El Gobierno reflota la ley ómnibus compactada, pero no convence a los gobernadores para reponer Ganancias
La Casa Rosada propuso una nueva versión de la ley ómnibus, más chica que la original que cayó en el Congreso; no se avanzó con el paquete fiscal, que va aparte, y sobre el que las provincias plantearon diferencias
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Con una reunión que se extendió por más de tres horas y media, el Gobierno inició este viernes una nueva etapa en la relación con las provincias. Tras la fallida primera experiencia alrededor del tratamiento de la ley de Bases, que terminó siendo retirada del recinto en medio de la votación general, la administración libertaria retomó así el diálogo con los gobernadores hacia el “Pacto del 25 de Mayo”, al que el presidente Javier Milei convocó hace exactamente una semana en el marco de la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación.
En el encuentro, presidido por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, en el que en Casa Rosada aseguraban que reinó el buen clima y hablaron todos los presentes, se oficializó por parte del Gobierno que reflotarán la ley ómnibus en forma compacta y se volvió a retomar la discusión alrededor de los cambios en el impuesto a las Ganancias, sobre el que se dieron las mayores diferencias. Los gobernadores no quieren que al menos un millón de trabajadores vuelvan a pagar la cuarta categoría del gravamen.
La Oficina del Presidente consideró a la reunión, a través de un comunicado, como “extensa y productiva en la que se expresó un consenso mayoritario sobre los principales puntos de la “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentino”. Y que se acordó seguir “trabajando en una mesa política y económica para avanzar con su aprobación”. El Gobierno además propuso “promover un paquete de alivio fiscal que incluye una Moratoria Impositiva, la Modificación a los Impuestos Internos al Tabaco, y la Eliminación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles de Personas Físicas y Sucesiones Indivisas”.
Tras la reunión, en conferencia de prensa junto a los gobernadores de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y de Tucumán, Osvaldo Jaldo, el ministro de Interior, Guillermo Francos, explicó que le presentaron a los gobernadores la nueva versión de la Ley Bases, que consta de unos 200 artículos. Una versión compacta, alejada de los más de 600 que tenía la primera y que en la Casa Rosada aseguran que no deberá hacer todo el recorrido parlamentario, sino que solo deberá contar con un nuevo dictamen.
“Decidimos avanzar con todos esos aspectos que tienen consenso parlamentario: declaración de emergencias, facultades delegadas y protección a las grandes inversiones y régimen hidrocarburífero”, dijo Francos y aseguró que la mayoría de los gobernadores estuvo a favor.
Las diferencias, tal como se preveía, se dieron alrededor de la eventual vuelta de la cuarta categoría de Ganancias. Según pudo saber LA NACION de fuentes con acceso al tema, hubo distintas posiciones entre los mandatarios provinciales. “Es un tema que hay que ordenar más allá de lo recaudatorio. Algunos están a favor, otros en contra, otros plantean diferencias con los montos”, enumeró uno de los consultados. El asunto presenta una dificultad técnica extra por la forma en que se decidieron los cambios en el piso durante la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía.
Todo lo referente a la situación impositiva buscará zanjarse a partir de una comisión de ministros de Economía provinciales junto al ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo.
El de las jubilaciones fue otro de los puntos abordados y Francos confirmó que “el Gobierno presentará un proyecto que incluirá una fórmula de actualización”, otro de los temas que habían generado máxima tensión en la etapa anterior. En tanto, resaltó que “no está dentro de las competencias nacionales ni los fondos docentes ni el transporte”. Y agregó que el Ministerio del Interior trabajará con los ministros de gobierno de las provincias para tratar los temas políticos que establece el Pacto de Mayo convocado por el presidente Javier Milei.
En primera fila, la conferencia de Francos fue seguida de cerca por Posse y los secretarios ejecutivo de Gobierno, José Rolandi; de Interior, Lisandro Catalán; y de Hacienda, Carlos Guberman. Desde otro de los sectores lo escuchaba el asesor presidencial y hombre clave del Gobierno, Santiago Caputo. El ministro de Economía no participó del encuentro por encontrarse en viaje oficial a República Dominicana por la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A la sede de Gobierno asistieron los gobernadores de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; de Misiones, Hugo Passalacqua; de San Luis, Claudio Poggi; de Neuquén, Rolando Figueroa; de Chaco, Leandro Zdero; de Jujuy, Carlos Sadir; de San Juan, Marcelo Orrego; de Córdoba, Martín Llaryora; de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; de La Pampa, Sergio Ziliotto; de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Chubut, Ignacio Torres; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; de Río Negro, Alberto Weretilneck; de Corrientes, Gustavo Valdés; de Tucumán, Osvaldo Jaldo; de Salta, Gustavo Sáenz; de Catamarca, Raúl Jalil, de Santa Cruz; Claudio Vidal; las vicegobernadoras de La Rioja, Teresita Madera; de Mendoza, Hebe Casado, y de Santa Fe, Gisela Scaglia, el vicegobernador de Formosa, Eber Solís; y el jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri.
El único mandatario provincial que había comprometido su asistencia y finalmente no pudo asistir fue Maximiliano Pullaro y envió a Scaglia, su vice, ante la situación de emergencia que atraviesa Santa Fe por una serie de brutales crímenes por parte del narcotráfico.
En el Gobierno insistían en que el clima fue cordial y de buen ánimo. “No hubo gritos, ni malos modos, todo lo contrario”, dijo uno de los funcionarios consultados. “Por momentos hubo hasta risas”, rescató otra de las voces consultadas. “Obviamente los gobernadores plantearon sus posturas, pero escucharon también”, resaltaban al caer la noche en la sede de Gobierno. En ese sentido agregaron que pudieron hablar todos los presentes y que lo primero que se hizo fue por parte de Posse un diagnóstico de la situación general del país y el por qué el Ejecutivo Nacional necesita del paquete de leyes para empezar con las reformas estructurales que busca con la aprobación parlamentaria. “Lo que hizo fue dar un contexto macro de visión de gobierno. Por qué se impulsan los cambios que se impulsan”, definieron fuentes de Casa Rosada.
En el Ejecutivo saben que hay, más allá de los buenos modos que se vieron este viernes, un grupo de “4 o 5 gobernadores que están en contra en todo o casi todo, algunos con una posición más o menos crítica”, pero confiaban en el resto para lograr los objetivos impuestos. Allí ubican al bonaerense Kicillof, de quien de todos modos resaltaban la buena predisposición en asistir y participar.
La reunión se dio de corrido, sin breaks pese a haberse extendido por casi cuatro horas en las funcionarios y gobernadores tomaron café y agua, pero no comieron nada. “No hay plata”, dijeron desde el gobierno para explicar la ausencia de tentempiés.
El cierre, al igual que el comienzo, estuvo en manos de Posse, quien concluyó la reunión haciendo hincapié en que la aprobación de la Ley Bases, el paquete de alivio fiscal y la firma del “Pacto de Mayo”, “permitirán que el país retome la senda de prosperidad y desarrollo económico”.
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