El Gobierno reactiva el vínculo bilateral con China tras las críticas de Milei al comunismo

En los días previos al discurso que el presidente Javier Milei dio el martes ante la ONU, desde el Gobierno anticipaban que el primer mandatario criticaría la “tibieza” de ese organismo con China, una postura que puso en alerta a la diplomacia de ambos países. Horas después del discurso presidencial, que finalmente no contuvo alusiones concretas a China, el canciller chino Wang Yi se encontró con su par argentina, Diana Mondino, un cónclave del que también participaron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el ministro de Economía, Luis Caputo.

“El canciller Wang Yi manifestó la disposición china de seguir trabajando con Argentina como buen amigo y socio en pos de desarrollo, expandiendo la cooperación en las diversas áreas, y compartiendo oportunidades de desarrollo”, afirmó la embajada china luego de informar sobre el encuentro. “ Y la ministra Mondino destacó a su vez el objetivo común de ambos países de impulsar las relaciones bilaterales y las cooperaciones económicas y comerciales, manifestando la buena voluntad de participar de la cooperación China-America Latina y el Caribe”, agregó la sede diplomática china a través de un posteo en la red social X.

La noticia del encuentro entre Wang Yi y Mondino apareció ayer en el párrafo final de un comunicado de Cancillería sobre las actividades de la jefa de la diplomacia nacional. “Asimismo, la ministro había mantenido -al cierre de la jornada del martes-, un encuentro de trabajo con su par chino, Wang Yi”, reza el comunicado de la cancillería, luego de detallar las reuniones en las que Mondino acompañó a Milei en sus reuniones bilaterales con la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa. No hubo comunicado específico de la Cancillería, como sí lo hubo luego de la reunión con la secretario de Exterior británico, David Lammy.

En la nota oficial de la cancillería china sobre la reunión aparecen algunos datos adicionales del encuentro. Según esa nota, el canciller chino planteó que “las dos partes deben apoyarse mutuamente en cuestiones relacionadas con los intereses fundamentales y las principales preocupaciones de la otra, y esperar que la parte argentina cumpla firmemente sus compromisos, se adhiera al principio de una sola China y se oponga resueltamente a la independencia de Taiwán”. La canciller desmintió, el inicio de su mandato, haberse reunido con representantes de Taiwán en Buenos Aires. Según el mismo texto oficial, Mondino-que reafirmó en su gira la alianza con Estados Unidos, dio “la bienvenida a las empresas chinas para que inviertan en Argentina y espera expandir continuamente la cooperación económica y comercial entre los dos países y traer más beneficios al pueblo argentino”.

Cerca de la canciller Mondino afirmaron que no informaron específicamente sobre el encuentro por una cuestión “logística”, ya que el encuentro tuvo lugar el martes por la noche y “no hubo tiempo” para un comunicado ese mismo día. Evitaron dar detalles del encuentro, al que calificaron de “encuentro de trabajo”.

La reunión entre Mondino y su par de China en un apartado del plenario de las Naciones Unidas llega en un momento de frialdad manifiesta en el vínculo bilateral.

Desde aquella mención pre-electoral del entonces candidato libertario Milei a “no comerciar con países comunistas” hasta hoy se multiplicaron las asperezas y las diferencias, matizadas por algunos gestos de conciliación mutua que no consiguieron quebrar la desconfianza que rige, que duda cabe, el vínculo.

Necesitado de la renovación del swap de monedas-que incluso le solicitó por carta al presidente Xi Jinping días después de asumir el cargo-el Presidente festejó en junio pasado la decisión de Beijing, que prorrogó el acuerdo y evitó al país devolver, de un golpe, unos US$ 5000 millones de ese intercambio de monedas. El viaje previo de la canciller Mondino a China intentó acercar posiciones, aunque sus propias declaraciones, afirmando que “los chinos son todos iguales” sumó innecesarios ruidos a pesar de las aclaraciones de la Cancillería.

Satisfecho por aquel gesto del gobierno de Xi Jinping, el Gobierno hizo correr el rumor de un viaje de Milei a China que no se concretó. Es más: las mayores inversiones chinas, más allá de la compra de soja, continuaron paradas a la espera de una mejora en la relación bilateral.

Las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner en Santa Cruz, las dos obras civiles más grandes que China tiene fuera de su territorio, siguen frenadas. A pesar de las promesas de reactivación luego del invierno, y según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales, sólo hay en ese predio una dotación de guardia, pero los trabajos no avanzan, una coyuntura que preocupa y mucho al gobierno de Claudio Vidal.

En el gobierno provincial festejaron en principio la reciente inclusión de $600.000 millones en el presupuesto 2025 destinadas a la construcción de las represas, aunque luego aclararon que el cálculo coincide con los US$ 500 millones que las empresas chinas acordaron aportar a las obras según lo estipulado en los contratos “Ni un peso desde el Estado nacional”, analizaron desde la Casa de Gobierno provincial. La presencia del ministro Caputo en esa reunión en New York hace suponer que el swap de monedas y la continuidad de la construcción de las represas podrían haber formado parte del cónclave.

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