El intendente de Tigre vetó la ordenanza que eliminaba al IOMA como obra social obligatoria para los municipales

El intendente de Tigre, Julio Zamora (Frente de Todos), retiró al distrito de la lista de municipios que dieron de baja al Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) como obra social obligatoria para los empleados. El jefe comunal vetó la ordenanza que establecía que los municipales podrían optar entre distintas prestadoras, con la que Tigre se convertía en el primer municipio oficialista en correr al IOMA como única opción y se sumaba a distritos gobernados por Juntos que ya lo habían definido. La norma había sido impulsada por la oposición en el Concejo Deliberante local la semana pasada, en una reñida votación que terminó con el desempate del presidente del cuerpo legislativo, Segundo Cernadas (Juntos), quien criticó la vuelta atrás definida por Zamora.

“En primer lugar, esa ordenanza no tiene la discusión necesaria con el mundo del trabajo municipal, tanto trabajadores como organizaciones gremiales. En segundo lugar, la votación salió 12 a 12 y desempató Cernadas, una decisión de esa envergadura tiene que tener consenso amplio. En lo formal, desde IOMA nos explican que no se puede salir parcialmente [de la prestadora], es en bloque. Si sale uno, salen todos [los empleados]. Eso provocaría un estado de indefensión para gente que tiene problemas de salud graves”, argumentó Zamora, en diálogo con LA NACION. En el decreto con el que vetó la ordenanza, Zamora señaló que el Tribunal de Cuentas bonaerense, en un fallo de 2019, opinó que la legislación vigente “determina claramente la imposibilidad de ofrecer la opción [de desadherir al IOMA]”.

Otra razón que ofreció Zamora para justificar la marcha atrás con la ordenanza fue económica. “El aporte de cada empleado al IOMA está alrededor de los 11.000 pesos, y IOMA paga 13.000 por cada uno. Ese déficit de 2000 pesos lo paga la Provincia. Con ese aporte, no hay obra social que nos de un servicio asequible para los municipales”, sostuvo. No obstante, admitió que recibe algunas quejas por servicios de la obra social estatal, gestionada por Homero Giles, militante de La Cámpora.

En el decreto con el que canceló la norma, Zamora puntualizó que “el municipio debería hacerse cargo de la nueva obra social y/o de ofrecerles a sus empleados la libertad de elección” de prestadores, “lo que requiere de una gran planificación económica-financiera”, para la “que no están dadas las condiciones financieras del municipio”. La ordenanza “es de cumplimiento imposible”, se indicó en el decreto.

El intendente está enfrentado con Sergio Massa y con Malena Galmarini, precandidata a intendenta y con quien podría medirse en las PASO. En el Concejo, el intendente está en minoría. Si bien el Frente de Todos tiene 12 concejales (que votaron en contra de la ordenanza), solo tres le responden, mientras que los otros nueve están alineados con el massismo. Los otros 12 ediles pertenecen a Juntos y votaron a favor la semana pasada. La votación se definió con el voto favorable de Cernadas a la ordenanza. Zamora debe acordar con la oposición para gestionar en el Concejo. “Apelo a la responsabilidad institucional [de la oposición]. En este caso, no coincidimos”, dijo a este diario el intendente.

La interna oficialista entre Zamora y Massa suma capítulos. El último de ellos escaló hasta el ámbito judicial, con una denuncia de Malena Galmarini por “hostigamiento” de empleados municipales en un predio de Tigre donde Aysa construye una obra, pero el municipio afirma que ese terreno le pertenece desde 1992 y clausuró el lugar tras una serie de presentaciones judiciales. La titular de la empresa de agua potable responsabiliza a Zamora por el hecho denunciado, que derivó en un allanamiento dispuesto por el fiscal Sebastián Fitipaldi en el Centro de Operaciones Tigre (COT).

El rechazo de la ordenanza motivó duras críticas de Cernadas, que en un comunicado afirmó que la decisión se tomó para “para mantener el curro de IOMA teniendo de rehenes a los trabajadores”. En ese sentido, añadió: “Con este decreto del municipio, Axel Kicillof y La Cámpora le van a seguir metiendo la mano en el bolsillo a los empleados municipales”.

“En un municipio donde la gente se muere en las ambulancias que no pueden entrar al Hospital de General Pacheco, los que dicen defender a los trabajadores festejan que se quedaron con el curro del IOMA”, subrayó Cernadas, que es uno de los precandidatos a intendente que tiene Juntos en Tigre. Está alineado con Horacio Rodríguez Larreta, mientras que el otro contendiente en la coalición opositora es Federico Massot, desde las filas de Patricia Bullrich.

“Si el IOMA es tan bueno como dicen, ningún trabajador va a querer cambiarse de obra social. Solo escuchamos críticas ideológicas, legalmente berretas y amenazas estúpidas con hacernos pagar multas millonarias a quienes queremos mejorar las condiciones de vida de los empleados”, reprochó el presidente del Concejo Deliberante de Tigre. La oposición prometió insistir con el tema en el Concejo y advirtió que la confrontación en el ámbito legislativo local se profundizará.

En tanto, en las filas massistas locales la decisión de Zamora se consideró “razonable”. La concejala Micaela Ferraro afirmó: “Es razonable que el intendente repare un error político, como fue darle a Cambiemos la posibilidad de avanzar en los derechos de los trabajadores. Ante el avance de Cambiemos, nos opusimos, argumentamos y exigimos este veto. Siempre vamos a alzar la voz para cuidar derechos”.

Antecedentes

Varios municipios gobernados por Juntos dieron de baja al IOMA como prestadora obligatoria, con el argumento de que brinda un servicio de mala calidad.

En San Nicolás, el intendente Manuel Passaglia anunció ayer que incorporará como alternativa para sus empleados municipales a la obra social privada Avalian. Capitán Sarmiento, donde gobierna Javier Iguacel, también hizo cesar a la obra social provincial como opción única para los trabajadores locales. Tres de Febrero, distrito que desde 2015 gobierna Diego Valenzuela, tiene desregulado el IOMA desde los tiempos del exintendente peronista Hugo Curto. El municipio cuenta con una obra social del Sindicato de Trabajadores Municipales que brinda servicio al 88% de los empleados, según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales.

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