El kirchnerismo pretende que Fernández hable de la “proscripción” de Cristina en el Congreso
Larroque advirtió que “llama la atención que un sector del propio espacio la pretende relativizar”; en cambio, el Presidente haría una defensa jurídica; cortocircuitos por la reelección
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“Pareciera que Alberto Fernández le está mordiendo la mano a quien le dio de comer”. Andrés “Cuervo” Larroque entró en una fase hiper defensiva de Cristina Kirchner y ultra ofensiva contra el Presidente horas antes de que el jefe de Estado hable ante la Asamblea Legislativa. El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense y referente de La Cámpora le marcó la cancha al primer mandatario antes de que brinde el discurso más relevante del año: dejó en claro que el kirchnerismo pretende que exponga con todas las letras la presunta “proscripción” política de la vicepresidenta.
“No hay que caer en una doble proscripción de Cristina Kirchner. Llama la atención que un sector del propio espacio pretende relativizar o minimizar o empiojar el debate detrás de una situación tan clave y tan concreta que es que el sistema de poder se quiere sacar a Cristina de encima”, dijo Larroque un día antes de la sesión de la Asamblea Legislativa en diálogo con radio AM 750. Y pidió que desde el Gobierno no se enreden “en debates epistemológicos discutiendo si es proscripción o no”.
Larroque le dejó así una advertencia casi directa a Fernández, que por estas horas terminaba de pulir el discurso que dará en el Congreso. El Presidente trabajaba el texto en soledad, tomando como insumo los datos e ideas que le elevaron ministros y colaboradores, según una fuente de la Casa Rosada.
“Por la tangente”
El kirchnerismo quiere que el Presidente denuncie sin eufemismos la supuesta proscripción de la vice y sospecha que podría irse “por la tangente” en su discurso. Ya en el intercambio con Fernández en la reunión del PJ, los laderos de la vice se quedaron disconformes cuando escucharon decir al Presidente que, más allá de lo político, “no hay que olvidarse de defender la inocencia de Cristina” en la causa Vialidad, como cambiando el libreto para llevar la discusión a una cuestión jurídica.
El día del encuentro en Matheu, Fernández dijo, en el rol de abogado: “Yo siempre creí que esta causa era un disparate, incluso cuando no me hablaba con Cristina. Fui a declarar en la causa de forma presencial y dije que no se puede juzgar a un Presidente por los actos administrativos que se definen varios escalafones más abajo”.
El kirchnerismo cree que el marco de la discusión es otro y que la cuestión es política porque hay un “partido judicial” que busca adoctrinar a los líderes populares. “Si bien Alberto no dijo que Cristina no está proscripta como hizo Aníbal (Fernández), él sale por la tangente, habla de lo jurídico y no se juega hablando de la cuestión política y electoral”, dijo a LA NACION una fuente del kirchnerismo que participó de la reunión del PJ.
Larroque lanzó: “Alberto tuvo una dificultad desde el principio en caracterizar el rol de Cristina Kirchner como líder. Lo hace de una manera torpe”. La de Larroque es una voz autorizada para marcar la línea de la cúpula K. Al principio del mandato, el “Cuervo” y otros referentes de La Cámpora, como Eduardo “Wado” De Pedro, se habían propuesto rebatir la “demonización” de sus figuras y mejorar sus imágenes públicas. Pero la dinámica de la interna con el Presidente volvió a ubicarlos como soldados de Cristina Kirchner por sobre cualquier otra cosa.
Larroque -que está en proceso de “trasvasar” el manejo de la “orga” camporista a una generación más joven- quedó en el rol del “francotirador discursivo” del cristinismo. Ese lugar fue el que le asignó la vicepresidenta, particularmente después de las elecciones del 2021, cuando la embestida contra Fernández se volvió más dura. “Es el mejor declarante de la organización”, resaltó un colaborador de La Cámpora al validar sus dichos.
Contra el plan de reelección
Larroque también cruzó a Fernández porque no da de baja el plan de ir por un segundo mandato. “Lo natural sería la reelección del Presidente, pero no estamos en ese contexto. Hay que tener la madurez necesaria para aceptarlo”, dijo.
Sin suavizar su tono en ningún momento, agregó que “desconocer a Cristina Kirchner como líder generó una distorsión de la realidad en el propio Frente de Todos” y dijo que el gobierno de Fernández “no es peronista” sino “un híbrido” porque “no pone como eje central la distribución y la justicia social”.
Además, sin mencionarlo, el referente de La Cámpora apuntó al jefe de Estado por la falta de iniciativa para movilizar en las calles. “Sectores de la superestructura política generaron desmovilización en la sociedad”, dijo. El kirchnerismo se queja, puertas adentro, que después de las PASO de 2019, Fernández desalentó las demostraciones callejeras del peronismo.
En un sentido similar a La Cámpora, el jefe de la CTA, Hugo Yasky, consideró en los últimos días que en el 2023 hay que “salir de un gobierno que no pudo cumplir su mandato ante los que más lo necesitaban, los trabajadores, los sectores populares”. Durante una actividad de la secretaría de Género de la CTA Nacional, el fin de semana, agregó: “Vamos a ir con Cristina al frente del movimiento popular a ganar una elección”. Yasky es uno de los que presentó la moción en la reunión del PJ para pedirle a la vice que revea su decisión de no ser candidata a nada.
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