El kirchnerismo involucró a Duhalde en el episodio
Condenó en público el asesinato y especuló con una conspiración
El Gobierno reaccionó después de seis horas de silencio con tanto desconcierto que la teoría conspirativa con la que intentaba desviar el foco del conflicto, apuntando al ex presidente Eduardo Duhalde, se derrumbó antes de que alcanzara a ponerse en marcha de manera explícita.
Eran las 18.30, los hechos habían sido al mediodía, y sólo apareció a esa hora la primera voz oficial en palabras de Aníbal Fernández. Con el correr de las horas, las acusaciones de un supuesto complot para perjudicar al Gobierno y las internas dentro del propio oficialismo comenzaron a aflorar a medida que avanzaba la tensión.
Una primera postura de condenar la violencia y la promesa de avanzar en la búsqueda de los culpables del asesinato del militante Mariano Ferreyra derivó por la noche en una sugerente insinuación de la propia presidenta Cristina Kirchner de encontrar a los "instigadores" o "autores intelectuales", sean sindicales o políticos, del asesinato del joven militante. "Me llama poderosamente la atención el desarrollo de los hechos", dejó plasmada la duda la jefa del Estado en su último mensaje en Twitter.
En apenas unos minutos, el ex presidente Néstor Kirchner se comunicó por teléfono con ministros y funcionarios para que dejaran trascender la versión oficial de una supuesta responsabilidad de Duhalde. Según contó a LA NACION un dirigente que recibió la llamada de Kirchner, el diputado y secretario general de la Unasur daba por hecha una reunión del bonaerense con el líder de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, cuyo sindicato protagonizó los incidentes que terminaron con un muerto y dos heridos de bala.
Allí apuntaron las dudas y sospechas que intentó desperdigar el Gobierno a pesar de que la información era del año pasado y un bloggero K, Dante López Forresi, confundió como de las últimas horas y precipitó la base sobre la que el Gobierno quería montarse. Incluso, a pesar de que ya el duhaldismo había negado tal encuentro, el líder de la CGT, Hugo Moyano, seguía al pie de la letra la orden de Kirchner, daba por hecha la reunión y le adjudicaba al bonaerense una supuesta instigación. "Se quiere crear un clima de incertidumbre. Con esa reunión con Pedraza uno se pone a atar cabos. No creo en las brujas pero que las hay las hay", blanqueaba la estrategia oficial el líder sindical aliado de la Casa Rosada en TN.
Pero mientras el Poder Ejecutivo cruzaba llamadas sembrando dudas con sus supuestas teorías conspirativas, otras fuentes oficiales apuntaban a un hombre: Antonio Luna, subsecretario de Transporte Ferroviario, que depende de la Secretaría de Transporte, y quien fue mano derecha del ex funcionario Ricardo Jaime.
Fuentes que ayer siguieron de cerca los hechos confiaron a LA NACION que Luna, que responde al gremio de La Fraternidad, igual mantiene muy buenos vínculos con Pedraza. El Partido Obrero responsabilizó al subsecretario de ser el autor intelectual de la muerte de Ferreyra.
Y a pesar de que algunas fuentes dijeron que Luna estaba de viaje por España, en el Gobierno se pusieron a averiguar qué hicieron ayer dos de sus hijos, que son maquinistas, y que según denunciaron desde las organizaciones enfrentadas con La Fraternidad, habrían participado de los incidentes.
Fuerte malestar
En el Gobierno ayer el malestar era evidente. La demora de la Casa Rosada en reaccionar ante la gravedad de los hechos se debió a la falta de una postura consensuada para evitar que la crisis roce a la Presidenta. "En esto a nosotros nos pueden condenar por la alianza con la burocracia sindical, nada más", decía un funcionario.
Fue entonces que poco antes de las 19 el jefe de Gabinete salió por Radio Diez y el canal C5N a enviar sus condolencias a la familia del joven asesinado y contó que la Presidenta estaba "muy enojada y con bronca".
Pero Cristina Kirchner, en el único acto público que tuvo durante el día, evitó toda referencia a la violencia del mediodía, y hasta contó que le habían regalado un cajón de frutillas de gran tamaño y buen sabor. Recién cuando la prensa, que la esperaba a la salida de Parque Norte, le pidió una reflexión sobre la muerte de Ferreyra la jefa del Estado aceptó hablar. "Qué puedo decir que no sea la más enérgica condena y además también el compromiso muy fuerte para identificar no solamente a los autores materiales de este hecho, sino también a quienes hayan resultado autores intelectuales o instigadores", dijo.
Lo mismo repitió su marido. En Chaco, Néstor Kirchner exigió "no dejar ningún vestigio de impunidad" y pidió "castigar a los responsables materiales e intelectuales".
Anoche, pasadas las 23, toda la Casa Rosada estaba reviendo la estrategia ante la desmentida de la reunión de Duhalde con Pedraza sobre la que pensaba montar su embestida.
SON "ACUSACIONES MISERABLES", AFIRMÓ DUHALDE
- En medio de las acusaciones del oficialismo, el ex presidente Eduardo Duhalde aclaró anoche por el canal TN que "la reunión con Pedraza y Lescano tiene más de un año; se hizo referencia en los medios en ese momento". Calificó la acusación del oficialismo como "parte de la miserabilidad espiritual". El Gobierno había difundido esa noticia a media tarde para vincular a Duhalde y a Pedraza con un supuesto complot. Todo terminó en un papelón: se había valido de una nota de El Cronista de hace un año, que consignaba un encuentro del 28 de septiembre de 2009. Sin embargo, Dante López Foresi, blogger K, presentó la reunión como si hubiera sido el 28 de septiembre pasado. A última hora dijo: "Si cometí un error fue creerle a El Cronista . Pero la nota fue publicada esta mañana".
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