El kirchnerismo apura el nombramiento de embajadores en Honduras, Venezuela y Ecuador
Tras una larga inactividad, la Comisión de Acuerdos tratara las designaciones del camporista Pablo Vilas, de Oscar Laborde y de Gabriel Fuks
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Después de más de tres meses de parálisis, la Comisión de Acuerdos del Senado volverá a reunirse este jueves, a partir de las 10, para tratar los pliegos que designan a Oscar Laborde, Pablo Vilas y Gabriel Fuks como embajadores en Venezuela, Honduras y Ecuador, respectivamente.
A priori, la oposición no ha fijado un determinación frente a los candidatos postulados por el Poder Ejecutivo, que deberán defender de manera presencial sus pliegos ante los senadores. De todos modos, se espera que la nominación de Vilas genere polémica, ya que el hombre que milita en La Cámpora es de nacionalidad hondureña, es argentino por adopción, lo cual lo invalidaría para ocupar la sede diplomática en Tegucigalpa.
Las miradas también estarán puestas en la presentación de Fuks, en particular por la reacción que tendrán algunos legisladores del oficialismo. Es que hace algo más de una semana los senadores Oscar Parrilli (Neuquén) y Adolfo Rodríguez Saá (San Luis) le enviaron una carta al canciller, Santiago Cafiero, pidiéndole que Argentina le otorgue asilo diplomático a María de los Ángeles Duarte y a su hijo de 11 años, quienes permanecen desde hace dos años refugiados en la embajada argentina en Quito.
Duarte fue ministra de Transporte y Servicios Públicos de Rafael Correa y se refugió en la embajada argentina, que no tiene embajador desde hace mucho tiempo, denunciando una persecución política.
“Tal como viene sucediendo con nuestra vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, con el expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva, con Rafael Correa y con tantos otros dirigentes políticos latinoamericanos, el lawfare se ha impuesto en la región en los últimos años para intentar sacar de la escena política a los gobiernos nacionales y populares”, sostiene el escrito de Parrilli y Rodríguez Saá.
Hijo de Carlos Vilas, combatiente de Montoneros, Pablo Vilas reemplazará a Juan José Castelli como embajador en Honduras por pedido directo de Máximo Kirchner, líder de La Cámpora.
Según informó LA NACION, fuentes de Cancillería confirmaron que el pedido de plácet ya fue cursado al gobierno de Xiomara Castro, presidenta de Honduras y amiga personal de Cristina Kirchner, quien asistió a su ceremonia de asunción de mando. En el viaje al país centroamericano, la vicepresidenta estuvo acompañada por Vilas, quien supo ser también director de la Casa de la Patria Grande y tiene vínculo personal con la jefa del Estado hondureño y su antecesor y esposo, Mel Zelaya.
Por su parte, Laborde tiene una extensa carrera política y diplomática y es en la actualidad vicepresidente del Parlasur. Será el nuevo embajador en Caracas ante el gobierno de Nicolás Maduro. El destino es considerado por el Gobierno como un importante objetivo geopolítico mientras Rusia sigue con su invasión a Ucrania.
La elección de Laborde es explicada en fuentes diplomáticas a partir de su buena relación tanto con el presidente Alberto Fernández como con Cristina Kirchner. Además, destacan que, a diferencia de Alicia Castro, que fue embajadora ante Hugo Chávez, va a representar los intereses argentinos antes que los de Venezuela, como se le reprocha que hizo la exsecretaria general del gremio del personal aeronáutico en su paso por la sede diplomática de Caracas.
Por último, el pliego que designa a Fuks como embajador en Ecuador lleva más de siete meses cajoneado en el Senado. El Poder Ejecutivo lo envió el año pasado, ingresando a la Comisión de Acuerdos el 2 de diciembre último.
Su caso forma parte del largo espinel de nominaciones realizadas por el Poder Ejecutivo que permanecen sin tratamiento en Acuerdos por disposición de Cristina Kirchner, que tiene en la presidenta de la comisión, Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), un implacable cancerbero a la hora de ejecutar sus órdenes políticas.
Basta con citar el caso del juez federal Daniel Rafecas, postulado por Alberto Fernández como procurador general de la Nación hace más de dos años, para darse una idea del férreo control que la vicepresidenta mantiene sobre la Comisión de Acuerdos a través de la senadora por Mendoza. Otra víctima fue Cristina Camaño, que abandonó la conducción de la Agencia Federal de Inteligencia, y fue reemplazada este fin de semana por Agustín Rossi, sin que su pliego fuera tratado en el Senado.