El Gobierno reimplantó las retenciones

En un nuevo paso para definir las reglas que regirán la actividad económica de aquí en más, el Gobierno resolvió ayer introducir retenciones a las exportaciones para financiar planes sociales y de obra pública; anunció la puesta en marcha de una serie de líneas crediticias para atender a los sectores productivos y ofreció tres bonos a los depositantes atrapados en el corralito, con lo que completó el menú de opciones para los ahorristas.

El programa de medidas de "normalización financiera, reactivación y fortalecimiento de los programas sociales" procurara dar inicio a "un proceso de recuperación", según dijo el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov. Y se complementa con una serie de anuncios tributarios que incluyen la remisión al Congreso de un proyecto para bajar del 21 al 10,5% el impuesto al valor agregado (IVA) para la comercialización de granos y cueros, con lo que se empareja esa alícuota a la que tributa la carne en un intento por reducir la evasión.

Asimismo serán limitadas las facultades que tiene el Ejecutivo para instrumentar moratorias impositivas, las que de aquí en más deberán ser convocadas por ley. Además se suprimirá por decreto el bloqueo fiscal, con lo que se dará a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) la posibilidad de revisar declaraciones juradas ya presentadas cuando lo estime conveniente; y la puesta en marcha de los tres primeros juzgados del Fuero Penal Tributario, cuya implementación estaba pendiente desde 2000, para avanzar en el combate a la evasión entre los grandes contribuyentes.

Según Remes, las retenciones o derechos de exportación acercarán al fisco US$ 1400 millones. Por otro lado, se aliviará el cronograma futuro de pagos del Tesoro nacional en más de $ 1500 millones, producto del nuevo canje de deuda por el que el Estado se hace cargo de compromisos de los bancos con sus ahorristas a cambio de rescatar la deuda que había colocado entre las entidades a una tasa promedio del 6,5% anual en dólares por otra que ahora promediaría el 3,5 por ciento.

Por otra parte, el Gobierno descartó la aplicación de un impuesto retroactivo a las ganancias de las empresas privatizadas ("no se pueden hacer impuestos retroactivos y no creo que este año tengan ganancias extraordinarias", señaló Remes Lenicov), aunque admitió que se analizará un proyecto parlamentario que propone gravar a las firmas con créditos superiores a US$ 3 millones que fueron beneficiadas por la pesificación.

Dar la cara

Las medidas fueron presentadas por Remes Lenicov en una conferencia en la que apareció acompañado por todo su equipo, incluidos los titulares de la AFIP y el Banco Nación, Alberto Abad, y Enrique Olivera, respectivamente.

Las retenciones a las exportaciones fueron fijadas en el 10% para los productos primarios y en el 5% (neto del contenido importado) para las manufacturas de origen agropecuario e industrial, mientras que se mantiene el 20% para los hidrocarburos. Así se reimplantó un impuesto que afectó las ventas agrícolas al exterior hasta 1991.

"Esto no se hace complacientemente, sino que es consecuencia de la crisis", justificó Remes Lenicov, al tiempo que aclaró que serán "de carácter transitorio" y su producido, que estimó en US$ 1400 millones, será destinado a fortalecer planes sociales.

El ministro admitió que la restitución de este impuesto, reclamada por el FMI, busca además atenuar el efecto de la devaluación sobre los precios internos, en especial de productos esenciales de la canasta familiar. Es que se atenúa la ventaja de vender al exterior en vez de al mercado interno. Y prometió a los productores agrícolas que si los precios internacionales caen y se ve afectada su rentabilidad, el porcentaje "será reconsiderado", aunque estimó que en principio "no perjudica para nada a las exportaciones", antes de recordarles a los exportadores que el tipo de cambio vigente hoy "es el más alto de la década".

El Ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, dijo a LA NACION que el dinero que se espera recaudar por esta vía permitirá al Gobierno "asistir a 2,5 millones de desocupados". Anunció que para ello se pondrá en marcha los planes Segunda Oportunidad (para desocupados mayores de 45 años) y de Empleo Joven, que se sumarán al actual programa Jefe y Jefa de Hogar, al que se habían destinado $ 1000 millones en el momento de ponerlo en marcha.