Patricia Bullrich recibió al padre y al hermano de Loan, que después marcharon hacia el obelisco
Los familiares del niño desaparecido habían pedido una reunión con el Presidente, pero no accedió; el pedido de justicia en el centro porteño
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A 28 días de la desaparición del pequeño Loan Danilo Peña en la localidad correntina de 9 de julio, el gobierno de Javier Milei decidió zambullirse de lleno en el caso que conmueve a la sociedad desde mediados de junio, aún sin resolución judicial a la vista.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, recibió en una de las sedes de ese ministerio al padre y el hermano de Loan, parte de la familia del pequeño desaparecido. En coincidencia temporal, el gobernador radical de Corrientes, Gustavo Valdés, fue recibido a las 12 por el jefe de gabinete, Guillermo Francos, aunque el tema de la conversación, según se informó, el traspaso de obras públicas nacionales a la provincia mesopotámica.
“Mañana a partir de las 11 h estaré recibiendo al papá y a la familia de Loan en el Ministerio de Seguridad”, escribió anoche Bullrich en la red social X. Al salir de la reunión, la ministra habló con los medios y dio precisiones. “El Presidente no recibió (a los familiares), está esperando que haya un desenlace feliz y en ese momento se acercará a la familia”, dijo la ministra. A pesar de aclarar que “son los jueces y los fiscales los que dan la información” sobre el caso, Bullrich sostuvo que “uno de los involucrados es el comisario del pueblo, están los que tenían poder en el núcleo de la investigación. y puede ser que estén abusando de su poder para amenazar”, dijo la ministra junto a José, el padre del niño. “El Estado está para proteger a la familia. Ese es un poder más grande que el que tienen los que se llevaron a Loan”, afirmó Bullrich, en aquel breve contacto con la prensa, en el que intentó tranquilizar a los familiares del niño.
“La situación de la familia es difícil después de tantos días, pero José se lleva la convicción de que conocemos en detalle la causa”, afirmó la ministra. Fuentes del ministerio contaron que, durante el encuentro, los familiares y su abogado “nos dijeron que tenía confianza en nosotros, y que sabía que éramos transparentes y limpios”. También, que el padre de Loan “se sorprendió con la información que teníamos del caso”. Afirmaron que Bullrich y sus funcionarios les contaron “hasta el último detalle” de lo que sabían y conocían de la causa.
Después de la reunión con Bullrich, el padre de Loan, junto con su abogado Roberto Méndez marcharon hacia el obelisco para visibilizar su lucha para esclarecer el caso Loan y generaron una movilización en el centro porteño.
Llegado a las 11.45 a la Casa Rosada, Valdés salió con rostro relajado de la reunión con Francos. Detalló que se habló de obras como el ingreso a la ciudad de Corrientes, y enseguida se centró-a requerimiento de los periodistas acreditados-en el caso Loan. “Todos queremos saber dónde está Loan. La causa está en secreto de sumario, vamos a esperar los resultados”, afirmó el gobernador. De inmediato, se refirió a los “caranchos, que saben quienes son”, modo de caracterizar dirigentes “de la provincia, que tienen ramificaciones a nivel nacional”, que intentarían perjudicarlo de modo directo. Radicales con llegada a Valdés aseguran que la sospecha del gobernador se centra en dirigentes de la oposición provincial, pero también en alguna terminal de la Casa Rosada, que estaría motorizando las críticas hacia el mandatario radical, de cara a las elecciones a gobernador del año que viene, en la que la UCR intentará extender sus 24 años consecutivos en el poder provincial.
“Tenemos todos los recursos dispuestos a la Justicia federal, que es la que está llevando la investigación”, agregó, y calificó de “calientes” las fronteras de la provincia. “Nos da tranquilidad que Bullrich esté a cargo de la investigación”, elogió a la ministra.
Horas después de conocida la noticia, el Gobierno siguió con atención el caso. Bullrich, por caso, llegó a la ciudad correntina de Goya para monitorear el avance de la investigación, que pasó de la justicia local, desde donde se pesquisaron los rastros del niño de 5 años durante las primeras jornadas, a la justicia federal, donde se encuentra actualmente la causa judicial. Su presencia coincidió con un momento en el que el caso parecía encaminarse a un esclarecimiento, hipótesis que después se desvaneció.
Más allá de las críticas deslizadas por sectores del Gobierno a los primeros días de rastreo -cuestionaron la lentitud en los procedimientos y que no les permitieran acceder al expediente- el Presidente decidió no intervenir.
Cerca de Milei afirmaron a LA NACION que, a pesar del pedido expreso de los familiares de ser recibidos por el primer mandatario, la reunión “no ocurrirá”. ¿Por qué? “Porque es un caso delicado y esperamos que la Justicia lo resuelva”, contestaron desde Balcarce 50, mientras el Presidente cumplía tareas y reuniones en la quinta presidencial de Olivos.
En el caso de Valdés, su involucramiento en el caso fue directo, al afirmar, el 29 del mes pasado, que se había dado “un gran paso” para la resolución del caso, en coincidencia con la declaración de Laudelina, la tía del niño. Ayer, en una improvisada rueda de prensa en la puerta de la gobernación, volvió sobre sus pasos, al afirmar que la declaración “fue parte de la ansiedad como padre”, y que lo hizo de “ansioso” porque estaba siguiendo el caso “por la tele”. Desde la gobernación correntina siguen sosteniendo, fuera de micrófono, que la hipótesis más probable es la del “accidente”, en coincidencia con la versión de la tía del niño.
En la previa de la firma del Acta de Mayo, en Tucumán, Valdés reiteró su preocupación por la no resolución del caso.