El kichnerismo busca dejar a la Corte afuera del Consejo de la Magistratura y da el primer paso en el Senado
El proyecto impulsado por Cristina Kirchner, que le cierra la puerta al regreso del presidente del tribunal, será tratado hoy en la Cámara
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LA NACIONGustavo Ybarra
Terminada la tregua por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, al que el kirchnerismo se opuso en ambas cámaras, el oficialismo y la oposición volverán a ubicarse en sus trincheras a ambos lados de la grieta y confrontarán hoy en el Senado por la reforma del Consejo de la Magistratura, proyecto impulsado por Cristina Kirchner y rechazado por Juntos por el Cambio.
La sesión comenzó a las 14 y el eje del debate pasará por la puja en torno a si la Corte Suprema de Justicia debe o no participar en el organismo encargado de seleccionar y destituir a los jueces federales y nacionales de tribunales inferiores.
Al declarar inconstitucional la ley sancionada en 2006, redactada e impulsada por Cristina Kirchner cuando era senadora y primera dama, la Corte estableció un plazo, que vence el próximo 15 del corriente, para que el Congreso sancione una nueva norma.
Caso contrario, el Consejo deberá volver a su integración de 20 miembros, en la actualidad tiene 13, sumando nuevos representantes de los estamentos de abogados, jueces, académicos y legisladores y al presidente de la Corte que, además, presidirá el organismo.
El oficialismo, con Cristina Kirchner a la cabeza se opone a que el máximo tribunal vuelva a participar en el Consejo y con ese objetivo elaboró un proyecto que fue defendido ante los senadores por el ministro de Justicia, Martín Soria.
En un duro alegato político, Soria criticó en duros términos a la Corte y su fallo, al que calificó de “extorsivo”, por haberle puesto un plazo perentorio de 120 días al Congreso para que subsane la situación. En una reunión ante las Comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia del Senado, el funcionario acusó a los miembros del tribunal de “pretender entrar por la ventana” en el organismo al declarar inconstitucional la ley de 2006.
El proyecto iba a ser tratado la semana pasada, pero el kirchnerismo debió postergar la sesión porque no tenía los 37 votos afirmativos que exige la Constitución para sancionar una ley que regule el Consejo de la Magistratura,
Por esa razón, debió acceder a incluirles cambios al dictamen que había firmado en comisiones del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo en diciembre del año pasado, pocos días después que se conociera el fallo de la Corte Suprema.
Con ese fin, debió negociar con el senador Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), quien había presentado un proyecto propio que proponía la inclusión de un juez de la Corte en el organismo, aunque no lo ubicaba en la presidencia del Consejo, y la regionalización de la elección de los consejeros de los estamentos de jueces y abogados.
El kirchnerismo solo aceptó la segunda propuesta, para lo cual debió realizar arduas negociaciones, que involucraron a funcionarios del Ministerio de Justicia, en particular el viceministro Martín Mena, hombre de estrecha vinculación con la vicepresidenta, para tratar de amoldar el nuevo texto y así conseguir el voto necesario para asegurarse la aprobación de la iniciativa. Con Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana (Frente Renovador de la Concordia), los 35 senadores del Frente de Todos podrán llegar a la mayoría absoluta que exige la Constitución.
Juntos por el Cambio rechaza la iniciativa y presentó un dictamen en minoría, que vuelve al Consejo de la Magistratura de 20 miembros con el titular de la Corte como presidente del organismo.
Se trata de un proyecto unificado por la Mesa Nacional del frente opositor, que también defenderá en la Cámara baja. En este escenario, todo indica que el proyecto que busca aprobar este jueves el oficialismo en el Senado tiene pocas chances de convertirse en ley.
El senador oficialista Pablo Yedlin (Tucumán) defendió el proyecto oficialista al señalar que respeta el equilibrio de fuerzas que reclamó la Corte cuando dictó el fallo de inconstitucionalidad.
“El consejo debe ser un órgano de contralor interpoderes; entonces no podes poner al presidente del Poder Judicial a dirigir al órgano que en teoría tiene que controlarlo”, explicó. “Si usáramos la propuesta de la oposición, de poner al presidente de la Corte, entonces ese Consejo sería claramente desequilibrado, porque estaría dirigido por la Justicia”, agregó.
En despachos opositores, y también en algunos oficialistas, se sostiene que la intención de la vicepresidenta es que el debate legislativo quede trabado en Diputados lo que, sumado a una eventual negativa a designar dos representantes extra que debería mandar el Congreso para volver a la ley de 1997, paralizaría el funcionamiento del Consejo de la Magistratura.
Por Gustavo Ybarra
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