El juez acusado de haber armado con el macrismo la causa contra el Pata Medina se defiendió: “Es literatura fantástica”
Luis Armella, magistrado federal de Quilmes, dijo que las llamadas que registra con funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal y de la AFI fueron por otros expedientes y que hicieron un “engendro” para “tumbar la causa”
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El juez federal de Quilmes, Luis Armella, fue acusado de haber armado con funcionarios macristas -de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI)- y del gobierno bonaerense de la gestión de María Eugenia Vidal- la causa por la que llegó a juicio Juan Pablo “Pata” Medina por lavado de dinero, asociación ilícita y extorsión. Otro juez, Alejandro Esmoris, declaró nula toda la investigación con el argumento de que se había demostrado la “falta de imparcialidad” de Armella. En diálogo con LA NACION, el juez apuntado se defendió y dijo que la acusación en su contra es “literatura fantástica”.
Según Esmoris, magistrado del tribunal que tenía que juzgar a Medina, los funcionarios de Pro reunieron por medios ilegales pruebas contra el gremialista y las presentaron como una denuncia anónima en el juzgado de Armella, a quien eligieron para que llevara el caso porque tenían con él un acuerdo previo para que avanzara contra Medina.
Como prueba, Esmoris citó comunicaciones de Armella con funcionarios de Pro que se incrementaron en los momentos clave de la causa. Incluso, llamadas entre el juez y Sebastián De Stefano, un hombre cercano a Daniel Angelici que era el jefe de Legales de la AFI. Las comunicaciones son de antes de que se presentara la denuncia, cuando los servicios de inteligencia ya trabajaban -ilegalmente, dice Esmoris- reuniendo pruebas contra Medina.
Según Armella, las llamadas fueron para hablar de otras expedientes de su juzgado. “Nosotros teníamos una causa por drogas, un año antes, en la que la AFI tenía intervención formal y cuando se comunicó De Stefano, como director de Legales, fue por esa causa”, dijo el juez, que afrontará una denuncia ante el Consejo de la Magistratura. “Gajes del oficio. No va a ser la primera ni la última”, respondió.
Armella registra también ocho llamadas en los inicios de la causa (entre agosto y octubre de 2017) con Marcelo Villegas, el entonces ministro de Trabajo de Vidal que el 15 de junio de ese año había dicho que le gustaría “tener una Gestapo” para “terminar con todos los gremios”, en la reunión del Banco Provincia en la que exhortó a empresarios de la construcción a denunciar los aprietes de Medina. De ese encuentro -prueba central que usó Esmoris para anular la causa contra el sindicalista- también participaron De Stéfano y otros dos miembros de la AFI.
Villegas, en esa reunión, explicitó el plan de acción contra Medina. “El esquema es el siguiente, nosotros necesitamos pre constituir una serie de elementos para impulsar una causa judicial, esa causa judicial se impulsa desde el punto de vista de lo que es laboral o desde el punto de vista más que laboral de amenaza (...) Se impulsa con testimonios de unas diez personas que nosotros ya estamos trabajando”, dijo. Pero según Esmoris, la maniobra había empezado antes, el 4 de mayo de 2017, en una reunión en la Casa Rosada en la que estuvieron Mauricio Macri, el entonces titular de la AFI Gustavo Arribas y Villegas. Después de ese encuentro, comenzaron las tareas de campo de los espías, dice el juez que anuló la causa contra Medina y lo sobreseyó.
“Muchas veces me llaman funcionarios y yo los llamo para resolver temas”, dijo Armella a LA NACION. “Llamar puede llamar mucha gente, pero se le contesta lo que corresponda según el caso. De ahí a ponerle contenido a la llamada…”. Según este juez, su colega lo acusó de haber armado una causa sin haberle siquiera preguntado de qué se trataron las comunicaciones registradas.
“Si me hubieran preguntado, les podía aportar una respuesta lógica”, dijo. Armella relata que en su juzgado tenía un amparo por un corte de vías del tren La Plata-Buenos Aires y el conflicto estaba relacionado con una pelea de la Uocra, gremio que en La Plata lideraba Medina. “Había una gran situación de violencia. Se solucionó, se hicieron las obras y se terminó el amparo. Por esa causa llamaban constantemente funcionarios”.
Fechas sugestivas
Esmoris destaca en su fallo que son sugestivas las fechas de muchas llamadas, que coinciden con momentos clave de la causa. “La verdad es que las llamadas, por qué las hicieron, no sé. Si se intentó hablar de otra cosa no le presté atención”, dice Armella, que de todos modos admite que hubo comunicaciones relacionadas con medidas que se tomaron en el expediente. “El día posterior a la detención [de Medina] yo hable con varios funcionarios para saber cómo estaba el clima”, sostuvo. “Y las órdenes de detención las hablé con la gente de Seguridad, pero de ninguna manera me comuniqué para adelantar opiniones o decisiones”, afirmó.
El juez negó también cualquier relación con las pruebas reunidas por la AFI que Esmoris denunció como ilegales. “En lo que a nosotros respecta, toda la prueba fue a pedido mío y con fuerzas de seguridad [no de la AFI]”. Sobre lo que pasó antes, cuando según Esmoris la AFI reunió pruebas por vías ilegales, Armella sostuvo: “Si eso fue así, yo lo desconocía. Lo que pasó antes, yo lo desconozco. Yo me hago responsable de la prueba que yo produje. Después, si otra se obtuvo ilegalmente... Yo me hago cargo desde que empezó la causa hasta adelante”.
Para la nulidad, dijo Armella, debería demostrarse que hubo parcialidad. “Me pueden llamar 300 personas, pero después tienen que ver cómo fallo yo. Así me hubiera llamado el Papa, si las cosas están bien hechas y no hay parcialidad, no hay agravio”.
Esmoris también destacó que Armella habla un día habla con Villegas y ese mismo día solicitó, “de oficio y de manera solapada, agazapándola entre otras medidas que la Señora Fiscala había requerido en su dictamen previo”, que el Ministerio de Trabajo bonaerense le enviara antecedentes o denuncias que pudieran involucrar a Medina. Según Esmoris, esto estaba acordado de antemano por el funcionario y el juez, que ya sabía la información que había estado reuniendo Villegas contra el gremialista.
“Pedir documentación administrativa es el ABC. Sabíamos que existía esa documentación porque nos lo habían informado en el marco de la otra causa, queríamos saber por qué no se empezaron las obras”, dijo Armella a LA NACION. “No hay nada solapado. Está escrito y firmado como corresponde. Si vamos a hace literatura jurídica y hacer una ficción…”, afirmó el juez.
Consultado sobre si no le generó sospechas el video de la reunión del Banco Provincia, que se hizo público hace un año, Armella dijo que se quedó “tranquilo” porque siempre entendió que los funcionarios judiciales a los que se aludía en ese encuentro (que supuestamente avanzarían contra Medina) eran de la justicia provincial, que ya tenía una causa en trámite.
“La única forma que tuvieron para tumbar la causa fue este engendro de la parcialidad del juez”, afirmó Armella. La decisión que anuló la investigación contra Medina y sobreseyó al gremialista todavía no está firme y podría ser revisada por la Cámara Federal de Casación Penal.
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