El misterio del caso Nisman, nuevamente en la portada de The New York Times
En su edición más importante de la semana, el prestigioso diario estadounidense compara a la muerte del fiscal con una novela negra y cuenta cómo es el clima social que el caso despertó en el país
"Whodunit?". Esta expresión anglosajona, que significa "¿quién lo ha hecho?" y es también una referencia al género de las novelas negras, hoy se convirtió en la pregunta que abre el título de The New York Times sobre la misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman. "En un país obsesionado, la pregunta se convierte en quién no lo hizo", termina el título de la nota que hoy, en la edición más importante de la semana, llegó a la portada del prestigioso periódico.
"La presidenta lo hizo. No, fue el jefe de los espías argentinos que conspira contra ella. Tal vez realmente fue un suicidio, la trágica caída de un hombre cuyo caso se estaba deshilachando. ¿O fue Irán, el Mossad israelí, la CIA? ¿Y qué decir de la influencia persistente de los nazis que se refugiaron aquí después de la Segunda Guerra Mundial?", comienza el "memo desde la Argentina" firmado desde Buenos Aires por Simón Romero.
El periodista resalta que desde que murió Nisman , quien acusó a la presidenta, Cristina Kirchner , de encubrir a Irán en la investigación del atentado contra la AMIA en 1994 , "este país fue inundado con teorías acerca de quién apretó el gatillo, y por qué".
La nota trata de reflejar el clima social en la Argentina después de la misteriosa muerte, el pasado 18 de enero, un día antes de que el fiscal se presentara ante el Congreso con las pruebas de su acusación. El periodista dice que en cada rincón del país, se habla del tema y cada uno tiene su propia hipótesis y que algunos, incluso, lo hablan con sus psicólogos.
"La pérdida del señor Nisman es la última entrega de una tradición latinoamericana: muertes políticas simbólicas que estimulan una serie de teorías diversas, a menudo durante décadas", escribe Romero.
"Al igual que el asesinato de Kennedy en Estados Unidos, las muertes sospechosas se han convertido en elementos básicos de debate político en la región, a veces empujando a los tribunales y las autoridades a hacer un gran esfuerzo para resolverlos", dice el autor que menciona antecedentes como las dudas sobre las muertes de los ex mandatarios Salvador Allende (Chile) y João Goulart (Brasil) y hasta de Simón Bolívar. "En cada uno de estos casos, los investigadores no encontraron evidencia de juego sucio en la muerte", señala.
El autor explica que Cristina dejó en claro que alguien mató a Nisman y que "lanzaron suspicacias" sobre el asistente que le prestó el arma, Diego Lagomarsino , y el ex hombre fuerte de la ex SIDE, Antonio "Jaime" Stiuso .
"Aunque ni la señora Kirchner ni su gobierno ha acusado a nadie de asesinato directamente, ha descrito a la muerte del señor Nisman como parte de un complot para desprestigiarla", señala el auto de la nota.
"Pero dado que la denuncia penal de 289 páginas del señor Nisman acusó a Kirchner de intentar llegar a un acuerdo secreto con Irán para desviar su investigación sobre el atentado de 1994 contra la mutual judía, en el que murieron 85 personas, muchos argentinos sostienen que el gobierno es el lugar lógico donde buscar sospechosos", dice el autor, quien expone testimonios de ciudadanos argentinos y sus diversas teorías sobre el caso.
"¿Ya estás confundido? Las teorías se vuelven mucho más complejas", advierte Romero al final del texto. "Si bien los investigadores aún no han determinado si el señor Nisman fue asesinado o se quitó la vida, algunas de las teorías escuchadas en las calles aceptan el suicidio como una explicación", agrega el autor al abanico de teorías, que incluyen a presuntos sospechosos de todo tipo, como espías venezolanos, la mafia china, y hasta una extraña interpretación de la Torah.
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