El kirchnerismo ratifica su apoyo a Massa, pero le reclama que siga los consejos de Kicillof
Tanto Cristina como Máximo Kirchner avalaron el desembarco del nuevo ministro de Economía; antes presionaron juntos para correr a Guzmán; el plazo del que ya se habla en el instituto Patria
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Cristina y Máximo Kirchner no estuvieron en la jura de Sergio Massa como ministro de Economía, pero avalaron su desembarco en el Gabinete después de superar desconfianzas mutuas en los últimos dos años y medio, con el Congreso como escenario político. El acercamiento definitivo se produjo, según pudo saber LA NACION, cuando el jefe del Frente Renovador y los líderes del kirchnerismo se convencieron de que Martín Guzmán llevaba al presidente Alberto Fernández a “chocar el país” y decidieron presionar para desplazarlo.
Fernández resistió todo lo que pudo: se negó a conformar una mesa política del Frente de Todos, ideada por el kirchnerismo y Massa para tener un ámbito desde el cual torcer la política económica y, eventualmente, conseguir el apartamiento de Guzmán. Y luego, con la renuncia del ministro consumada, intentó una salida por la tangente con Silvina Batakis, pero le duró 24 días. En el medio hubo una corrida cambiaria que solamente se desinfló cuando el Presidente aceptó la designación de Massa, con el visto bueno de Cristina.
La vicepresidenta terminó de darle a Massa su aval explícito el último lunes, con una fotografía incluida en su despacho del Senado. Se los vio sentados bastante lejos, a ambas puntas de una mesa larga, pero la propia Cristina le había dado al todavía titular de la Cámara de Diputados una indicación para acercar posiciones: reunirse con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y aceptar su asesoría. Es lo que hizo el último fin de semana y finalmente ayer el mandatario provincial le manifestó el apoyo que le venía retaceando.
Felicitaciones @SergioMassa, nuevo Ministro de Economía de la Nación.
— Axel Kicillof (@Kicillofok) August 3, 2022
Con el compromiso de siempre vamos a seguir trabajando por el bienestar de nuestro pueblo. pic.twitter.com/1jScnDDCGS
Uno de los anuncios que ayer hizo Massa también contó con el aval del kirchnerismo, pese a que a priori podría suponerse lo contrario. Se trata del tope al consumo subsidiado de 400kw de energía eléctrica, que afectará al 30 por ciento de los usuarios residenciales y exceptuará, al mismo tiempo, a un mayoritario 70 por ciento en el centro y el sur del país. El acuerdo podría extenderse en los próximos días con el reemplazo del secretario de Energía, Darío Martínez, en consonancia política con el ministro de Economía.
El rol de Máximo
Máximo Kirchner estuvo ausente en el momento de las definiciones. Pasó las últimas dos semanas en Santa Cruz, en coincidencia con el receso escolar de sus hijos. Pero había sido, en rigor, quien le insistió a su madre con la necesidad de sacudir al Gabinete y de tomar el control de la política económica. Sus críticas a Guzmán eran más antiguas que las de Cristina y se expresaron sin tapujos en su abrupta renuncia a la jefatura del bloque de diputados oficialista el 31 de enero pasado. Su alianza con Massa ya estaba consolidada.
Ahora, el jefe del PJ bonaerense aceptó de buen grado la designación de Cecilia Moreau como presidenta de la Cámara de Diputados. La legisladora encarna la síntesis del acuerdo de Massa con Cristina Kirchner y La Cámpora, a tal punto que antes de aceptar el cargo hizo una ronda de consultas que incluyó a los máximos referentes del kirchnerismo. En ese marco, varios diputados camporistas -Rogelio Iparraguirre, Mabel Carrizo y Leila Chaher- y kirchneristas, como Mónica Macha y Hugo Yasky, estuvieron en el Museo del Bicentenario.
También estuvieron entre los asistentes a la jura de Massa los tres diputados del Frente Patria Grande que lidera Juan Grabois, con Itaí Hagman a la cabeza, el autor del proyecto de salario básico universal que, paradójicamente, no tiene cabida en el paquete de medidas que empezó a anunciar el ministro de Economía. La posibilidad de que el Frente de Todos sufra un desgajamiento por izquierda, ante un plan de estabilización ortodoxo, está entre los escenarios analizados. No obstante, La Cámpora mantiene firme su respaldo.
Fuerza compañero @SergioMassa https://t.co/MMykhZ3eb9
— Andrés Larroque (@larroqueandres) August 4, 2022
En la misma línea se interpretan las críticas de kirchneristas residuales como Alicia Castro, aunque Amado Boudou -también integrante de Soberanxs- se pronunció en sentido contrario, al afirmar que Massa tiene “un conocimiento profundo del funcionamiento del Estado”. En el cristinismo en tiempo presente, nucleado en el Instituto Patria, se verificó el apoyo expresado en la presencia de Felipe Solá, el excanciller. En ese centro de pensamiento se habla de un plazo de 20 días para hacer una primera evaluación de la gestión económica.
En el peronismo, en formato ampliado, también se destaca por estas horas que la fuerza tuvo “anticuerpos” para provocar un recambio en el gobierno y sacarlo de la inercia derrotista por el que lo llevaba el albertismo. “Eso es justamente lo que no tuvo Cambiemos cuando (Mauricio) Macri se cortó solo con el Fondo”, aseguran. Pero también corren versiones paranoides: la más extendida señala que Cristina “ya se sacó de encima” a Fernández y que lo mismo hará con Massa si fracasa su gestión económica. Sólo el tiempo lo dirá.
El camino para fortalecer la Democracia, asegurar la paz social y recuperar la perspectiva estratégica del desarrollo es una economía al servicio del pueblo y los intereses nacionales. El Mtro. @SergioMassa contará con millones de argentinos y argentinas dispuestos a transitarlo.
— Fernanda Vallejos (@fvallejoss) August 3, 2022
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