El Movimiento Evita reclama un ministerio propio

Los debates en torno al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ahondaron todavía más las trincheras que separan a las distintas tribus al interior del Frente de Todos. En este contexto, con los sectores más afines a Alberto Fernández envalentonados, el Movimiento Evita retomó un viejo reclamo: la creación de un ministerio de la Economía Popular. Es decir, de una cartera que reúna a todas las áreas del Estado vinculadas con el mundo de los trabajadores informales.

“Es un reclamo que tenemos los movimientos populares desde el año 2015″, indicó a LA NACION el dirigente Gildo Onorato al ser consultado al respecto. Desde la fallida campaña presidencial de Daniel Scioli que en el Movimiento Evita se ilusionan con la posibilidad de contar con ese “instrumento institucional”. Pero fue recién en 2019 que la organización logró posicionar a su principal referente, Emilio Pérsico, en un lugar estratégico: la Secretaría de Economía Social. Es el área del Ministerio de Desarrollo Social que se encarga de gestionar la asistencia social mediante el programa Potenciar Trabajo, que hoy alcanza a más de un millón de beneficiarios que realizan tareas de limpieza, albañilería, agricultura, entre otros rubros.

Onorato señaló la necesidad de “organizar y planificar” los distintos órganos que el Estado tiene “desperdigados” a lo largo de los distintos ministerios para, de esa manera, hacer “más calificada” la economía popular al garantizarle más herramientas, circuitos comerciales y una mejora en el compre estatal.

En ese sentido, más allá de la secretaría que conduce Pérsico, desde el Evita aseguraron que existen áreas pertenecientes a otros ministerios que, en palabras de Onorato, “necesitan ser centralizadas”. Una de ellas sería el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), presidido desde febrero de 2021 por el sociólogo Alexandre Roig. El Inaes es la autoridad de aplicación del régimen legal cooperativo y mutual, que tiene bajo su órbita facultades y atribuciones institucionales-corporativas, un lugar de peso en el organigrama de la política social.

En tanto, la otra área que también podría formar parte de ese virtual ministerio de la Economía Popular es la Secretaría de Agricultura Familiar, la cual hoy se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Agricultura y es conducida por Miguel Ángel Gómez, un funcionario cercano al Evita y de estrechos nexos con organizaciones campesinas.

Críticas

El tema promete levantar temperatura. Sin ir más lejos, en febrero, las versiones de una posible reconfiguración del gabinete llegaron a oídos de Nahuel Levaggi, referente de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y actual director del Mercado Central, quien no escondió su malestar al respecto. A través de su cuenta de Twitter, el dirigente social criticó con dureza al Gobierno al remarcar que “las instituciones del Estado deben estar en función de la política pública para el conjunto” y “no tienen que ser una caja direccionada para las organizaciones amigas, dejando de lado el resto del sector”.

Y en explícita referencia al rol que a su entender debería cumplir la secretaría de Agricultura Familiar, Levaggi sentenció: “Qué error sería que la política de una secretaría que debiera entender al sector como sujeto productivo, pase a ser parte de un armado subsumido a una visión urbana y de asistencia”.

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