El kirchnerismo busca evitar que la oposición se una para sesionar y le quite el control del Senado
El Frente de Todos está dispuesto a consensuar un temario, por primera vez en los últimos nueve meses, para evitar que Juntos por el Cambio y los peronistas de Unidad Federal abran el recinto sin el oficialismo
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El Frente de Todos busca evitar que los bloques de Juntos por el Cambio y de los peronistas disidentes de Unidad Federal cierren un acuerdo que les permita abrir el recinto del Senado con un temario acordado sin la participación del oficialismo y asestarle, así, un duro golpe político a Cristina Kirchner al arrebatarle el control de la Cámara alta.
Después de casi dos años en las que el Frente de Todos se la pasó convocando a sesiones especiales, es decir con el temario fijado de antemano e impuesto con su mayoría, el bloque que preside José Mayans (Formosa), pidió llamar a reunión de Labor Parlamentaria para que los jefes de las distintas bancadas se pongan de acuerdo sobre los proyectos a tratar en el recinto en una sesión a celebrarse este jueves.
La última vez que los líderes parlamentarios se reunieron para acordar los temas de una sesión fue hace nueve meses, y la experiencia parece haber traumado al oficialismo. De hecho, aquel 30 de junio Cristina Kirchner reprendió en pleno recinto al jefe del oficialismo por haberse sentado a negociar con Juntos para el Cambio.
“Mayans, yo se lo dije lo que iba a pasar (sic), vio que no estaba equivocada”, amonestó la vicepresidenta al senador formoseño mientras lo señalaba con el dedo anular de su mano derecha. “Es usted muy confiado, confía en la palabra de los que no tienen palabra”, agregó Cristina Kirchner, ahora con un sonrisa condescendiente en su boca, antes de explicar a todos los presentes que si el Senado funcionaba con sesiones especiales era porque no se podía confiar en que la oposición.
La reunión fue convocada para este miércoles, a las 12, y no contará con la presencia de Cristina Kirchner, quien se encuentra a cargo del Poder Ejecutivo hasta el regreso de Alberto Fernández de la gira por el exterior que terminará tras la entrevista con su par norteamericano, Joe Biden. El lugar de la vicepresidenta lo debería ocupar la presidenta provisional del Senado, la oficialista Claudia Ledesma Abdala (Santiago del Estero).
La convocatoria a reunión de Labor Parlamentaria es el último recurso que le queda al oficialismo para evitar una derrota absoluta en el Senado. De hecho, según confiaron fuentes legislativas a LA NACION, los bloques de Unidad Federal y Juntos por el Cambio ya tenían todo cerrado para bajar al recinto este jueves, a las 14, a realizar una sesión especial pedida por la coalición de radicales y macristas con el objetivo de darle acuerdo a seis pliegos judiciales que se encuentran cajoneados por el oficialismo desde hace seis meses -tres de Rosario y otros tantos de Córdoba-, y sancionar la denominada “Ley Lucio”.
El temario es casi igual al impulsado por Unidad Federal en otra sesión especial que la bancada que preside el exoficialista Guillermo Snopek (Jujuy) había pedido para un día antes, es decir, para este miércoles.
La única diferencia es un proyecto sobre tarifas eléctricas del entrerriano Edgardo Kueider, uno de los cuatro legisladores que abandonó el Frente de Todos en febrero y dejó al oficialismo con 31 senadores y muy lejos del quórum propio. La iniciativa no tiene dictamen, por lo que tiene pocas chances de prosperar, razón por la cual no sería impedimento para que Juntos por el Cambio y Unidad Federal puedan unir fuerzas.
Si los cinco peronistas disidentes se juntan con los 33 senadores que responden a la principal coalición opositora, tendrían el número suficiente para alcanzar el quórum (37 presentes) y para aprobar los proyectos aún cuando el oficialismo se oponga.
La lista de proyectos que pretendería discutir el oficialismo fue definida por la bancada esta tarde e incluye los más de treinta pliegos judiciales que tienen dictamen de la Comisión de Acuerdos desde septiembre del año pasado y que el kirchnerismo mantiene sin tratamiento por diferentes razones. Además, incluirán un proyecto de incentivos fiscales para proyectos tecnológicos y ascensos militares.
Más allá de que hay una clara intención de terminar con los cuatro meses sin sesiones que acumula el Senado (la última reunión para discutir proyectos fue el 16 de noviembre), el clima del encuentro de jefes de bancada promete ser tenso debido al cruce de reproches entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, que se acusan mutuamente de la parálisis que afecta a la Cámara alta.
“La oposición tenía la directiva de no sesionar hasta que se termine el tema del juicio a los miembros de la Corte, su estrategia es que el Congreso no funcione, una estrategia de una dictadura”, denunció Mayans el último fin de semana.
Desde Juntos por el Cambio acusan a Cristina Kirchner de haber provocado el cierre del Senado por su embestida contra el Poder Judicial, con jugadas como el juicio político a la Corte o el plan de ampliación del máximo tribunal a 15 miembros.
En el peronismo disidente tampoco hay buen clima con el oficialismo. La decisión del Frente de Todos de tratar de acordar, hace dos semanas, una sesión con Juntos por el Cambio no cayó para nada bien. “No nos tuvieron en cuenta, nos quisieron puentear”, se quejó un senador de Unidad Federal.
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