Alberto Fernández canceló el viaje a Roma para ver al Papa por “tareas que demanda la transición”
La suspensión del encuentro, que iba a concretarse este martes, se dio a conocer menos de 48 horas después de su anuncio; cómo serán las últimas horas de Fernández en el poder
LA NACION
El presidente Alberto Fernández decidió este sábado reprogramar su visita al papa Francisco, en lo que sería el tercer encuentro con el pontífice argentino. De acuerdo a información dada por la Casa Rosada la cancelación se da porque “el mandatario debe seguir adelante las tareas que demanda la transición”.
El viaje a Roma, que sería la antesala de sus últimos días como mandatario, había sido confirmado menos de 48 horas atrás, cuando existían las mismas tareas aludidas. Según las mismas fuentes, el encuentro entre Fernández y Francisco se daría una vez que el mandatario saliente esté instalado en España, después del 10 de diciembre.
En la agenda del Presidente programada para los próximos días figura un viaje a Chaco, para encabezar un acto vinculado al acueducto del Norte, que aún no está confirmado, y una serie de entrevistas con medios internacionales y locales. El corolario de esa actividad será el domingo 10, cuando se encuentre cara a cara por tercera vez en el año con la vicepresidenta, Cristina Kirchner, en el Congreso, para la Asamblea Legislativa en la que Javier Milei y Victoria Villaruel quedarán consagrados como sus sucesores. En las horas siguientes, Fernández partirá junto a su familia para instalarse en Madrid, donde daría clases en una universidad, según él mismo contó en una entrevista.
Fernández dio varios reportajes esta semana y estaba previsto que continuara haciéndolo a su vuelta de Italia, hacia donde partiría este lunes para mantener un día después una audiencia con Francisco. El periplo iba a significar, también, la última vez que usara el avión presidencial que compró el año pasado. La aeronave llegó al país en mayo, en medio de una polémica maniobra de sus comandantes, y fue inaugurado días después por Sergio Massa, en su viaje a China. Estaba previsto que Fernández fuera acompañado en ese Boeing, de 39 plazas, por una comitiva integrada por: el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, coordinador de la transición con los libertarios, y la portavoz, Gabriela Cerruti.
El pontífice y el mandatario saliente se reunieron por última vez en mayo de 2021, cuando se vieron en el estudio del Aula Pablo VI del Vaticano. Fernández había visitado al Papa el 31 de enero de 2020, cuando se reunieron en la Biblioteca del segundo piso del Palacio Apostólico.
La visita de Fernández al Vaticano había comenzado a tomar forma por pedido del propio mandatario varias semanas atrás. Incluso, según pudo saber LA NACION, se evaluó la posibilidad de que fuera a la vuelta de su viaje por China, en octubre último, poco antes de las elecciones generales. Detrás de la organización estuvieron el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y la embajadora argentina ante la Santa Sede, María Fernanda Silva.
“El presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández, será recibido por Su Santidad, el papa Francisco, en audiencia protocolar por el fin del mandato”, consignó el comunicado de la Casa Rosada, en el que se dio a conocer oficialmente la noticia el jueves por la tarde. Hoy llegó el comunicado opuesto.
El Papa llamó a principios de la semana al presidente electo, Javier Milei, para felicitarlo por su triunfo, un gesto que generó sorpresa sobre todo a los obispos en la Argentina, tras las declaraciones ofensivas del candidato libertario en su camino al poder. En ese diálogo, el mandatario electo invitó al pontífice a visitar la Argentina en los próximos meses.
Cerca de Alberto Fernández cuentan por estas horas que el mandatario está decidido a continuar activamente con las entrevistas a medios locales y extranjeros, para “dar testimonio” de lo que fue su gobierno. “No queremos que después anden diciendo que es todo un desastre, porque no es así. Hay muchas cosas buenas. El gobierno que agarra Milei no es ni como el que agarró [Carlos] Menem, ni Néstor [Kirchner]”, describen en su entorno.
Cara a cara con Cristina en las horas previas a dejar el país
El 10 de diciembre Fernández y Kirchner volverán a verse en el Congreso de la Nación. Se trata del mismo lugar que los cruzó, a cara de perro, por primera vez este año, en la apertura del período legislativo. Por entonces Fernández aún no había renunciado a sus sueños de reelección y la exmandataria no ocultaba su malestar. Desde entonces solo volvieron a verse el 9 de julio, para la inauguración del Gasoducto, en Salliqueló, provincia de Buenos Aires.
De ese modo, el encuentro del 10 de diciembre será la tercera vez en el año que se encuentren, con una relación completamente rota. “Tienen un problema psicológico mutuo”, dijo una fuente del oficialismo que se refirió así a la mala relación que mantienen ambos, en la que ninguno oculta su disgusto.
Junto a ella y teniendo que darle la banda presidencial a Milei, Fernández pasará sus últimas horas en el país. Poco después viajará a Madrid, para instalarse allí, cerca de la academia y los libros, y muy lejos de la política. Sus cercanos cuentan que lo empezó a pensar hace unos tres meses. Se sabe que irá acompañado de Fabiola Yañez y Francisco, el pequeño hijo de ambos. Por estas horas aseguran que lo ven “aliviado” y convencido de que el tiempo “reivindicará su administración”.
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