El peronismo de Miguel Ángel Pichetto y Joaquín De la Torre debate si competir dentro o fuera de Juntos por el Cambio
La flamante agrupación busca sumar dirigentes del PJ desencantados con el kirchnerismo; el exsenador apuesta a ser un socio pleno en la coalición
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Con la intención de pelear por la gobernación bonaerense en 2023, el exintendente de San Miguel Joaquín de la Torre teje desde hace meses un armado propio en la provincia de Buenos Aires. En marzo pasado, el exministro de Gobierno de María Eugenia Vidal lanzó junto con Miguel Ángel Pichetto, excompañero de fórmula de Mauricio Macri, el espacio Peronismo Republicano, una fuerza autónoma dentro de Juntos por el Cambio.
En la mesa de la conducción de la flamante fuerza del peronismo no kirchnerista, que tiene a De la Torre y Pichetto como principales exponentes, existen diversas visiones sobre cuál sería la mejor estrategia electoral en la provincia. Con la idea de que una alternativa competitiva en el distrito debe tener una fuerte identidad peronista, el sector de De la Torre contempla la posibilidad de competir en las próximas legislativas por fuera del conglomerado opositor. Aún no está definido, pero es una opción. De esa forma, evalúan cerca del exjefe municipal, la oposición podría pescar votos de una porción importante del electorado bonaerense que nunca agarrarían la boleta de Juntos por el Cambio en el cuarto oscuro. En el entorno de De la Torre consideran que la figura de Macri y el amarillo de Pro ahuyentan a votantes peronistas, sobre todo, en el conurbano.
En las últimas derrotas que sufrió el kirchnerismo en la provincia siempre hubo otra alternativa peronista en la grilla de candidatos. En 2009, Francisco De Narváez se impuso sobre el expresidente Néstor Kirchner. En 2013, Sergio Massa, exaliado de De la Torre, derrotó a Martín Insaurralde, el delfín de Cristina Kirchner. La boleta de Massa y “la avenida del medio” -a la que se sumó Florencio Randazzo con su propio espacio- se mantuvo también en los comicios de 2015 y 2017, cuando triunfó Cambiemos, con María Eugenia Vidal y Esteban Bullrich, respectivamente, en las listas. En 2019, Massa se alió con el kirchnerismo y Randazzo no compitió. Sí lo hizo Lavagna con Consenso Federal, que obtuvo un magro resultado ante la fuerte polarización.
En cambio, Pichetto y sus socios están convencidos de que no hay espacio para una “tercera vía”. Apuestan a “fortalecer” a Juntos por el Cambio y aspiran a competir dentro de la alianza. Consideran que ir por fuera debilitaría al frente opositor. Por eso, trabajan para que Peronismo Republicano se integre al espacio como un socio pleno -Pichetto ya forma parte de la mesa nacional- y abogan por formalizar la alianza electoral. “No queremos ser la pata peronista de la coalición, queremos ser parte del frente”, apuntan cerca del auditor general de la Nación. De hecho, se imaginan compitiendo contra los candidatos de Pro, la UCR y la CC en una eventual interna en 2023 con una fórmula propia, encabezada por Pichetto. Por esa razón, los laderos del exsenador quieren expandir el espacio al interior del país. En una señal de pertenencia, Pichetto planea sumar su think tank a la mesa de usinas de Juntos por el Cambio (Fundación Pensar, Instituto Hannah Arendt y la Fundación Alem).
El diputado Fernando Iglesias ha escrito un editorial llamado: “Los deseos imaginarios del Peronismo Republicano” aludiendo a la agrupación política que tengo el honor de conformar y en la que desarrolla algunas ideas que considero equivocadas.
— Miguel Ángel Pichetto (@MiguelPichetto) April 13, 2021
Días atrás, el excompañero de fórmula de Macri salió a cruzar al diputado nacional Fernando Iglesias (Pro), quien rechazó la eventual incorporación del espacio de Pichetto y De la Torre a Juntos por el Cambio a través de una columna publicada en LA NACION. “Iglesias no trabaja para sumar sino para restar. Y en política el que resta es funcional a los intereses de este oficialismo”, dijo el exsenador.
En el espacio que construyen De la Torre y Pichetto confluyeron dirigentes peronistas, senadores, intendentes y exjefes municipales, con pasado en el peronismo, en el menemismo y también en el Frepaso. Están Jesús Cariglino; Ramón Puerta; Miguel Ángel Toma; Eduardo y Adrián Menem; Eduardo Mondino; y los senadores Juan Carlos Romero o Claudia Rucci, entre otros.
El factor Vidal
Cuando analiza el escenario electoral, De la Torre preferiría que Vidal juegue en la provincia. Cerca suyo consideran que, en caso de que la exgobernadora no compita en el distrito, hay pocas chances de que la boleta de Juntos por el Cambio sea encabezada por un peronista. En las filas de De la Torre no tienen dudas de que las listas de la coalición deben teñirse de peronismo para ampliar su base electoral en la provincia.
A la espera de que Vidal defina si será o no candidata en los próximos comicios, De la Torre intensifica sus recorridas por el terruño bonaerense. En paralelo, el exfuncionario busca persuadir a eventuales aliados para confluir en un frente. Con ese objetivo, tiene diálogos con distintos actores del peronismo que caminan la provincia, como Emilio Monzó, que pretende competir dentro de Juntos por el Cambio; Randazzo, que enfrentó al kirchnerismo en 2017 con su fuerza Cumplir; o los referentes de Consenso Federal, Roberto Lavagna o Graciela Camaño, entre otros. A nivel nacional, De la Torre conversa con el exgobernador de Salta Juan Manuel Urtubey. Además, busca pescar peronistas desencantados con la cristinización del presidente Alberto Fernández y se resisten al avance de La Cámpora, que lidera Máximo Kirchner. “Hablo con muchos compañeros”, repite De la Torre.
Hasta hace poco, De la Torre estaba convencido de que Vidal, quien duda entre no jugar o competir en la provincia o en la Ciudad, sería candidata en Buenos Aires. Pero durante los últimos días en el entorno de De la Torre percibieron algunas señales de que la exgobernadora podría no subirse al ring bonaerense. Cuando Vidal volvió al llano, le pidió a De la Torre que la acompañara. El exjefe municipal le dio su palabra, pero espera una definición para decidir su futuro. Está claro: el único lazo que lo mantiene cerca de Juntos por el Cambio es la exmandataria bonaerense. “Él tiene un compromiso personal con María Eugenia. Si ella decide no competir en Buenos Aires, ese compromiso desaparece”, avisan cerca de De la Torre.
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