En medio de fuertes internas por la nueva conducción del peronismo, las críticas del Sumo Pontífice hacia el Gobierno podrían leerse como un manotazo que reordene al PJ
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El peronismo está fragmentado y destruido, sin liderazgo claro. Entonces ¿es el Papa el nuevo líder de la oposición? Es un tema doloroso e incómodo para muchos católicos, pero nunca antes como este viernes el Papa hizo una intervención tan fuertemente política sobre la política local en contra del gobierno de Javier Milei.
Primero criticó fuertemente la política antipiquetes sin decir una palabra sobre la extorsión, los negocios con la intermediación -que han hecho ricos a varios dirigentes sociales y dejaron muy pobres a los más vulnerables) y desconociendo, también, las causas judiciales que tienen muchos de los dirigentes sociales, que el Papa parece amparar.
El Papa dijo que el Gobierno, en vez de pagar la Justicia Social, pagó el gas pimienta. Es curioso porque junto con él está Juan Grabois, su hijo político, que está investigado en una causa por presunto manejo irregular del Fondo de Integración Social Urbano (FISU). Es decir, recibió dinero para hacer casas que no hizo. Pero el Papa nada dijo sobre eso.
Es curioso también porque Bergoglio jamás hizo alusión a una vicepresidenta condenada por graves hechos de corrupción, como Cristina Kirchner; los bolsos de López, la estafa de Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo, Los Cuadernos de las Coimas, el vacunatorio Vip, el curro de los Seguros de Alberto Fernández y tantos, pero tantos, hechos de corrupción que contaminaron al kirchnerismo durante los últimos 20 años de centralidad.
Este sábado entrevisté al historiador italiano Loris Zanatta, que es un estudioso tanto de los populismos latinoamericanos (el peronismo es una forma de populismo), como de la Iglesia Católica. La idea de Zanatta es que la Iglesia Católica convirtió al peronismo en la religión de la patria. Y que la Iglesia católica bloqueó todas las reformas económicas que podrían haber hecho progresar a la Argentina. Zanatta siempre lo vio así, pero hoy muchos católicos están consternados con las palabras del Papa:
“La consternación la entiendo pero no veo ninguna sorpresa. Lo vengo estudiando hace mucho tiempo y el Papa, aunque sea esta vez de forma más explícita, está haciendo lo que siempre hizo, que no está bien que haga. La iglesia católica en la Argentina está tratando de de reorganizar lo que él llama el campo nacional y popular. O sea, la oposición al gobierno de Milei, que evidentemente es una oposición fragmentada, desacreditada y es de enorme dificultad. Entonces no sorprende que el Papa haga que hizo cuando no era Papá durante toda su vida. El problema es reorganizar el campo nacional y popular, el viaje de la dirigencia de la CGT es una parte del mismo programa. Se nota que es muy planificado, el tema es que no es su trabajo.
Lo que está tan incorporado en la Argentina desde hace muchos años es que los miembros de la iglesia, en este caso, nada menos que el Papa, forman parte de la política, que a veces no se entiende cuáles son las consecuencias negativas porque la iglesia es una institución que tiene todo el derecho de comentar y hablar sobre todo. Pero al mismo tiempo en que actúa de forma explícita , hay que recordar que es una institución que no es democrática, que no tiene que responder a la soberanía del pueblo, de manera que no es una competencia equitativa. Lo vemos del lado del Papa. Que me parece una actuación irresponsable respecto a la vida política de Argentina y también la oposición que sigue utilizando la religión como arma política. Eso no habría que hacerlo nunca”, dijo.
El Papa nunca condenó tampoco las graves violaciones a los derechos humanos de la dictadura de Nicolás Maduro, a la que muchos analistas ubican como un narcoestado. En Venezuela no solo hay denuncias acreditadas de torturas o informes insospechados como el de Michelle Bachelet. También hay proscripción y encarcelamiento a opositores y un éxodo masivo de 8 millones de venezolanos que escaparon del régimen y que la están pasando muy mal.
Sin embargo el Papa sí denunció coimas en el gobierno de Milei y habló de perversidad de su modelo económico.
En momentos en que se está discutiendo la privatización de Aerolíneas Argentinas, los privilegios de la casta aeronáutica y la extorsión de esa casta que castiga a miles de pasajeros varados, el Papa recibió hace un par de meses a sindicalistas de Aerolíneas.
Obvio que el kirchnerismo usa al Papa, pero también es cierto, si miramos la historia, que cuando el NO peronismo gobierna es la Iglesia la que toma el lugar de la oposición.
Otro que salió a criticarlo fuerte un peronista republicano, cercano a Pro y al actual oficialismo, Miguel Pichetto. “¿De qué habla el Papa? De una absurda agenda indigenista (un inflado 2% de la población). De una agenda pobrista y antiminera. Y sigue sin tender puentes para la unidad de los argentinos”, escribió el legislador en su cuenta de X.
¿De qué habla el Papa? De una absurda agenda indigenista (un inflado 2% de la población). De una agenda pobrista y antiminera.
— Miguel Ángel Pichetto (@MiguelPichetto) September 20, 2024
Y sigue sin tender puentes para la unidad de los argentinos.
Este viernes Javier Milei, a través de Manuel Adorni, eligió no confrontar con el jefe de la Iglesia Católica, pero un día después optó por responderle con un tuit.
RELACIÓN EMBI vs. PIB
— Javier Milei (@JMilei) September 21, 2024
Dado el impacto del accionar de los degenerados fiscales sobre el riesgo país, pedí a @fedesturze que midiera la relación entre el EMBI y el PIB.
A la luz de los resultados, si el riesgo país volviera a los niveles que tenían los K, estaríamos perdiendo un… pic.twitter.com/kWCeDIKnuT
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