El obstáculo formal del plan “Frente de Todos menos uno” y los movimientos para bajar a Scioli
Si la alianza oficialista sigue reuniendo al Frente Renovador, el kirchnerismo y el PJ, el embajador podrá presentar lista porque es afiliado peronista; los avales en la mira y las operaciones contra las PASO
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Si, como se viene especulando, el Frente Renovador de Sergio Massa en alianza con la colección de partidos kirchneristas y los gobernadores del PJ quisieran dejar fuera de juego a Daniel Scioli para evitar que haya una PASO, no la tendrían tan fácil en los papeles. La idea de un “Frente de Todos menos uno” no es tan sencilla desde lo operativo: el embajador en Brasil es afiliado del PJ, por lo tanto, si su partido está integrado en la alianza oficialista (y todo indica que sí), él podría juntar los avales necesarios y presentar su lista en la Justicia Electoral el 24 de junio.
El ordenamiento detrás de un candidato único, entienden los que impulsan esa moción, implica que los movimientos para lograrlo sean políticos, no jurídicos. Hay, sin embargo, varios obstáculos que los detractores de la candidatura de Scioli podrían sembrar el miércoles próximo, el día que debe constituirse el nuevo frente electoral oficialista.
Por un lado, se podrían plantear requisitos sofisticados para la presentación de avales. La norma exige la firma de 35.000 afiliados. En el búnker de Scioli y de la aspirante a precandidata a gobernadora Victoria Tolosa Paz aseguran que ya los tienen. Pero aún resta ver la letra chica, porque en el acta constitutiva de la alianza se podrían fijar más exigencias. En 2019, por ejemplo, el Frente de Todos pedía un piso de 50% de avales de afiliados del PJ y un piso de 20% de avales de otros partidos.
Hay que tener en cuenta que, en rigor, hay tres niveles de frentes electorales que deben inscribirse: el de orden nacional para la categoría de presidente, el de orden provincial para diputados y senadores nacionales y el de orden provincial que contempla la categoría de gobernador y las intendencias. En cada estamento pueden aliarse distintos partidos políticos.
Todo la letra chica del frente nacional la está coordinando el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, que es el presidente del Congreso del PJ y tiene literalmente la lapicera para la inscripción de frentes electorales del miércoles que viene. Ayer, el cacique formoseño estuvo con Massa con la excusa de un anuncio de una central eléctrica.
Otro punto de conflicto -que todavía no está cerrado- es el piso (al interior del frente) para que la nómina que salga segunda en las PASO pueda integrarse a la lista definitiva de diputados nacionales en las generales. En el equipo de Scioli -y lo mismo corre para Agustín Rossi- piden fijar un piso del 25% y una integración con el sistema D’Hont. Según trascendió, en La Cámpora hablaron de fijar un piso del 40%. “Es legal, la justicia electoral ya lo ha avalado”, aseguró un colaborador de ese campamento, en respuesta a quienes dicen que ese planteo es inconstitucional, porque no respeta la representación de las minorías.
Otra opción -la que se podría terminar imponiendo- es el sistema de 25% de piso e integración 25/75. “Nadie quiere quedar como un autoritario, no van a hacer trampa”, se tranquilizan en el campamento sciolista.
“Desde la normativa a Daniel no lo pueden bloquear. Él está afiliado al PJ y ya tenemos los avales. Lo que van a intentar es condicionarlo con la política”, dijo uno de los dirigentes que ya se zambulló en la campaña de Scioli. Y recordó: “En 2015 Florencio Randazzo, que estaba enojado con Cristina, si hubiera querido, hubiera podido presentar una lista contra Scioli”. En 2017, en cambio, Cristina no convenció a Randazzo de integrarse en una lista. Entonces ella impulsó un nuevo frente, Unidad Ciudadana, y prescindió de la estructura del PJ.
Pero ese no es el escenario actual, porque los gobernadores, que son pilares fundamentales del PJ, se pronunciaron por una fórmula de unidad en sintonía con el reclamo de Massa y con el visto bueno de Cristina, ya que sus dos gobernadores, Axel Kicillof (Buenos Aires) y Alicia Kirchner (Santa Cruz) firmaron el documento que reclama una fórmula de unidad. Aunque no se habló de nombres propios -y tampoco está resuelto quién sería el candidato de unidad de ese espacio- esos tres sectores comenzaron a operar sincronizados en las últimas horas.
“Esto se resuelve con política. Los gobernadores pueden decirle a Scioli que no le dan su lista de diputados, que no le van a militar la campaña. Es el famoso todo el aparato en contra”, advirtió un funcionario kirchnerista al tanto de las discusiones de las últimas horas. Otros ponen la expectativa en Cristina, esperando que ella asome a último momento como la gran ordenadora del entuerto.
Tal como contó LA NACION, varios gobernadores mantuvieron conversaciones con Scioli y uno de ellos, el riojano Ricardo Quintela, fue a verlo personalmente el miércoles, antes de que el embajador en Brasil fuera a los estudios de TN y ratificara que seguirá adelante con su campaña presidencial. Ese mandatario no le pidió explícitamente que se bajara, sino que solo expuso sus argumentos, luego firmar el documento que exigió “la construcción de una lista de unidad con integración de carácter federal”.
Fernández ¿detrás de Scioli?
Los gobernadores que quieren echar por tierra a las PASO quieren dialogar en las próximas horas con Alberto Fernández para persuadirlo de que desista de promover las candidaturas múltiples, como viene haciendo desde las elecciones de medio término. La convicción que tiene ese grupo -y que comparten en el kirchnerismo y en el massismo- es que el Presidente está detrás de la candidatura de Scioli. Prueba de ello, dicen, es que el canciller Santiago Cafiero está trabajando muy cerca del embajador en Brasil.
En el búnker de Scioli niegan que el exmotonauta sea el candidato de Fernández. “Alberto no está participando de esto, no está atrás de Daniel ¿Si él no lo subió, cómo lo va a bajar?”, dicen.
En la Casa Rosada también repiten que Fernández solo defiende la “herramienta” de las PASO pero que “no tiene candidato”. En Balcarce 50 vienen tanteando a los gobernadores que días atrás se mostraban más permeables a las candidaturas presidenciables múltiples y escuchando sus argumentos, luego de que todos firmaran el documento conjunto en el que exigieron “la construcción de una lista de unidad con integración de carácter federal”. Buscan resquicios y aseguran que no hay síntesis entre los mandatarios provinciales para apoyar a un postulante determinado.
Los gobernadores que se reunieron el miércoles en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), ya avisaron que, en las próximas horas, una delegación pedirá una audiencia con el jefe de Estado. En la Casa Rosada esperan la cita para el lunes. Aunque podrían sumarse más, en principio irían los tres mandatarios que ya atravesaron los comicios en sus provincias (el pampeano Sergio Ziliotto, el fueguino Gustavo Melella y el riojano Quintela), además de Insfrán.
En las conversaciones privadas de las últimas horas los gobernadores exhibieron cierto hastío por las rencillas nacionales. Llegaron a amenazar con no movilizar la campaña en sus provincias si no hay un ordenamiento.
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