando la ingeniería electoral, la forma de disponer las piezas en el tablero Cristina Kirchner, es importante tener en cuenta los datos. Estos se pueden presentar de distintas formas y generar un efecto visual y político distinto. Una primera presentación es la que organiza los votos por fuerza política. Imaginemos de modo más o menos caprichoso, que Juntos por el Cambio cosecha el 31% de los votos, que sería lo que obtengan Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta sumados. Javier Milei quedaría como la segunda fuerza con alrededor del 26% de los sufragios. En este escenario y con esta forma de presentar los datos en base a fuerzas políticas que compitan, el Frente de Todos podría quedar tercero. De ser este el resultado, habría que esperar muchísimas consecuencias. Una de ellas tiene que ver con la estabilidad que puede tener después de la elección un gobierno que en agosto ya está tercero y tiene que llegar a diciembre. ¿Qué pasaría con la economía? Esa presentación de los resultados empezaría a configurar la posibilidad de que el peronismo no intervenga en el ballotage. Este es el modo de presentar los datos que no quiere Cristina.
Otra forma de hacerlo es por candidato y no por fuerza política. Como si fuera una elección general donde todos los aspirantes van a la cancha y cada uno saca un determinados nivel de votos. Aquí estaría Milei como primer candidato, por lo que este modo de organizar los resultados le serviría mucho. Quien gane la interna entre Larreta y Bullrich quedaría, por decir un número, con el 18%. Después podría venir Wado de Pedro, Sergio Massa o Axel Kicillof con un 16%. Como cuarto, se ubicaría el que perdió la interna de Juntos por el Cambio, al que le podemos asignar, por decir un número, un 13%. Y, finalmente, el que fue vencido también en la interna del Frente de Todos, con un 9%. Para este caso, el mayor desafío del kirchnerismo probablemente sea Daniel Scioli. En esta presentación el candidato kirchnerista quedaría tercero en la lista.
Una tercera posibilidad es que no haya interna en el Frente de Todos. Por ejemplo: Cristina baja a Scioli e impide cualquier tipo de competencia. Con un candidato único en el Frente de Todos, Milei queda primero, según esta misma proyección. Eso es lo que quiere Cristina. Y con los mismos números, Wado de Pedro sería segundo. Larreta o Bullrich sería el tercer o cuarto candidato, Bullrich o Larreta, según quién gane o quién pierda.
Ante este escenario, Cristina podría decir que se va hacia una confrontación, a una polarización entre el líder de La Libertad Avanza y su candidato, que quedarían, en el impacto visual, como primero y segundo. Claro, se estaría ocultando que los votos de Bullrich y Larreta, al final, tenderían a juntarse y eso le daría al ganador de la interna de Juntos por el Cambio, una mejor posición que la del candidato kirchnerista. Este malentendido es el que ella está buscando y para lo cual necesita que se vea a la elección como una elección de candidatos y que el Frente de Todos tenga un solo postulante. Así, ella puede ir luego hacia una polarización entre Milei y el Frente de Todos, que es lo que ya empezó a hacer en su anterior discurso en el Teatro Argentino de La Plata. Yningunear a Juntos por el cambio. Argentina entraría así en otro tipo de polarización donde Cristina Kirchner buscaría radicalizarse y también elegir al candidato más radicalizado de la oposición que es Milei.
El primer obstáculo para esta estrategia es Alberto Fernández. Mucha gente que rodea al Presidente dice que su objetivo es perturbar a la señora de Kirchner. En alguna medida cumplir con lo que le dijo hace un tiempo al periodista Roberto Navarro: “Quiero terminar con 20 años de kirchnerismo”. ¿Por qué? Él está pensando en una interna entre el candidato de Cristina y Daniel Scioli, en una fórmula con Agustín Rossi. Y sumados a ellos, Victoria Tolosa Paz como candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires. Esa fórmula, Scioli-Rossi, ya tiene un jefe de campaña que es Santiago Cafiero, antiguo funcionario de Scioli en la Provincia de Buenos Aires. Desde Brasil -y en varias visitas a Buenos Aires- Scioli ya ha iniciado una recorrida entre empresarios amigos buscando financiamiento. Entre la extensa lista de problemas que debe resolver Cristina, aparece ahora corregir esta ambición de Daniel Scioli. El objetivo es que haya un candidato único del Frente de Todos, que saque más votos que los que sacan Larreta y Bullrich de manera individual.
Todavía no hay un candidato que la vicepresdienta haya definido. Más aún, gente muy cercana a ella, todavía insiste en que ella debe ser la candidata. Lo dijo este lunes Juan Manual Ubeira, el abogado de Cristina Kirchner, en una declaración a C5N: “Cristina debe ser la candidata a presidente”. Hay una pregunta que se hacen varios en el peronismo en este momento. Ubeira, que es el que patrocina a Cristina en el tema del atentado contra su vida, ¿dice esto por su cuenta? ¿O hay una conversación con Cristina para mantener la posibilidad de que ella finalmente corrija las afirmaciones, los juramentos sucesivos que ha hecho, y se presente finalmente?
Lo más importante es entender con qué criterio está pensando la escena la vicepresidenta. Parte de la presunción de que puede haber una catástrofe para el peronismo, que inclusive habría que disimular, por ejemplo, organizando una presentación capciosa de los datos. Frente a un escenario de derrota, lo que debe hacer el kirchnerismo es replegarse sobre la provincia de Buenos Aires, como lo hicieron varios gobernadores adelantando las elecciones en sus provincias. La vicepresidenta está pensando la elección en términos bonaerenses, por lo tanto lo primero que hay que encontrar es un candidato a presidente, apreciado por los bonaerenses, un candidato a presidente que gane como candidato a presidente no en la Nación, sino en la Provincia de Buenos Aires y que con ese triunfo arrastre al resto de la lista. Ahí es donde aparece la disputa entre Wado de Pedro, Massa, y el intento de inclusión en la contienda de Axel Kicillof, que quiere seguir como gobernador. De Pedro ya pegó carteles con su nombre y el de Cristina por todos lados. Según las encuestas que maneja el Gobierno tiene 8% de intención de voto, y cuando uno pregunta por “Wado de Pedro, el candidato de Cristina”, sube de 8 a 16%. Todavía no tiene el volumen necesario para garantizar una elección donde el Frente de Todos entre al balotaje y no quede tercero. Es cierto que todo esto se plantea en términos totalmente conjeturales. Si un día De Pedro termina siendo el candidato del peronismo, su consistencia va a mejorar. Mientras tanto se prepara para ser el candidato de Cristina Kirchner. De Pedro dijo algo interesante este fin de semana. En una entrevista, cuando le afirmaron que todo lo que anda mal en el país se debe a 16 años de kirchnerismo, él contestó que solo se hacía cargo de los 12 años, los de Néstor y Cristina. Es curiosísimo que el ministro del Interior del gobierno de Fernández no asuma como propios los cuatro años de Fernández.
De Pedro compite con Sergio Massa. Pero Massa tiene un problema. Como publicó el economista Fernando Marull la semana pasada, se trata de las reservas del Banco Central. Es un cuadro curioso porque en el momento en que Cristina Kirchner hablaba del endeudamiento de Cambiemos desde la Plaza de Mayo, Macri lo compartió y se preguntó “¿y ahora?”.
Según este gráfico, desde que asumió Fernández en 2019, entraron al país 110.000 millones de dólares. ¿Cuánto hubo que pagarle al fondo? 825 millones de dólares. Y hoy las reservas son negativas, las reservas netas del Banco Central están en -13.500 millones de dólares. Entonces la pregunta que se hace Marull es, si resto 825 a 110.000, todo el resto, hasta llegar a negativo 13.500 millones, ¿a dónde fue? Son 122.675 millones de dólares. El argumento central del kirchnerismo es que el Fondo le dió plata al gobierno de Macri para que se la lleven sus amigos. Y esta plata, ¿quién se la llevó? ¿Los amigos de Fernández? ¿Los de Cristina? Es un cuadro que no tiene explicación dentro del discurso oficial. Y es el gran problema de Massa. Massa le tiene que garantizar al Frente de Todos que conseguirá las reservas para llegar a las PASO. Por eso emprendió el viaje a China, y por eso siguen en curso las negociaciones con el Fondo.
Además de las cuestiones económicas, él ofreció ya una muestra gratis en el altar de Cristina Kirchner para convertirse en candidato. O por lo menos quiere que se entienda que esa es su muestra gratis: es la decisión del fiscal Guillermo Marijuan de pedir el sobreseimiento de Cristina Kirchner, al afirmar que no hay pruebas en la causa de la ruta del dinero K. Más allá de todas las que el mismo Marijuan decía tener cuando andaba recorriendo las estancias de Báez en el show de sus excavadoras. Marijuan le hace un enorme homenaje a Cristina Kirchner pidiendo su sobreseimiento el día anterior del acto de Plaza de Mayo. Esto pareciera ser interpretado como la manzana que le lleva a la maestra el joven Massa, íntimo amigo de Marijuan, desde que se desempeñaba como fiscal previsional con sede en la ANSES. Una de las indicaciones que estaría dando Massa, desde su pretensión de ser candidato, es que podría resolverle problemas judiciales a Cristina Kirchner. Hay quienes en el kirchnerismo dicen, claro, que los podría resolver porque fue el que los creó. Probablemente Marijuan investigaba por denuncias suyas o de Stolbizer, cuando la líder del GEN era su socia en el Frente Renovador.
Massa además tiene que demostrarle a Cristina que consigue las reservas. Es probable que Cristina esté demorando su resolución mirando a Massa y a la economía para tomar una decisión. Para eso el ministro viajó a China, para conseguir que le amplíen la parte utilizable de los yuanes que tiene el Banco Central como parte del intercambio de monedas con China. Además, para conseguir que el Banco de Desarrollo de los Brics que preside Dilma Rousseff, garantice operaciones de financiación a empresas exportadoras brasileñas de tal manera que puedan usarse dólares del Banco de los Brics y no del Banco Central para pagar importaciones en la Argentina. Probablemente lo más importante en este viaje no sean reuniones con chinos, sino una reunión con Dilma Rousseff en China.
Otro candidato es Axel Kicillof. Según las encuestas, es el político que la gente más identifica con Cristina Kirchner. El gobernador de la provincia de Buenos Aires tiene un porcentaje propio de intención de voto de 16%, mientras que Wado de Pedro ostenta el 8%. Y cuando los encuestadores oficialistas lo presentan como el candidato de la vicepresidenta, Kicillof pasa de 16% a 22%, casi el porcentaje que tiene la vicepresidenta, el 24% de los votos. Si a Kicillof lo ponen como candidato a presidente, ¿cómo se cubre la candidatura a gobernador de la Provincia de Buenos Aires? La respuesta más convencional, la que está presente en todas las mesas de arena, es un enroque. Wado de Pedro dejaría de ser candidato a presidente y se convertiría en candidato a gobernador. Sin embargo, hay en la intimidad del Frente de Todos quienes están pensando en otra jugada de Cristina. Y es postular a Máximo Kirchner. Algunos piensan para presidente y otros, probablemente con muchos más argumentos, para gobernador. ¿Por qué? Primero apuntan a las repetidas apariciones centrales de Máximo en los últimos tiempos. Entre ellas, el acto en el PJ Capital y en el PJ Bonaerense, ambos como único orador, y el acto de Cristina el 25 de mayo en la Plaza de Mayo, donde estuvo junto a toda su familia.
Como sabemos, los Kirchner tienen un concepto patrimonial del poder, un concepto familiar del poder. Hay que recordar que en 2011, cuando ya no estaba Néstor, el bastón de mando a Cristina Kirchner no se lo dio el Presidente del Senado, se lo dio su hija Florencia. A los Kirchner, y sobre todo a Cristina Kirchner y a Néstor, les cuesta mucho pensar la sucesión fuera del marco familiar. Entonces, Máximo Kirchner podría ser entonces el candidato a gobernador de la provincia bajo ese esquema. En esa línea, los que piensan esto razonan así: “si la base de poder que le va a quedar al kirchnerismo en una derrota es la provincia de Buenos Aires, lo más seguro es poner un Kirchner ahí, en ese territorio”. ¿Tiene que ver con todo esto el viaje de Máximo Kirchner a China? ¿Cristina Kirchner se encargó de que el embajador Sabino Vaca Narvaja le organice a su hijo Máximo una agenda especial en China? ¿Vamos a ver que Máximo tiene sus propias reuniones en este viaje? ¿O va detrás del pelotón de Massa? Preguntas, indicios, cosas que hay que mirar en este viaje a China para aquellos que no miran la finanzas, sino que miran la política.
Sergio Massa quiere aprovechar las larguísimas horas de avión con Máximo Kirchner para hacerle encerrona, y tratar de venderle los fuegos artificiales de su candidatura. Un dato importante: si Massa es candidato, Scioli no se baja. Esto deja al descubierto un eje de enfrentamiento personal que tiene como disyuntiva si va a haber interna o no en el Frente de Todos. Si el candidato a presidente es Massa, a Scioli no hay quien lo baje, ni siquiera Cristina.
Es importante pensar todo esto porque estamos hablando de con qué escenario político se va a encontrar el próximo gobierno, sobre todo si no es un gobierno peronista. No es lo mismo gobernar el país desde el no peronismo, con la provincia de Buenos Aires en manos del peronismo, que tomar el poder con un gobernador del propio partido. Y este lunes se conoció una novedad importante para esta discusión, que es que Javier Milei no renuncia a tener un candidato competitivo en la provincia de Buenos Aires, que es Guillermo Britos. Britos es un hombre de su partido, excomisario, intendente de Chivilcoy. Es difícil encontrar gente nacida en un repollo en la política. Britos fue casta: cuando militaba con Sergio Massa, y sobre todo con Joaquín de la Torre, en el Frente Renovador de la provincia de Buenos Aires. Lo mismo pasa con Ramiro Marra, el candidato a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que también viene del massismo. Esto es lo que hace que Milei esté ajustando su discurso respecto de la casta y empiece a decir “casta no es la clase política, casta son los políticos que están en contra de la gente”. El dato relevante: si Britos hace una elección digna, no más que eso, es probable que el PJ retenga la provincia de Buenos Aires, porque se dividiría el voto opositor.
Si Massa no es candidato a presidente, ¿dónde lo ponen? Acá está el problema hoy del Frente de Todos, que es el problema de cualquier fuerza política que se asoma al abismo de la derrota: no hay un solo jarrón chino. Hay muchos. Seguimos la frase del expresidente de España Felipe González, que dice que “los expresidentes somos jarrones chinos, todo el mundo nos valora pero nadie sabe dónde ponernos”. Cristina Kirchner probablemente sea un jarrón chino. A Alberto Fernández tampoco saben dónde ponerlo, aunque Lula le ofreció ser secretario general de la UNASUR. A Massa, en caso de no ir de candidato a presidente, se lo acomodaría como aspirante a senador por la Provincia de Buenos Aires. Wado de Pedro, ¿dónde iría si el candidato a presidente Kicillof y el candidato a gobernador es Máximo Kirchner? Él dijo “yo en algún lugar voy a estar”. Scioli: ¿es cierto que Máximo Kirchner ya le ofreció ser primer candidato a diputado bonaerense? ¿O esa será la posición del propio Máximo?
Actualmente, el kirchnerismo, el peronismo y el Frente de Todos son un gran bazar de jarrones chinos.
En el caso del kirchnerismo, con malas noticias. Ha habido en Europa, en un país clave de Europa para nosotros y toda América Latina, una especie de laboratorio donde sucede todo lo que después pasa en países como el nuestro, una elección impactante. En España hubo el domingo un tsunami. Se derrumbó el Partido Socialista y hubo una gran victoria del Partido Popular, el partido de Aznar, el partido de Rajoy, hoy el partido de Alberto Núñez Feijó. El PP, el Partido Popular, había estado en las últimas elecciones 1.200.000 votos abajo del Partido Socialista, del PSOE. El fin de semana estuvo 800.000 votos arriba. Ganó por más de lo que se pensaba, centralmente con Isabel Díaz Ayuso en Madrid, donde sacó mayoría absoluta. Ganó también Valencia: todos los que seguían la elección española decían que “lo que pase en Valencia va a ser el gran indicador de lo que viene”. Y arrasó también en todas las ciudades importantes de Andalucía, que ha sido históricamente para los socialistas lo que La Matanza es para el peronismo. Inclusive el PP ganó en Sevilla, que es el corazón del socialismo español. Atormentado por la fenomenal derrota, y en una decisión que muchos consideran equivocada, el presidente Pedro Sánchez convocó elecciones para el 23 de julio. Esas elecciones lo van a encontrar a él presidiendo el Consejo de Europa. Días antes va a recibir a los líderes de América Latina para una reunión de la Unión Europea con la CELAC. Ahí van a estar Nicolás Maduro, seguramente Alberto Fernández, Gustavo Petro y Lula, quien ayudará a Sánchez a decir hay que frenar a la derecha en España. Habrá que ver si con esa transfusión de sangre le alcanza.
Las elecciones municipales de España, vistas con los ojos kirchneristas, vistas con los ojos de la política argentina y latinoamericana, son un anticipo de la elección general. Por eso, los principales diarios de la Argentina decidieron titular sus primeras planas con la noticia de un país que es tan afín con nosotros, como lo es España. Y acertaron, porque el triunfo del PP es, en muchos aspecto, una noticia local para la Argentina.
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