El gremialista favorito de Cristina montó un holding de empresas
Omar Suárez creó firmas vinculadas a negocios del puerto, base de su poder; es el titular de los empleados marítimos y la Justicia lo investiga
Enrique Omar Suárez, a quien Cristina Kirchner definió en su viaje a Angola como uno de sus sindicalistas "favoritos", construyó un holding de empresas a partir del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). Salvo Elite Viajes, dedicada al turismo, el resto de las compañías están vinculadas a los negocios en el puerto, donde Suárez se siente amo y señor.
La expansión de los negocios del sindicalista mimado de la Presidenta se conoció a partir de una causa penal en la que Suárez, junto con otros dos dirigentes del SOMU, fue imputado por bloquear el ingreso de barcos al Puerto de Buenos Aires. En la misma investigación se avanza en paralelo con una presunta maniobra de extorsión a empresas navieras para que contribuyan económicamente con la fundación del gremio (Fundación Azul) y con una de las firmas de Suárez (San Jorge Marítima), a cambio de no sufrir contratiempos.
Suárez es el vicepresidente de San Jorge Marítima, cuya actividad principal es el "servicio complementario de transporte marítimo". En el directorio de la empresa, además, figuran Juan Manuel Medina, que sería tesorero del SOMU, y María del Carmen Cabrera Peña, familiar de Suárez.
Otras firmas vinculadas son Mercantes SA y Aerospace Cargo SA. La primera empresa, gracias a la cercanía de Suárez con el kirchnerismo, fue favorecida en 2010 para quedarse con el 30 por ciento de las acciones de Maruba, la única naviera de bandera argentina con presencia en los tráficos marítimos internacionales y que estuvo al borde de la quiebra. Están al frente de Mercantes SA Jorge Antonio Suárez, sobrino del sindicalista, y Juan Manuel Medina, tesorero del SOMU y quien figura, además, en el directorio de San Jorge.
En Aerospace Cargo, cuya actividad principal son los "servicios para la navegación", Suárez ubicó a su actual esposa, Andrea Susana Belleza. Ella, junto a la hija del sindicalista, participó además de una maniobra para que el SOMU les adquiriera 56 hectáreas en Corrientes, según reveló el diario Perfil hace unos días.
Suárez actúa en los puertos con la venia de la Administración General de Puertos, que le cedería un terreno al SOMU en Puerto Madero para que expanda sus actividades. La estrategia del sindicalista sería así: presionar a las empresas mediante bloqueos o protestas gremiales para que finalmente se favorezca a sus propias compañías.
Mediante un escrito, Suárez negó el lunes pasado las imputaciones frente al juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Intentó despegarse así de los bloqueos y de las presuntas extorsiones que denunciaron la Cámara de Armadores de Lanchas de Prácticos y las empresas Vessel SA y National Shipping.
Sin embargo, el fiscal Gerardo Pollicita, quien impulsó la indagatoria del gremialista, está a la espera del resultado de investigaciones que revelen la ruta del dinero desde las navieras hacia los gremialistas, según informaron fuentes judiciales.
"Se denunció que parte de tales actitudes estarían relacionadas con la negativa de algunas compañías a realizar donaciones, liberalidades y otras contribuciones monetarias que serían ilegítimamente exigidas por el SOMU con el pretexto de campañas de capacitación para sus afiliados. De este modo, el dinero obtenido sería ingresado a la Fundación Azul, del sindicato, y, desde allí, derivado a la empresa Marítima San Jorge", argumentó Pollicita ante el juez.
Dueños y no empleados
"Dejamos de ser empleados de las multinacionales, queremos ser dueños y recuperar la marina mercante. Si los empresarios dicen que los extorsionamos pidiendo la mitad, que me sigan denunciando. Les queremos robar el negocio a ellos", dijo Suárez a LA NACION.
Desde que la Justicia investiga a la cúpula del SOMU, en el gremio se abrió una disputa interna que no tiene visos de aflojar. Mediante un congreso de delegados, Suárez reunió el consenso necesario para echar a ocho dirigentes que se le habían rebelado. Puertas adentro, uno de los díscolos le habría cuestionado que el dinero que se recauda en las empresas no pasa por las arcas del sindicato. Puertas afuera, tanto de un lado como del otro, intentaron persuadir de que la pelea de fondo es por el recambio de autoridades, cuya elección debería ser en 2016. Ese año finalizaría el mandato del "Caballo", como se apoda a Suárez, quien es el líder del gremio desde 1992.
Los dirigentes que fueron echados denunciaron la "militarización" de las diferentes sedes del SOMU y le atribuyeron a Suárez nexos con sectores del Ejército. Hubo un hecho que avala la teoría: el congreso del jueves pasado estuvo custodiado por "fuerzas federales", según constató un comunicado del gremio, y tuvo la presencia en primera fila del general Mario Gabriel Dotto.
Suárez: "Admiro a Aldo Rico y a Seineldin"
- Los gemios suelen cada tanto dirimir sus disputas internas por la fuerza o a los tiros. Así fue como en 1989 Omar Suárez y una patota que se decía partidaria del ex jefe carapintada Aldo Rico tomaron por asalto la sede del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos SOMU, según publicó Página 12. Tres anos después, el Caballo, como lo conocen todos, alcanzó la cúpula del gremio al reemplazar al por entonces secretario general, Juan Arce, de quien era chofer y guardaespaldas.
- Al filo de cumplir un cuarto de siglo al frente del (SOMU), Suárez no reniega hoy de su pasado. Todo lo contrario. "Nunca estuve con Aldo Rico pero admiro su valentía, como la de Mohamed Ali Seineldin", respondió a LA NACION al ser consultado sobre los militares que encabezaron el alzamiento contra el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín.
- Suárez fue camaleónico a la hora de los respaldos políticos, como lo son casi todos los dirigentes gremiales. A pesar de su admiración por Rico, al poco tiempo se convirtió en un menemista más. Con el paso del tiempo, se acercó a Eduardo Duhalde hasta que en 2003 se convirtió en un kirchnerista convencido.
Bajo la lupa de la Justicia
Negocios
Jefe de los empleados marítimos, Suárez creó con otros dos gremialistas empresas con negocios vinculados al puerto de Buenos Aires.
Investigado
El dato surgió de una invesigación judicial contra Suárez por bloquear el puerto y por presunta extorsión a empresarios.
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