El insólito juicio que tiene a Uberti, confeso cobrador de coimas, como una víctima
El exfuncionario querelló al exembajador Sadous, que denunció una embajada paralela en Venezuela
En el sexto piso de los tribunales de Comodoro Py, justo un piso arriba de la fiscalía que investiga los cuadernos de las coimas, se prepara un juicio oral insólito. El acusado es el exembajador en Venezuela Eduardo Sadous. Su presunta víctima: Claudio Uberti.
El exfuncionario que acaba de confesar haber sido durante años recaudador de coimas para los Kirchner es querellante contra Sadous por un presunto falso testimonio agravado. ¿Qué dijo Sadous que activó la maquinaria judicial para un juicio oral en su contra? Que no le constaba que Uberti tuviera un cargo formal cuando actuaba en Venezuela.
Por eso, enfrentará un tribunal oral para defenderse en una causa que ya lleva ocho años de trámite. El denunciante, en pleno kirchnerismo, fue el entonces ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, hoy preso.
La acusación contra Sadous, que tiene una amenaza de pena de hasta diez años de prisión, consiste en que "intentó desconocer" que Uberti se desempeñó en Venezuela con un cargo que lo autorizaba a intervenir en representación del Estado argentino.
Uberti fue, desde 2003, el jefe del Órgano de Control de las Concesiones Viales (Occovi). Según su propio relato de anteayer, desde allí cobraba sobornos a los empresarios del área que controlaba. Pero además ofició de embajador paralelo en Venezuela cuando el embajador formal era Sadous.
En aquellos tiempos, desde Caracas, Sadous envió a la Cancillería un cable diplomático secreto al Palacio San Martín, donde informó sobre los movimientos de Uberti y las sospechas de "corrupción" que lo rodeaban. Allí empezaron los problemas para Sadous. En respuesta, la Cancillería lo mandó de regreso a Buenos Aires.
Cuando los tribunales de Comodoro Py abrieron una investigación por las actividades de esta "embajada paralela", Sadous declaró ante el juez federal Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita que empresarios interesados en realizar operaciones comerciales con Venezuela en los primeros años del gobierno kirchnerista se habían quejado ante él de que debían pagar un soborno equivalente a entre el 15 y el 20% a funcionarios del área de Planificación.
Sadous respondió, bajo juramento, que empresarios y empleados de la embajada en Venezuela le habían hablado de esas supuestas coimas, pero ninguna de las fuentes citadas por Sadous respaldó después esos dichos cuando fueron convocadas a declarar en los tribunales.
A Sadous se le abrió entonces una causa y fue procesado por haber mentido en un juicio penal en perjuicio del acusado (supuesto de falso testimonio agravado). En rigor, solo uno de los cargos se mantuvo firme hasta el final del camino y llega al juicio: su supuesta mentira sobre el cargo de Uberti.
Ese fue el hecho por el que la Cámara Federal confirmó el procesamiento dispuesto por el juez Rodolfo Canicoba Corral. El argumento contra Sadous es que era información que "ineludiblemente no podía desconocer" y, no obstante, al negar que lo sabía generó "incertidumbre en la valoración de la prueba" de la causa de Ercolini.
El requerimiento de elevación a juicio, que firmó el fiscal Jorge Di Lello, dice que en la causa se dio por probado que Sadous "comprometió" a Uberti y a otras personas y que permitió además que se dudara "de la transparencia de la actuación del Ministerio de Planificación, en el marco de las negociaciones y actividades relacionadas con el Convenio Integral de Cooperación firmado entre la República Argentina y la Bolivariana de Venezuela".
Con esa acusación, el Tribunal Oral Federal 6, integrado por los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Fernando Canero, deberá llevar adelante ahora el juicio oral contra Sadous. Todavía no tiene fecha de inicio, pero como es un proceso sin detenidos, se realizará después de otros juicios más urgentes que tiene pendientes el tribunal. Probablemente, el año próximo.