El kirchnerismo logró dividir en dos la votación y podría demorarse la definición de las leyes económicas del Gobierno
El esquema podría complicar los planes del Gobierno, ya que la sesión podría pasar a cuarto intermedio al agotarse el tratamiento de la Ley Bases, que es el primero de los dos temas que se discutirán
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El oficialismo libertario, con la vicepresidenta Victoria Villarruel a la cabeza, sufrió un traspié que podría tener consecuencias inesperadas al perder la pulseada por imponer que tanto la Ley Bases como el proyecto de reforma fiscal se discutan en un único debate antes de realizar dos votaciones por separado en la sesión prevista para este miércoles, a partir de las 10, en el Senado.
Al término de una ardua discusión, el kirchnerismo logró imponer su criterio y los proyectos se tratarán por separado. Es decir que primero se agotará la discusión y se votará una iniciativa, la denominada Ley Bases, antes de pasar a discutir el paquete fiscal.
Más allá de que este esquema estirará el tiempo que demandará la sesión, el oficialismo podría correr el riesgo de perder el quórum una vez terminado el primer debate. Una cuestión muy factible si se tiene en cuenta que la discusión de la Ley Bases podría demandar cerca de siete horas antes de su votación y que hay algunos legisladores que verían con agrado postergar el debate de la reforma fiscal hasta asegurarse de que la Cámara baja no revertirá los cambios que los senadores acordaron con el Gobierno.
De hecho, en la reunión celebrada este lunes a la tarde entre los jefes de bloques no terminó de definirse si el debate de ambos proyectos se hará de corrido o si se podrá votar un cuarto intermedio para retomar la discusión al día siguiente o en otro momento.
Para que el kirchnerismo pudiera ganar la pulseada fue clave el apoyo de algunos senadores de bloques denominados dialoguistas. En ese sentido, fue determinante el respaldo de la radical Edith Terenzi, que responde al gobernador de Chubut, Ignacio Torres (Pro), que se sumó al pedido que habían planteado los representantes de Unión por la Patria, José Mayans (Formosa) y Juliana Di Tullio (Buenos Aires).
Los senadores kirchneristas fueron los primeros en pedir que los proyectos se discutieran y se votaran por separado. A pesar de los antecedentes existentes, muchos de los cuales fueron celebrados durante los gobiernos de Cristina Kirchner, la dupla peronista adujo que era “desprolijo” hacer un único debate antes de pasar a la votación de cada proyecto.
El oficialismo, representado por Villarruel, el jefe de la bancada libertaria, Ezequiel Atauche (Jujuy), y el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala (San Luis), intentó defender el debate unificado, tal como ocurrió cuando la Cámara baja votó ambas iniciativas el 30 de abril ultimo.
Pero la prédica del oficialismo quedó en minoría cuando Terenzi se sumó al pedido del kirchnerismo y detrás de ella se plegaron otras voces, como la de la provincial Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro), que tampoco estuvo de acuerdo con celebrar un único debate y dos votaciones.
A la mesa de jefes de bloque también se sentaron los radicales Eduardo Vischi (Corrientes) y Mariana Juri (Mendoza), el líder de la bancada Pro, Luis Juez (Córdoba), Lucila Crexell (Neuquén), Carlos Espínola (Unidad Federal-Corrientes) y Juan Carlos Romero (Cambio Federal-Salta).
Según las reglas establecidas esta tarde, la sesión estará centrada casi de manera exclusiva en la discusión de los proyectos, ya que no se aceptarán homenajes ni cuestiones de privilegio, recurso éste ultimo que suele ser usado como una herramienta para demorar el inicio de los debates.
La sesión comenzará con la discusión de la denominada Ley Bases y se permitirá que cada conglomerado político pueda anotar un máximo de 10 oradores que tendrán, cada uno, 10 minutos para hablar. A eso se sumarán los miembros informantes, que en este caso son dos, ya que al dictamemn oficialista hay que sumarle el del radical Martín Lousteau (Capital), y los jefes de bloque, que tendrán 20 minutos cada uno. De todas maneras, al término de la reunión el libertario Abdala dijo que estos tiempos podrían extenderse, sobre todo en el caso de los discursos de cierre.
En este escenario, la Ley Bases podría demandar cerca de siete horas antes de su votación en general. Si se cumplen estos plazos, Villarruel podría llegar estar al frente de la sesión en ese momento, ya que Javier MIlei recién partiría con destino a Europa cerca de las 20 del miércoles.
Una vez cumplido este plazo, se pasará a la discusión en particular del proyecto. El acuerdo es que se vote por capítulos, que son más de 30 en el caso de la Ley Bases. Pero el debate podrá extenderse dependiendo de la cantidad de artículos que podrían sufrir modificaciones en el recinto del Senado.
Es en la denominada Ley Bases donde se encuentran la delegación de facultades legislativas que reclama el Gobierno de Milei y el artículo que habilita a la privatización y concesión de siete empresas públicas, entre las que se encuentra Aerolíneas Argentinas. Hasta el momento, el oficialismo no tiene los números para sostener ambas cláusulas, por lo que todo indica que deberá conceder algunas modificaciones en la discusión en particular.
Para el debate de la reforma fiscal se mantendrán los tiempos de los discursos, diez para los senadores y 20 para miembros informantes y los cierres, pero el número de legisladores que se podrán anotar por conglomerado político se reducirá a cinco. En esta discusión, el Gobierno se prepara para perder la votación del artículo que restituye la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
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