El Gobierno ve difícil cumplir la meta de inflación que fijó Massa y la CGT podría reabrir paritarias
El ministro de Economía había pronosticado que el índice de precios de abril se ubicaría en torno al 3%; la central obrera discutirá salarios si los aumentos superan el 60% anual
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La promesa del ministro de Economía, Sergio Massa, de llegar a abril con un índice de inflación del 3% aparece cada vez más difícil. Así lo admiten funcionarios de primera línea del Gobierno nacional, miembros del oficialismo y referentes sindicales. Esa cifra fue fijada como un objetivo por Massa para el inicio del segundo trimestre del año. En la Casa Rosada reconocen preocupación, pero niegan una situación de alarma.
“Es parte de un proceso en el que vamos bien, pero hay fluctuaciones lógicas que impactan más en un contexto de un equilibrio tan delicado como el que atravesamos”, admitió un funcionario del Ejecutivo Nacional.
Tras una leve baja en noviembre y diciembre, cuando el Indec registró una inflación del 4,9% y 5,1% respectivamente, la inflación de enero amenaza con volver a subir según las estimaciones de las consultoras.
Al ser consultados por LA NACION, fuentes oficiales de Casa Rosada respondieron que acompañan “cada paso” de Massa, más allá de las dificultades para cumplir con la reducción del índice de precios, y que el Gobierno sigue “encolumnado” con el ministro.
Sin embargo, los propios funcionarios que renuevan su apoyo al ministro reconocen la dificultad para cumplir con el 3% de inflación prometida. “Hay variables externas que exceden más allá de los esfuerzos”, resumen para dejar de lado la capacidad de Massa. Entre las variables externas, en el Gobierno apuntan contra la sequía y el precio de ganado al momento de explicar la alteración de las proyecciones.
En las vísperas de que se conozca el índice de inflación de enero, la CGT se reunirá este miércoles con Massa. El encuentro fue convocado con el pretendido objetivo de analizar los avances del programna Precios Justos. Pero la cita llegará cargada con un indudable condimento político, ya que ocurrirá el día previo al encuentro de la mesa electoral a la que convocó el presidente Alberto Fernández para definir la estrategia oficialista. Si bien hasta el momento no hubo una invitación formal en la CGT esperan que eso se concrete en las próximas horas.
Desde allí también admiten que “aunque es probable que no haya” un 3% adelante en el mes de abril, se muestran confiados en que la “meseta” se mantenga, “más allá de alguna fluctuación”.
En la CGT admiten que, si la inflación se mantiene, las paritarias pueden reabrise para negociar un índice superior al 60% acordado con Massa para 2023.
“Nosotros no resignamos libertad de paritaria; no comemos vidrio”, sintetizó una importante fuente de la CGT en diálogo con LA NACION. “Tenemos que apostar a la baja de la inflación, pero si no es así tenemos la posibilidad de reabrir las paritarias”, agregaron en la CGT. “Lo que queremos es que el porcentaje de los salarios supere a la inflación, pero si no es así la reactualizaremos”, agregaron. . “La realidad es que íbamos a un 9% y 10% y eso se revirtió”, argumentan, para contrapesar.
Al mismo tiempo se muestran confiados con el trabajo de Massa, con quien a mediados de la semana lograrán un foto de impacto político, en la apuesta interna del Frente de Todos de cara a las próximas elecciones.
“Tiene la obligación de ponerse objetivos y pelear para cumplirlos”, dicen cerca del titular de Hacienda. “Si se quiere ser competitivos en lugar de decir que no llegamos deberían pensar cómo ayudar”, dijeron en el Gobierno, en relación con los funcionarios que advierten sobre los problemas económicos.
La economía local viene de sufrir días complejos, en medio de la amenaza de un rebote en el índice inflacionario de enero, que se conocerá la semana próximo, y con una pérdida de reservas propias, que genera preocupación.
Desde el Gobierno admiten sobre este último punto que se sigue el tema con atención, pero se muestran confiados en que la situación, a la que ubican atravesada por distintas variables, logre estabilizarse en las próximas semanas. Desde la CGT buscan enmarcar lo sucedido en “distintas variables que exceden al Estado” y resaltan, entre otros puntos, que hay “empresas muy líquidas en pesos y a eso se suma el agite político que genera inestabilidad”. Compra de materias primas para “stockearse” a valor oficial y la especulación financiera son dos de los factores que mencionan en el mundo sindical. Y enseguida agregan: “Es un momento complicado donde hay ataques por contradecir la ortodoxia económica que dice que es momento de devaluar y eso es empobrecer”.
El Banco Central (BCRA) cerró ayer la undécima rueda consecutiva (o la 16ª al cabo de las últimas 17 jornadas) con pérdida de reservas propias por intervenciones para mantener bajo control el precio del dólar oficial, al verse obligado a aportar al mercado otros US$66 millones, cifra representativa de algo menos del 25% de los US$267,9 millones negociados en el segmento de contado.
De esta manera, pasa a acumular una pérdida en operaciones de este tipo que ronda los US$308 millones en lo que va del mes y se eleva hasta los US$785 millones desde que se reiniciara esta racha vendedora, el pasado 17 de enero. A su vez, medida en lo que va del año, la venta neta llega a los US$500 millones.
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