El incómodo momento del Presidente tras cerrar el acuerdo con Bolivia por el gas

El Gobierno argentino y el de Bolivia sellaron hoy un acuerdo para la importación de gas que fue muy celebrado en la Casa Rosada, pero a la hora de comunicarlo el presidente Alberto Fernández vivió un momento sumamente incómodo porque no sabía a qué precios se había firmado el contrato.

En plena declaración conjunta con el presidente de Bolivia, Luis Arce, Fernández reconoció: “El precio no sé exactamente cómo lo hemos acordado, sinceramente, porque hasta recién lo estuvieron trabajando”. En la misma línea de improvisación, agregó: “El mundo ha visto trastocar todos los precios de la energía”.

“No sé exactamente cómo eso ha repercutido en este contrato. Lo miro a Darío (Martínez, el secretario de Energía) para saber si lo que estoy diciendo es algo que no está bien, pero estamos en esa senda”, dijo Fernández con una media sonrisa y abriendo los brazos, ante una consulta de la prensa acreditada en la sede de gobierno.

Según informó LA NACION, Bolivia entregará en el invierno 14 millones de metros cúbicos diarios (m3/d), el mismo volumen que en 2021. Y habrá dos precios escalonados: por los primeros 10 millones de m3/d, se pagarán entre US$8 y US$9 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector), mientras que por los cuatro millones restantes, el precio podría alcanzar los US$18.

El acuerdo

Mientras el Presidente evitaba dar precisiones durante la conferencia, en el punto 6 del acuerdo firmado, ambos presidentes “coincidieron en la importancia de realizar acciones concurrentes para que el Contrato de Compra Venta de Gas Natural entre YPFB e IEASA, refleje un nuevo régimen de entrega garantizado de 14 millones de metros cúbicos por día y priorizando en función de la disponibilidad volúmenes adicionales en el período de invierno”. Trascendió que el valor del millón de BTU que se paga a Bolivia se mantendrá en 8 dólares, aunque ese dato no figuró en el acuerdo. Como contrapartida, la Argentina se compromete a explorar posibilidades en la explotación de litio boliviano, otro de los acuerdos alcanzados esta tarde.

En tren de elogiar a Arce, y luego de un cónclave que se extendió mucho más tiempo del esperado, el Presidente definió al visitante como un “un enorme amigo a quien quiero y respeto mucho. Bolivia es un ejemplo de democracia, y estuvimos siempre comprometidos en esa recuperación de la democracia”, afirmó. Arce nombró al Presidente como “hermano” y coincidió con Fernández en su preocupación por la debilidad institucional del gobierno peruano. Sin mencionar a su antecesor Evo Morales, con quien sostiene una relación tensa, Arce destacó que la investigación sobre la presunta participación del gobierno de Cambiemos en el “golpe” contra el ex presidente “la está manejando la Justicia”.

El eventual aumento de la cuota de gas desde Bolivia es una de las soluciones que el Gobierno busca para paliar los efectos de la invasión de Vladimir Putin a Ucrania, que restringió de manera drástica la provisión de gas a distintas regiones del mundo y provocó un aumento de los combustibles a escala global.

“Tanto las conversaciones con el presidente (Gabriel) Boric [desde Chile se trae gas licuado] como esta visita y el aumento de la producción en Vaca Muerta nos permite pensar que vamos a atravesar sin sobresaltos el invierno”, dijo la portavoz Gabriela Cerruti en la conferencia de prensa matutina en Casa Rosada, en la previa de la visita del mandatario boliviano, que hizo un homenaje a Juana Azurduy, frente al Centro Cultural Kirchner, antes de reunirse con el Presidente.

Tal como confirmó Cerruti, hay otras gestiones en curso, y una de las más importantes es la que lleva adelante el ministro de Economía, Martín Guzmán, en Brasil. Bolivia es proveedor privilegiado de ese país, por lo que la administración de Jair Bolsonaro se transforma en la llave para autorizar una mayor provisión de gas para empresas y particulares. “Las conversaciones con los distintos sectores están garantizando que esto no se transforme en una crisis”, intentó tranquilizar Cerruti.

Arce fue recibido a las 10.50 por el canciller Santiago Cafiero, que lo recibió al pie del avión que lo trajo desde La Paz. Después de la larga reunión, que según testigos tuvo momentos de “tensión”, ambos presidentes compartieron el almuerzo posterior en Casa Rosada, con ojo de bife con salsa Malbec como plato principal y volcán de dulce de leche como postre, manjares que sirvieron para distender el clima de negociación.

Ya fuera de la Casa Rosada, el mandatario y dirigente del MAS visitará la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), donde recibirá un doctorado Honoris Causa y se encontrará en Escobar con miembros de la comunidad boliviana en el país antes de su regreso a Bolivia.

Los faltantes de gasoil, que incluso provocaron cortes de rutas en algunas provincias como Córdoba, se colaron a principios de esta semana en las reuniones con Boric y sus ministros. “Tenemos una reserva de gas muy importante en Vaca Muerta, lo que se requiere hoy es más inversión y más desarrollo. Creemos que hay una posibilidad de complementación energética importante con el gas”, dijo el ministro de Producción, Matías Kulfas, el martes y luego de una reunión con funcionarios del gobierno chileno, entre ellos su ministro de Energía, Claudio Huepe Minoletti, y empresarios de ambos países en la Cancillería.

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