El Gobierno se resigna al 25% que cerró Moyano como nueva pauta salarial
Mauricio Macri encontró en Hugo Moyano a un aliado inesperado. Sin reconocerlo abiertamente, en el Gobierno observan como una cifra razonable el aumento salarial de 25 por ciento que acordó anteayer el jefe de los camioneros al considerar que la inflación anual cerraría por encima de 27%.
El sutil alivio que se percibió en algunos despachos oficiales es también porque especulan que el trato de Moyano sirvió para disminuir la tensión y expectativa que podría generar la huelga general a la que convocó la CGT para el lunes próximo. Lo interpretan como un paño frío en un contexto de alta conflictividad. Si el acuerdo no se alcanzaba, un paro de 48 horas de los camioneros ya estaba orquestado para el martes y miércoles.
Estiman en la Casa Rosada que el acuerdo de los camioneros podría ser la pauta de referencia cuando se abra el período de "adecuaciones" de aquellos sindicatos que sellaron paritarias en 15%, en línea con las proyecciones inflacionarias oficiales previas a la devaluación.
Incluso ya hay dos gremios que avanzan con ese rumbo en el segundo capítulo de sus negociaciones: Comercio, que es la paritaria más grande del sector privado, con 1.200.000 afiliados, y los colectiveros de la UTA. Se trata de dos sindicatos cuyos jefes, Armando Cavalieri y Roberto Fernández, son de los más cercanos al oficialismo.
Como parte de la negociación que se frustró con la CGT, el Gobierno habilitó hace once días, mediante un decreto presidencial, "negociar voluntariamente" una recomposición salarial de un 5% para aquellas actividades que ya habían cerrado su paritaria. Para los gremios fue insuficiente tras la fuerte devaluación y en un contexto de inflación volátil.
Resulta novedoso que haya sido Cavalieri, uno de los sindicalistas favoritos del Presidente, el primero en desmarcarse de la pauta salarial trazada por el Gobierno. Desde algunas semanas antes que Macri habilitara el 5% adicional y elevara así el techo de 15 a 20%, el jefe del gremio mercantil ya había activado una negociación con las cámaras del sector para avanzar en un acuerdo que lleve el aumento anual a 25%, según reconstruyó LA NACION a partir de fuentes del Ministerio de Trabajo, sindicales y empresarias. Es probable que Comercio selle en el corto plazo una suba de 5% en dos cuotas antes de agosto y que el 5% restante se complete entre el fin de año y enero de 2019.
El caso de Fernández también es llamativo. El nivel de empleo de la UTA está atado al reparto de subsidios estatales al transporte público. Con ese argumento, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, intentó persuadirlo para que no adhiera al paro de la CGT. Pero no hubo caso. El jefe de los colectiveros anunció públicamente su respaldo a la protesta. Su fugaz endurecmiento estaría vinculado a la paritaria tras haber recibido evasivas ante su planteo de que el 15% había quedado desvirtuado tras las turbulencias económicas.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, se tomará un tiempo para homologar el acuerdo paritario de los camioneros. Sería una estrategia para evitar otro salto inflacionario y evitar un efecto cascada para reabrir paritarias.
Desde el martes a la noche, Triaca tiene en su despacho el acta firmada por Moyano y Daniel Indart, el titular de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Transporte de Cargas (Fadeeac), que reúne 51 cámaras del sector. El expediente (N° 1.798.124) será sometido a "un control de legalidad". Indart dijo ayer que "de ninguna manera puede haber inconvenientes" para convalidar el acuerdo.
Cerca de Triaca son cautelosos y prefieren esperar a un escenario de mayor previsibilidad antes de reconocer una nueva pauta salarial de referencia. "A partir de que se estabilicen el mercado cambiario y el panorama de precios, se van a ir haciendo las adecuaciones", señalaron ayer desde el Ministerio de Trabajo.
El grueso de la reapertura de las paritarias se concretará entre septiembre y el primer trimestre de 2019. Aunque hay algunos casos, como el de Comercio, que optaron por adelantar la negociación de manera informal para evitar llegar a esa instancia con un alto desfase salarial.
Todavía quedan actividades con sus negociaciones en curso y en las que el trato de los camioneros será tomado como testigo. Ya dio un paso en ese sentido el titular del gremio de la alimentación, Rodolfo Daer, que reclamó un 25% y está ahora en conflicto. El sindicato del neumático, que encabeza Alejandro Crespo, está próximo a acordar un 22% en Córdoba con un mecanismo que garantizaría no perder ante la inflación y que denominó "cláusula de protección del salario". Los telefónicos también están a la espera de negociar con un escenario de mayor previsibilidad, pero su pedido no bajará de 20%. La incertidumbre salarial estará definitivamente ligada a la coyuntura.
Una cumbre secreta por la unidad sindical
Ni el triunvirato de mando ni Pablo Moyano. Todos juntos y sin sectarismos. Esa fue la consigna. En vísperas del tercer paro de la CGT contra la gestión de Mauricio Macri, un grupo importante de gremios se reunió el martes pasado en Smata para avanzar en una lista de unidad para el 22 de agosto próximo, cuando la central obrera peronista prevé renovar sus autoridades. Participaron Ricardo Pignanelli, el anfitrión, Antonio Caló (UOM), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Pablo Biró (Aeronáuticos), Héctor Amichetti (Gráficos) y Marcos Castro (Capitanes de Ultramar), entre otros. "Aspiramos a un plan de unidad genuina, con 'los Gordos' y Moyano adentro", dijo uno de los asistentes. La intención es evitar en agosto una nueva fractura de la CGT.
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