El Gobierno toma distancia de Arcioni tras el ataque con piedras al Presidente en Chubut
El ministro del Interior, Wado De Pedro, responsabilizó al gobernador por el malestar social y dijo que Fernández viajó solamente por los incendios en la zona
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Gritos, empujones, insultos y piedrazos. El combo que debió soportar el presidente Alberto Fernández y su comitiva el sábado a su paso por Lago Puelo tuvo, para la Casa Rosada, un responsable directo: el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, cuestionado por los atacantes de la comitiva presidencial por su política favorable a las inversiones en minería.
El ministro del Interior, Eduardo De Pedro, cruzó hoy por las redes sociales al gobernador de Chubut, tras los incidentes con la comitiva presidencial del sábado pasado.
“No estaba prevista la presencia del gobernador Arcioni. Sabíamos que eso iba a generar malestar y enojo debido a la gran cantidad de problemas sin solución que acumula la provincia”, escribió en twitter el funcionario de Alberto Fernández, quien también cuestionó hoy el ataque con piedras al vehículo que lo trasladaba.
El viaje del presidente @alferdez a Chubut se realizó exclusivamente para resolver los problemas ocasionados por los incendios, poniéndose al frente de la situación.
— Wado de Pedro 🇦🇷 (@wadodecorrido) March 15, 2021
De Pedro, insistió con su ofensiva contra Arcioni: “Hoy, en lugar de reconocer la violencia contra la comitiva presidencial el gobernador elige atacar al intendente de Lago Puelo, que está trabajando junto al Presidente para asistir a la comunidad”.
“El responsable es Arcioni, que se mete donde no lo llaman. Y Alberto no acostumbra a recorrer el país con cientos de policías”, resumió otro funcionario cercano al Presidente, quien repetía que el gobernador (cercano a Sergio Massa) desoyó el consejo de la Casa Rosada y decidió acompañar a Fernández en su recorrida, destinada principalmente a anunciar ayuda material a los afectados por los incendios que sacuden a la región.
“Hubo mucha improvisación”
Los cañones oficiales apuntados contra Arcioni (sus funcionarios acusaron, a su vez, a los de la Casa Rosada, mientras anunciaban la detención de seis personas por el ataque) no evaporan críticas que sotto voce surgen desde dentro mismo del Gobierno. “Hubo mucha improvisación, la Casa Militar llegó unas horas antes de la recorrida y eran muy pocos, no se llamó a fuerzas adicionales por parte del Ministerio de Seguridad y la inteligencia de la AFI en la zona conoce a los grupos que atacaron y también falló”, resumía un funcionario que conoce la logística que precede a cada viaje presidencial.
La definición de los viajes del Presidente-en los que interviene el propio Fernández y que muchas veces se decide sobre la hora-complica según distintas fuentes la organización de la logística previa, que supone una avanzada de la Casa Militar para ver in situ el recorrido presidencial y alertar sobre la posibilidad de atentados o inconvenientes.
“Esto a (Patricia) Bullrich no le pasaba”, reiteró un conocedor de la mecánica que utilizaba el gobierno anterior, aunque el ex presidente Mauricio Macri también sufrió un ataque similar en diciembre de 2016, en la localidad neuquina de Villa Traful y a manos de miembros de ATE, que también arrojaron piedras que rompieron vidrios de la camioneta en la que se trasladaba el entonces mandatario.
En defensa del secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, que se encarga de la definición de la agenda presidencial, distintos funcionarios aseguraron a LA NACION que todo se hizo como correspondía. “Se le dijo a Arcioni que no fuera porque sabíamos del conflicto con los grupos antiminería. Fue igual, y no se generó un cordón que protegiera al Presidente, la gente que vino a protestar pensó que ahí adentro (de la combi) estaba el gobernador”, coincidieron desde Balcarce 50.
“No estaba prevista la presencia del gobernador Arcioni. Sabíamos que eso iba generar malestar y enojo, debido la gran cantidad de problemas sin solución que acumula la provincia”, twiteó el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y lamentó el ataque del gobierno chubutense al intendente de Lago Puelo, Augusto Sánchez, a quien responsabilizó por el ataque.
“Hoy, en lugar de reconocer su responsabilidad en los hechos de violencia contra la comitiva presidencial, el gobernador elige atacar al intendente de Lago Puelo, que está trabajando junto al Presidente para asistir a la comunidad”, agregó De Pedro, en defensa del intendente kirchnerista y en crítica directa a un gobernador que suele recurrir a su ayuda de manera periódica, en busca de fondos para paliar la crónica crisis financiera de su gestión.
El ataque a Arcioni se completó con la declaración del PJ local, que también cuestionó al gobernador. El divorcio parece ser definitivo, tanto que desde la Casa Rosada ya piensan en un armado desde el kirchnerismo para desbancarlo en 2023, una iniciativa que explica los reiterados viajes del joven asesor presidencial Julián Leunda a la provincia y sus encuentros con intendentes y dirigentes del kirchnerismo en esa provincia.
Más allá de las cuestiones políticas y los reproches contra Arcioni, la tesis del “error de cálculo” de los encargados de la seguridad del Presidente sigue sacudiendo a la Casa Rosada.
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