El nuevo escrito de Cristina contra Revolución Federal: un hilván de datos, hipótesis y chats
La vicepresidenta insiste en relacionar al expresidente Macri y al diputado del Pro Milman con el grupo extremista libertario, al que vincula con el intento de asesinato que sufrió el 1 de septiembre
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Cristina Kirchner insiste en tratar de relacionar al atentado contra su vida, por el que están presos Fernando Sabag Montiel, su novia Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo, con Revolución Federal, una agrupación de libertarios extremistas procesados por incitar a la violencia. De acuerdo al relato de la vicepresidenta, ambos grupos actuaron en connivencia, financiados por la familia del mejor amigo del expresidente Mauricio Macri con el apoyo del diputado del Pro Gerardo Milman, que -según ella- sabía que todo esto iba a ocurrir.
Este el eje del escrito en el que Cristina pidió que se declare el secreto del sumario y al mismo tiempo lo tuiteó pidiendo la detención de los integrantes de Revolución Federal Jhonatan Morel, Gastón Guerra y Leonardo Sosa.
La Justicia ya dijo que son casos diferentes el atentado y la incitación a la violencia, pero la vicepresidenta insistió en ligar datos de ambos expedientes y formular hipótesis como si fueran hechos probados. La jefa del kirchnerismo señala la existencia de contactos entre Revolución Federal y Ximena Tezanos Pinto, la vecina del piso de arriba de Cristina en el departamento de la calle Juncal, donde sufrió el atentado.
La defensa de Cristina afirma que la vecina pasó de ser una persona hostil a la vicepresidenta a manifestarle simpatía. “Mientras De Tezanos Pinto se mostraba públicamente como una persona conciliadora y amable, en su ámbito privado recibía a gente que quería matar a Cristina Kirchner”, aseguran los abogados. Y precisan que le informaba por celular a Gastón Guerra los movimientos de la vicepresidenta.
También indican que cuando visitó a la señora, Sabag Montiel y Brenda Uliarte “estaban en las inmediaciones de Juncal y Uruguay esperando el momento preciso para atentar”. Esa coincidencia espacial es usada como evidencia. “Ese mismo 27 de agosto, aparece una alusión en los teléfonos de Guerra, Morel y Sosa a que “necesitaban” vecinos de la zona para poder atacar a la vicepresidenta y hablaban de “tirar kerosene desde los balcones”, agrega.
El relato que compone la querella es que “Tezanos Pinto recibió en su casa a dos personas que estaban decididas a matar a Cristina Kirchner. Así como Tezanos Pinto comenzó a mostrarse amable mediáticamente, Guerra se ganó la amistad de las personas del edificio para ingresar sin problema. Mientras los dos conversaban sí sobre los movimientos de la vicepresidenta. Afuera, Sabag Montiel y Uliarte esperaban el momento justo para matarla, con un método calcado del propuesto por Morel”.
En estos paralelismos basa la querella sus presunciones sobre las que pide la detención de los integrantes de Revolución Federal. Remarca un mensaje subrayado por la PSA, la fuerza de seguridad más cercana al kirchenismo, que señala que el 15 de agosto se dio una conversación de Morel y Sosa en la que se habló de hacer una “vaquita” para contratar un sicario para matar a la vicepresidenta.
Con ese dato se pregunta la querella: ¿”Fue Sabag Montiel el sicario de Revolución Federal? Todavía no lo sabemos, pero la conversación entre Sosa y Morel existe, y varios testigos dijeron que Sabag Montiel solo podría haber hecho lo que hizo por dinero”.
“¿Quién manejaba el dinero?”, se preguntan y la respuesta no tarda en conectar la posibilidad de que Revolución Federal haya contratado un sicario, con el hallazgo de 50.000 dólares en la casa de Sosa y con el pago que le efectuó por trabajos de carpintería la empresa Caputo Hermanos a Morel. “En total, más de 100.000 dólares que bien podrían haber sido parte de “la vaquita”, calculan. En este sentido, otro elemento llamativo es la coincidencia entre los impulsos homicidas de Sabag Montiel y la creación de Revolución Federal”, especula el escrito de la querella.
Otro de los paralelismos que para la querella es una evidencia de que Revolución Federal está detrás del atentado es que tanto Sabag Montiel como los libertarios son antisemitas. “Ambos eran nazis”, dice el escrito y menciona que un testigo dijo que “Sabag Montiel siempre hablaba bien de Hitler. Y en los chats de Revolución Federal se ven alusiones a atentar contra Cristina Fernández de Kirchner de forma que no haya culpables, “como hicieron con los judíos”.
Otra relación en la que basa el pedido para detener a los integrantes de Revolución Federal por el ataque es un dato del informe de la PSA donde una mujer identificada como “Camila Gauna RF” habló en un grupo cuyo nombre no se pudo determinar de “entrar a la casa de ella y pegarle un tiro”. ¿Brenda Uliarte 10 y “Camila Gauna RF” serán la misma persona? Y, si no, ¿quién es “Camila Gauna RF”? , pregunta el escrito de la vicepresidenta.
“Este grupo incita a la violencia, como ya sabíamos, pero es evidente que también busca ejercerla de modo concreto, con objetivos específicos. El más evidente es Cristina Fernández de Kirchner: Revolución Federal quería, y tal vez contrató, un sicario para asesinarla; Morel explicó en Twitter Space como matarla; Guerra y Sosa realizaron tareas de inteligencia en su edificio; otras personas ya habían hablado de entrar a su vivienda y pegarle un tiro”, sostiene el relato, que afirma que el financiamiento provino de “un grupo perteneciente a la familia más cercana al expresidente Macri” y que el diputado Milman “sabía lo que iba a ocurrir”.
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