El kirchnerismo se aferra a la reforma de la Procuración y no prevé tratar el pliego de Daniel Rafecas en el Senado

Entusiasmado por el reciente avance del proyecto en la Cámara de Diputados, el kirchnerismo se aferra a la nueva ley del Ministerio Público, y no piensa en citar a Daniel Rafecas, el candidato de Alberto Fernández a la procuración y que ayer volvió a expresar su rechazo a la reforma, que reduce los votos necesarios para la elección del jefe de los fiscales.

“La ley es una ley de avanzada. Que apunta además a equiparar la igualdad de género. (Martín) Soria y (Juan Martín) Mena hablaron con todos. Como cualquier ley hay que negociar. Ayer salió el dictamen”, contestaron a LA NACION cerca de la vicepresidenta Cristina Kirchner. La decisión de avanzar con la nueva ley, que ayer obtuvo dictamen en Diputados y también acorta el mandato del nuevo procurador a cinco años renovables por un período, es también una respuesta a los pedidos de dirigentes opositores de tratar en comisiones del Senado el pliego de Rafecas, cuya postulación es aún impulsada por la Casa Rosada.

“La oposición es pura chicana. En el fondo no discute la ley (es la misma que en su momento presentó (Germán) Garavano y este año Martín Losteau, ni aportó nombres de Procurador. Quieren que se quede (Eduardo) Casal porque es un procurador militante, y el objetivo es que se quede a cuidar los desastres de la Mesa Judicial”, abundaron fuentes leales a la vicepresidenta.

El pedido de la oposición a Cristina

Ayer, por medio de un comunicado, los jefes de los interbloques de Juntos por el Cambio en ambas cámaras, los radicales Mario Negri (Diputados) y Luis Naidenoff (Senado), firmaron un comunicado en el que “exigieron” a la vicepresidenta que el Senado trate el pliego de Rafecas. “Está a la vista que el kirchnerismo nunca quiso a Rafecas de Procurador General y prioriza su ley para terminar con la independencia de la Justicia, el pliego lleva un año cajoneado”, afirmó Negri para explicar el texto conjunto.

De todos modos, desde el macrismo explicaron que la jugada de los dirigentes de la UCR-sumaron también a Elisa Carrió, la líder de la CC-ARI que viene promoviendo la postulación de Rafecas como el “mal menor” en la Procuración-”no representa” la postura de la totalidad del conglomerado opositor.

En la Casa Rosada, mientras tanto, se remitían a las palabras del Presidente, quien afirmó que Rafecas “se precipita” al afirmar a través de una carta que no se postularía con la nueva ley, y dijo que intentará convencerlo para que considere su decisión. “Con Rafecas de candidato podría haber una negociación con la oposición”, afirmaron desde un despacho cercano al del Presidente, sin perder del todo las esperanzas.

A pesar de que el quorum para tratar y luego aprobar la ley en Diputados hoy es una misión casi imposible para el oficialismo, desde el kirchnerismo duro aseguran que “hay tiempo” para lograrlo. Y desmienten que Graciana Peñafort, u algún otro jurista allegado a la vicepresidenta, sean finalmente los postulados para reemplazar a Casal. “Esos nombres los tiró Carrió para operar. Nunca existió eso. Son operaciones para dejar instalado en los medios”, retrucó otro leal a la vicepresidenta.

Cristinistas y albertistas coinciden en un punto: ambos critican que Rafecas haya dicho con claridad que no será Procurador si cambian las reglas actuales para su nominación como prevé el proyecto de reforma. “Lo perjudicó al Presidente”, afirmaron desde la Casa Rosada, aunque cerca del juez federal sostienen que “hace un año” que nadie del oficialismo lo llama para avanzar en su postulación.

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