El mismo tribunal que juzgará a Cristina Kirchner deberá hacerlo antes con Boudou en otra causa
Lo integran dos jueces titulares y un subrogante; habrá modificaciones
Primero Amado Boudou y después Cristina Kirchner . El Tribunal Oral Federal N° 1, que juzgará a la ex presidenta, tiene previsto juzgar a Amado Boudou en la causa en que está acusado de irregularidades en el registro de un viejo automóvil Honda. Después de ese juicio -aunque no de inmediato- será el turno del proceso contra la ex mandataria.
Los jueces del Tribunal Oral Federal N° 1 son José Michilini, Adrián Grünberg y Gabriel Vega, que es subrogante. El magistrado de un tribunal oral de instrucción probablemente no siga integrando este tribunal cuando sea el juicio de Cristina Kirchner, pues otro colega, Ricardo Basilico, manifestó al Consejo de la Magistratura su intención de ser trasladado al fuero federal.
Al mismo tiempo, los jueces Grünberg y Michilini manifestaron estar de acuerdo con la incorporación de Basilico.
Grünberg es un juez de años de tribunales, ex secretario letrado de la Corte que trabajó en la vocalía de la jueza Carmen Argibay. Con posturas progresistas, fue designado en 2009 por Cristina Kirchner. Los que no lo quieren mencionan que integra la agrupación Justicia Legítima, que compartió políticas del kirchnerismo. Grünberg considera que debe despenalizarse el cultivo doméstico de marihuana, eliminar la "tenencia para consumo" y apoya la idea de que la salud pública debe ser orientadora del trabajo judicial.
Michilini fue un juez correccional de Lomas de Zamora, donde estuvo 13 años en el cargo. Además, es profesor universitario. Llegó al Tribunal Oral Federal N° 1 tras el concurso 278 para cubrir siete vacantes en tribunales orales federales. En 2015 su pliego fue elevado al Senado por Cristina Kirchner, a quien ahora deberá juzgar.
Basilico es juez de un tribunal oral criminal y fue profesor de derecho en la UCA. Pidió el traslado al Consejo de la Magistratura. Es abogado de la Universidad del Salvador y doctor en Ciencias Penales de la Universidad Kennedy. Estuvo en la vocalía del juez Ricardo Lorenzetti en la Corte Suprema hasta 2007.
El tribunal oral, como la mayoría, está atestado de causas. En promedio hay 250 expedientes por tribunal y antes de juzgar a Cristina Kirchner los jueces deben concluir un juicio por delitos de lesa humanidad y otro por trata de personas, además de otros procesos pendientes, incluido el de Boudou.
Además, los jueces subrogan en otros tribunales donde realizan otros juicios simultáneamente, lo que los recarga de trabajo.
El fiscal designado por sorteo que le tocará juzgar a Cristina Kirchner es Diego Velasco. Con 41 años, pasó más de la mitad de su vida en los tribunales, donde entró de pinche a los 17 años. Hijo del juez Luis Velasco, que investigó al ex juez Remigio González Moreno por una supuesta extorsión a directivos del Sanatorio Güemes, trabajó en los tribunales de instrucción. Llegó a secretario del fiscal Raúl Perotti, cuando su jefe proponía un juicio abreviado contra Gustavo Beliz por mostrar la foto del ex espía de la Side "Jaime" Stiuso por TV. Esta osadía les valió a Perotti y a los jueces del Tribunal Oral Federal N° 3 Guillermo Gordo y Miguel Pons que la Side les armara una causa judicial y a Velasco le costó una eterna proscripción. Nunca llegó a ser elegido en ningún concurso ni logró un ascenso. Recién lo consiguió cuando Cristina Kirchner alejó a Stiuso de la ex Side.
Velasco fue nombrado fiscal en Tucumán, donde realizó juicios de lesa humanidad, incluido el que enfrentó el juez Manlio Martínez, al que condenó por ser cómplice de la dictadura.
Una vez trasladado a Buenos Aires, fue fiscal subrogante en la fiscalía ante la Cámara Federal durante una larga licencia de ocho meses que se tomó el fiscal Germán Moldes en 2016.
Actualmente ocupa la fiscalía que llevará adelante el juicio contra Cristina Kirchner. Velasco ya trabajó en otros procesos donde colaboró en la obtención de condenas resonantes como la que recibió Carlos Menem por los sobresueldos.
La maniobra, paso a paso
Dólar barato
En 2015, el grueso de los contratos –con vencimientos desde enero hasta junio de 2016– comprometían al Banco Central a vender dólares a 10,6 pesos promedio, cuando esos mismos contratos, en el exterior, tomaban un tipo de cambio cercano a 15 pesos
La metodología
Las llamadas “compensaciones” del dólar futuro tienen en cuenta el cambio del día del vencimiento. Así, si el contrato se pactó a un dólar de 10,6 pesos, y al cierre de un día determinado, el dólar quedó en 15 pesos, el vendedor entrega al comprador 4,4 pesos
Nuevo cambio
Cuando el nuevo gobierno liberó el tipo de cambio, el Banco Central tuvo que pagar 23.000 millones de pesos. Y como el dólar se siguió devaluando hasta el 29 de febrero, acumuló un rojo de 66.493 millones, que achicó en 12.057 millones en marzo, por la caída de casi el 7% del dólar frente al peso
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