El Palomar, de aeropuerto estrella al cierre hasta nuevo aviso
El Gobierno ya tiene tomada la decisión y nada parece que podría torcer el brazo. Por ahora, el aeropuerto El Palomar no será habilitado para vuelos comerciales.
Termina así, al menos por ahora, la vida de la tercer estación del área metropolitana de Buenos Aires, la primera terminal de low cost de América Latina.
A cambio, según confiaron ayer dos fuentes a LA NACION, una del sector público y otra del mercado, le ofrecerá a las dos aerolíneas mantenerles en Ezeiza las mismas tarifas aeroportuarias que pagaban en El Palomar. En la base aérea se pagaba mucho menos de tasa y servicios.
JetSmart y Flybondi ya conocen esta iniciativa. Todo, claro está, en el canal de informalidad. Por ahora, la comunicación formal no ha llegado, aunque la esperan por estas horas. Ambas empresas, que basaban sus despegues o aterrizajes en el oeste bonaerense, ya han tomado algunas decisiones. Las dos coinciden en que no sólo es cuestión de tasas más baratas. Sostienen que el tipo de producto que venden, vuelos económicos, pocos servicios aeroportuarios y una alta incidencia de primeros viajeros, impactará en sus negocios. Además, es la única estación a la que se puede llegar en tren, una ventaja enorme a la hora de competir con precios. El aeropuerto de Ezeiza, dicen, no es cercano al pasajero sino que consideran que por la distancia y la magnitud, terminará por ahuyentar a este valioso pasajero.
JetSmart no modificó todavía sus vuelos, pero ha comentado y dejado trascender que se mudará a Ezeiza. No parece que desmonte la operación por la nueva locación. En Flybondi la cosa es distinta. Consideran que ir al nuevo aeropuerto no es una opción comercial posible. En una palabra, pone en riesgo la continuidad de la empresa.
"Las autoridades de Gobierno y de los organismos reguladores conocen esta realidad. Su decisión demuestra el poco respeto hacia los pasajeros que adquirieron tickets para volar desde El Palomar y que hasta último momento no saben desde dónde saldrá su vuelo, sumado a los miles de pasajeros que sólo pueden viajar en avión si lo hacen desde un aeropuerto al que pueden llegar en transporte público. También nos llama mucho la atención que en este contexto de complejidad económica y profunda crisis de la industria se pongan en riesgo miles de puestos de trabajo", declaró Esteban Tossutti, presidente de la compañía.
Las dudas sobre la continuidad de El Palomar se precipitaron la semana pasada. El viernes se conoció una nota firmada por el vicepresidente del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), Fernando José Muriel, un hombre identificado con La Cámpora. A pedido del Ministerio de Transporte, el regulador contestó cuáles aeropuertos de la zona metropolitana de Buenos Aires estaban habilitados para gestionar despegues y aterrizajes con los protocolos de Covid.
"En este contexto y a fin de cumplimentar la responsabilidad conferida este Organismo Regulador, mediante Decreto N° 260/20, se ha definido un Corredor Sanitario Seguro conformado por aeropuertos que implementan protocolos y controles aprobados por el Comité Aeroportuario Covid-19 Nacional. En razón de todo lo expuesto, se comunica que en el ámbito del AMBA, el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza es el único donde se han adaptado medidas y procesos con el fin de atender la mentada demanda en condiciones de seguridad", dijo el Orsna mediante otra carta.
En el sector descuentan que la decisión seguramente se gestó en las oficinas de Aerolíneas Argentinas. La gestión de la empresa estatal, manejada en las sombreas desde la oficina del Senado de Mariano Recalde , siempre tuvo como objetivo el monopolio en el mercado. Ya se fue Latam y retiró su oferta de vuelos internos. Sin su principal competidor, las low cost se convirtieron en la principal amenaza. Además, con el aeropuerto porteño cerrado hasta pasado el verano, El Palomar era una opción cercana para embarcar al interior del país.
Desde el punto de vista operacional, dicen, los organismos oficiales no han argumentado demasiado. De hecho, la estación ya recibió numerosos vuelos durante la pandemia, no sólo de las aerolíneas privadas sino también de la Fuerza Aérea, que llevó todos los repatriados que trajo en aviones militares a ese lugar del conurbano. Al menos por ahora, esas fotos de los pasajeros caminando por la pista hasta el avión no parece que se vaya a repetir.