El intento olvidado de Facundo Manes de crear un partido tras la crisis de 2001
En febrero de 2002, el médico armó 1810, un espacio con el que buscaba impulsar una revolución tecnocrática para “refundar el país”
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La crisis del 2001, que marcó el final del gobierno de Fernando de la Rúa, generó un cimbronazo en la cima del poder político. Elisa Carrió, Miguel Ángel Pichetto o Mario Negri aún tienen fresco el recuerdo del grito “Que se vayan todos”, en el mayor estallido social desde el regreso de la democracia. “Yo podía caminar por la calle y el silencio cortaba el aire”, suele decir Carrió cuando repasa aquellas jornadas.
El ruido de las cacerolas estimuló a muchos jóvenes profesionales y empresarios a involucrarse en la política. El caso más emblemático es el de Mauricio Macri, entonces presidente del club Boca Juniors, quien, a raíz de la crisis de diciembre de 2001, decidió que se probaría en la función pública. El proyecto de Macri prosperó: fundó el Pro, fue electo diputado nacional, se convirtió en jefe de gobierno porteño y llegó a la Casa Rosada.
Macri no fue el único. En febrero de 2002, un grupo de profesionales y exgerentes de multinacionales armaba el partido 1810, con el objetivo de impulsar una revolución tecnocrática para “refundar el país”.
Uno de los referentes de aquel proyecto político que terminaría naufragando poco después era un médico de 33 años con diploma de Cambridge: Facundo Manes, el postulante que presentó con bombos y platillos la UCR para competir en las próximas legislativas. Si bien aún él no lo confirmó, los caciques radicales confían en que el médico se sacará este año el ambo para ponerse por primera vez el traje de candidato.
Manes, la carta radical para disputarle a Pro la centralidad de Juntos por el Cambio, fue entronizado por sus correligionarios en la sede de la UCR, participó en actos por los 130 años del partido y viajó a Jujuy para festejar el triunfo de Gerardo Morales en las legislativas provinciales de este domingo. Con un discurso antigrieta, se cuida de expresar en público su visión sobre el rumbo del gobierno de Alberto Fernández, la situación judicial de Cristina Kirchner o la herencia de la gestión de Cambiemos. Solo repite que quiere discutir un modelo de país que esté centrado en lo que denomina el paradigma del conocimiento.
Sin embargo, Manes no eludía las definiciones políticas hace casi veinte años cuando lanzó su partido 1810. En abril de 2002, el médico presentaba en sociedad su espacio junto a su hermano Gastón, el ingeniero industrial Marcelo Bomrad, el abogado Sergio Gregov y el empresario Darío Curátola.
La carta de presentación de la fuerza fue una jugada resonante que llegó a los medios de comunicación: le pidieron en una misiva al entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, que no aprobara envíos de dinero al gobierno de Eduardo Duhalde mientras la Argentina no hiciera las “reformas estructurales”, como el recorte del gasto público y reforma política, que reclamaba el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Duhalde se maneja con una cultura barrial. [La clase política] es gente muy limitada, no entiende el pensamiento de un yanqui. Cree que lo va a seducir con una chicana barrial. Hay que conocer el mundo”, dijo Manes a LA NACION en abril de 2002.
El partido 1810 reclamaba un retiro masivo de la dirigencia tradicional de la política. Sus principales ejes discursivos pasaban por rechazar la corrupción y el déficit fiscal. “Si no nos metemos nosotros en política se van a meter los Menem, De la Rúa y Ruckauf de nuestra generación. Esta es la única opción que nos quedó”, contaba Manes.
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